Por Laura Bonilla
Naciones Unidas/AFP
La ONU estudia cómo apoyar la verificación del alto al fuego temporal firmado entre Colombia y su última guerrilla activa, el ELN, clave en el camino para lograr la paz completa en ese país tras el acuerdo que se implementa con las FARC.
El Consejo de Seguridad estudiará «cómo mejor apoyar» el proceso con el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), dijo el actual presidente del organismo, el embajador de Etiopía Tekeda Alemu, tras una sesión sobre Colombia.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos pidió al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, «que las Naciones Unidas una vez más puedan acompañar este proceso de verificación» del alto al fuego con el ELN, informó a periodistas tras la sesión la embajadora María Emma Mejía.
La idea «es que en esta fase transitoria, en estos 102 días, (la ONU) pudiera estar acompañando a la Iglesia católica» en la verificación del alto al fuego, precisó la representante colombiana ante la ONU.
El acuerdo entre el ELN y Bogotá entrará en vigor el próximo 1 de octubre, durante un período inicial de 102 días.
Tanto el gobierno colombiano como el ELN «han confirmado su interés en el involucramiento de la ONU», explicó Jean Arnault, jefe de la misión de Naciones Unidas en Colombia, a los miembros del Consejo de Seguridad.
«Esperamos que nuevas discusiones que comienzan esta semana permitan al secretario general hacerles recomendaciones en el futuro muy cercano» al respecto, añadió.
Una paz «completa»
«Estamos alentados por lo que vemos en Colombia, vemos que la paz trae la paz. El ELN se ha comprometido también a un alto el fuego (…) y más tarde hoy discutiremos cómo la ONU puede apoyar eso», dijo el embajador de Suecia, Olof Skoog.
El cese al fuego temporal con el ELN «abre la esperanza de que la paz en Colombia, además de estable y duradera, sea completa», sostuvo por su lado durante la sesión el representante de Uruguay, el embajador alterno Luis Bermúdez.
«Es sumamente importante que las Naciones Unidas brinden todo su apoyo», añadió.
El 25 de septiembre culminará la primera misión de la ONU en Colombia, encargada de supervisar el desarme de los excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Al día siguiente, se prevé que comience a funcionar una segunda misión política que ayudará a los cerca de 10.000 exrebeldes a regresar a la vida civil.
El histórico acuerdo de paz con las FARC, logrado en 2016 tras cuatro años de negociaciones en Cuba, puso fin a 53 años de confrontación armada y hace poco más de una semana, la exguerrilla se transformó oficialmente en partido político.
El conflicto colombiano, que también ha involucrado a otras guerrillas, paramilitares y agentes estatales, ha dejado más de 260.000 muertos.
«En los últimos meses el proceso de paz entre el gobierno y las FARC-EP ha inclinado la balanza lenta pero sostenidamente a favor de la esperanza», dijo Arnault al Consejo.
El jefe de la misión de la ONU en Colombia dijo esperar que el apoyo de la organización contribuya «aún más a la confianza de la sociedad colombiana en una paz estable».
El Consejo debe aprobar en los próximos días la resolución que tornará oficial la segunda misión en apoyo al acuerdo alcanzado con las FARC, según explicó Mejía, entusiasmada por la ayuda recibida hasta ahora.