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Juan José Tamayo Acosta, teólogo de nacionalidad española. Foto Diario Co Latino

La palabra de Dios es subversiva

Francisco Elías Valencia
Oscar López
Diario Co Latino

Juan José Tamayo Acosta, nacido en Amusco, Palencia,  es un “militante” de la Teología de la Liberación. Ha sido profesor en diversas instituciones de España y América. Es profesor Titular de la Universidad Carlos III de Madrid, y dirige actualmente la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones “Ignacio Ellacuría” de la Universidad Carlos III, de España. Producto de esta cátedra estuvo recientemente en El Salvador, y aprovechando su pasajera estadía en El Salvador, pese a su apretada agenda, accedió conversar con Diario Co Latino y la Agencia de Prensa Salvadoreña (APS), sobre la vigencia de la Teología de la Liberación y el golpe de Estado ejecutado en Brasil.

– ¿Cuál es el papel, en este momento, de la teología de la liberación?

Creo que la teología de la liberación ha sido muy golpeada y ha sido golpeada fundamentalmente por el Vaticano, ha sido golpeada en un momento en el que se estaba construyendo, no creo que se haya dado en la historia del cristianismo un fenómeno de persecución con una ideología como la que se ha dado en la teología de la liberación y que vemos generalmente un nuevo paradigma ideológico, un nuevo paradigma teológico; se entiende que haya que dejarle tiempo para poder madurar

pues la teología de la liberación surgió a finales de la década de los sesenta y principios de los 70. A los cuatro o cinco años empiezan todas las sospechas de Roma, se encienden todas las alarmas y se comienza a condenar la teología de la liberación como una teología que se aleja del magisterio de la iglesia, se distancia de la tradición y, sobre todo, se interpola con el marxismo sin ningún sentido crítico.

Por eso creo que una de las grandes injusticias epistemológica que comete el Vaticano con la teoría de la liberación antes de que madure como teología, antes que se desarrolle, pues de una manera sistemática y articulada empiezan las condenas.

Para que se haga una idea, cuando condenan a Jon Sobrino por los libros “Jesucristo liberador” y “La fe en Jesucristo”, sobrino escribe una carta y dice que estaba siendo perseguido desde el año 1976 con el libro “Jesucristo desde América Latina”. Fíjense ustedes que este proceso comenzó a tener lugar con todos los teólogos de la liberación llegando a casos como la condena de Leonardo Boff en el año 1984 y la prohibición de todo cargo directivo de revistas y de publicaciones en el año 1992.

Claro, demasiado músculo ha tenido la teología de la liberación para resistir ese acoso, ¿por qué? es que en un determinado momento en la década de los 80 y una alianza política entre el Vaticano y el pentágono, entre el Vaticano y Ronald Reagan.

Ejemplo es el discurso de Juan Pablo II sobre la teología de la liberación y el discurso político de Ronald Reagan contra los movimientos de liberación de América Latina es el mismo.

Cuando Juan Pablo II visita Nicaragua en el año 1983, recordarán en que Estados Unidos estaba minando los campos, estaba apoyando la contienda unas cantidades espectaculares de dólares, pues en ese mismo momento Juan Pablo II llega a Nicaragua y recordarán esa escena del aeropuerto en que está todo el gobierno y miembro de ese gobierno es Ernesto Cardenal, ministro de Cultura; recordarán que con todo respeto, quitándose la boina, dijo que no lo hacía ni siquiera ante el santísimo Sacramento, se pone de rodillas y saluda al Papa y el Papa le dice que no. En eso hay una identificación en el combate político de parte de los Estados Unidos y la descalificación ideológica por parte del Vaticano de la teología de la liberación. Otro ejemplo que yo creo que es bien claro, y además que fue visto por todo el mundo, es cuando Juan Pablo II visita Chile, recordarán que sale al balcón del Palacio de la Moneda con Pinochet. Parece ser que fue una escena muy bien pensada por la dictadura, pero él al fin y al cabo podría haber dicho: de ninguna manera, yo no puedo salir al balcón con el dictador, cuando voy a hacer un discurso en defensa de los derechos humanos y a favor de la democracia.

Al día siguiente se celebra la misa en la catedral y da la comunión a Pinochet, todos esos gestos creo que revelan no solamente la crítica desde el punto de vista ideológico acosando a la teleología de liberación de herejía, sino que hay esa complicidad y esa alianza del imperio norteamericano con el imperio Vaticano para hundirla y aún así y todo resiste con una potencia extraordinaria.

¿Cuál es la situación en este momento con un nuevo Papa, un Papa latinoamericano que en alguna medida debe de tener una visión diferente por la realidad de América Latina?

Cuando la teoría de la liberación se desarrolla ha cambiado totalmente la actitud del Papa con la teología de la liberación, no tiene nada que ver con la actitud de Juan Pablo II que la condenó y con la actitud de Benedicto XVI que escribió los documentos más críticos contra ella, siendo el presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en este contexto el Papa ha cambiado totalmente las prioridades.

Cuáles eran las prioridades de los Papas anteriores: la ortodoxia, la moral y tercero la gestión y dirección de la iglesia con el Código de Derecho Canónico, es decir, la rigidez y disciplina.

Este Papa, yo no digo que sea un progresista desde el punto teológico, pero no va a acentuar tanto la ortodoxia. En cuanto la ortopraxis y en relación con la teoría de la liberación, en este terreno concreto la prioridad no es rehabilitar a los teólogos de la liberación, pero si cambiar el discurso y el discurso de Francisco es muy similar y está en plena sintonía con la teoría de la teología de la liberación: La alegría del Evangelio donde dice que el capitalismo es injusto en su raíz, eso no lo había dicho ningún Papa, eso está en plena concordancia con la teología de la liberación y en la última encíclica sobre el cuidado de la casa común está en plena sintonía con la teología ecológica de la teología de liberación de Leonardo Boff, por tanto, el cambio de prioridades en el punto primero es completamente diferente. A Francisco no le importa y no pone el acento en la ortodoxia, en la recta doctrina, sino más bien lo que le preocupa y le interesa son los problemas reales, por eso es un hombre tan valorado y reconocido porque más allá de lo que suponga la recta doctrina es analizar la realidad y detectar cuáles son los grandes problemas de la humanidad y, sobre todo, de los sectores sufrientes, y en ese sentido, cuál es el método de la

teología de la liberación: el análisis de la realidad, un juicio crítico evangélico y praxis de liberación. Ese método lo está siguiendo Francisco.

Luego su segunda prioridad ha cambiado totalmente, porque ¿qué les preocupaba a los Papas anteriores de la moral? todo lo que tenía que ver con la sexualidad, todo lo que tenía que ver con la represión, sobre todo, el cuerpo de la mujer, la negación de los derechos sexuales y reproductivos, era una moral represiva y especialmente una moral misógina, y Francisco, creo que tiene otra prioridad.

La moral social de Francisco, no es que no le importe todas las cuestiones que tengan que ver con la sexualidad de la pareja, el origen de la vida, pero el acento lo va a poner en la dimensión social del cristianismo, y en ese sentido se va a poner de lado siempre de las víctimas, de los marginados y de los sufrientes. Esa es la gran aportación de Francisco, detectar los problemas y expresar inmediatamente su sintonía, hasta la presencia física.

Recordarán cuando se produjo la muerte más numeroso de inmigrantes y refugiados, pues, ahí se presentó Francisco, a rezar y a decir señores gobernantes de Europa, son ustedes una vergüenza, por eso yo creo que es muy importante esa orientación, ese enfoque social que está dando Francisco.

Y lo tercero que creo que es importante, es la prioridad de los Papas anteriores la disciplina, para Francisco la prioridad es el evangelio, que precisamente se ubica en el lugar social de los excluidos y de los marginados.

Creo que hay algo muy importante en Francisco en relación a la teoría de la liberación, primero, que ya recibió dos o tres veces al padre de la teología de la liberación, el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, que facilitó la publicación de un artículo de tres páginas en el Observatorio Romano, que es el órgano oficial del Vaticano. Un artículo de Gustavo Gutiérrez, dando duro al neoliberalismo, y el tercero, cuando escribió esta encíclica, parece que ha contado con la colaboración de Leonardo Boff, quien es el gran teólogo ecológico de la liberación.

Por otra parte tengan en cuenta que no ha hecho ninguna condena ni ningún procesamiento de ningún teólogo de la liberación en estos tres años, y eso teniendo como presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe a Gerhard Ludwig Müller, quien es un súper conservador, que había nombrado previamente antes de dimitir Benedicto XVI.

– ¿Este cambio que usted ha explicado del Vaticano significa que va a permitir un relanzamiento de la teología de la Liberación?

No es necesario un relanzamiento de la teología de la liberación, la teología de la liberación tiene que validarse sin condiciones de plausibilidad política del poder, la teología de la liberación se valida y se legítima no desde un reconocimiento del Vaticano diciendo va por el buen camino y es ortodoxia, no por el apoyo de diferentes poderes políticos, sino por su propia fuerza y por su propia dimensión profética y crítica, de una parte, y por el uso de un método riguroso en la elaboración de la teología.

El método tiene dos claves, la primera, es la hermenéutica, que se llama socioanalítica, es decir, el análisis de la realidad y, la segunda, está en la hermenéutica teológica, que es la interpretación de los textos bíblicos a la luz de la de la liberación como principio fundamental, en la medida actual. ¿Qué pasa con la teología de la Liberación? en un primer momento podríamos hablar de una especie de triángulo, los teólogos; segundo, el prelado que apoya de una manera bastante intensa y con una gran convicción apoya la teología de la liberación, y la parte baja del triángulo que sería la base de todo el movimiento de Comunidades de Base.

Ese triángulo es lo que permite que la teología de la liberación se desarrolle, expanda y se convierta en una pedagogía de la liberación, no sólo cristiana o religiosa, sino también política.

¿Qué pasa con la teología de la liberación? primero que los teólogos y las teólogas, ya no son tan visibles como lo fueron en un primer momento, aparte de que los padres de la teología de la liberación han pasado ya a mejor vida o están en otra etapa de su producción. Pero eso no quiere decir que estemos en una especie de impase de la teología de la liberación, porque creo que ahora mismo sirven la teología de la liberación como movimiento ideológico global, como una teoría crítica, pues no tiene la unidad que tenía en la época originaria. Creo que la teología de la liberación sigue viva y activa y con una capacidad de influencia extraordinaria porque se ha ido diversificando en diferentes segmentos, ha ido incorporando a nuevos sujetos. El interés fundamental de la teología de la liberación de aquellos años antes de los 60 y principios de los 70 era el pobre económico, el pobre que vivía en una situación infrahumana precisamente porque carecía de las condiciones básicas de vida y ese sujeto pobre desde el punto de vista económico sigue como uno de los sujetos fundamentales y protagonistas pero se han empleado a otros, se han incorporado otros más, la pobreza ya no es sólo desde el punto de vista económico, sino una pobreza étnica, se han incorporado como sujetos nuevos las comunidades indígenas y las comunidades afrodescendientes, las comunidades campesinas y ahí es donde la teología de la liberación ha descubierto que hay un fenómeno que se está produciendo, un fenómeno de colonialismo que no ha desaparecido por el hecho de que los países de América Latina se hayan independizado, sino que sigue funcionando el colonialismo de manera más sutil.

Allí está surgiendo una teología de la liberación potentísima. ¿Qué es la teología indígena en torno al principio de las comunidades indígenas del buen vivir y la teología afrodescendiente a partir de la propia identidad cultural de las comunidades negras en América Latina con todos sus componentes liberador, recuperando su propia identidad.

Y luego hay otro sujeto que es el más prometedor ahora mismo y que está contribuyendo de una manera positiva y creativa a abrir nuevos campos en la teología de la liberación: son las mujeres, las mujeres doble o triplemente oprimidas por ser mujeres, por pertenecer a sectores populares, por pertenecer a etnias sometidas al colonialismo, por pertenecer en el caso cristiano a una iglesia machista y patriarcal y por vivir en un estatuto de familia que considera que las mujeres están al servicio del varón.

Unas 15 o 20 teólogas están revolucionando la propia metodología de la teología de la liberación. Si ustedes leen los primeros textos, los textos de los primeros 15 años, los teólogos de la liberación varones no repararon para nada en que había una discriminación y una marginación por cuestiones de género y, sin embargo, las mujeres lo que han hecho ha sido incorporar las categorías feministas para hacer su propia teología desde una categoría que son inclusivas y que no son excluyentes.

– Cuando surge la teología de la liberación excluyen a las mujeres porque no había mujeres en ese momento que dijeran: miren. las mujeres tenemos algo que decir en estos temas..

Yo creo que esa última idea que usted dice es una excusa que se suele utilizar casi siempre cuando hay mayoría de hombres que de mujeres en cualquier congreso, en cualquier simposio, en cualquier órgano de dirección, en cualquier organización se dice no hay mujeres y si hay mujeres, pero no están preparadas, eso es humillante. Yo creo que en el caso de los colegas teólogos de la liberación no fue una exclusión intencionada y consciente, pero sí fue una desatención, un mirar para otro lado, porque no consideraban que las mujeres pudieran ser sujeto de reflexión teológica, porque en el momento en que nace la teología de la liberación el punto de partida son los movimientos de liberación de distinto tipo en América Latina, los movimientos de Educación Popular de Paulo Freire, los movimientos guerrilleros revolucionarios, los movimientos de solidaridad y ahí hay hombres y mujeres indistintamente.  Es una desatención al menos porque la estructura de la teología de la liberación de los primeros momentos fue una estructura claramente patriarcal y androcéntrica en su discurso.

– ¿Como teólogo de la teología de la liberación qué lectura le da a lo que ha pasado en Brasil?

Bueno, no solamente lo que ha pasado en Brasil, sino lo que está sucediendo en estos últimos 12 o 14 años en América Latina, que en la medida en que se está produciendo una transformación política tan interesante desde 1999 hasta 2010 o 2012, se ha invertido totalmente el ejercicio del poder, el control del poder y toda la gestión política y económica en América Latina. Claro en 12 o 14 años ha cambiado totalmente la faz de este continente porque han accedido a gobiernos en prácticamente todos los países por vía democrática organizaciones y movimientos de izquierda, que han cambiado totalmente el discurso.

Primero, el cambio de las constituciones, para mí es importante el cambio de constituciones que se ha llevado a cabo en casi todos los países de América Latina, porque se ha incorporado lo que se llama el nuevo constitucionalismo latinoamericano, que no es un simple retoque de fachada o cambio externo de unos artículos por otros, sino que el nuevo constitucionalismo se concreta primero en el reconocimiento del derecho al territorio, el reconocimiento del desarrollo sostenible con un protagonismo extraordinario de la ecología, la incorporación de las mujeres la incorporación de los movimientos indígenas y de las comunidades afrodescendientes, la mediación de los nuevos movimientos sociales y políticos que no necesariamente tienen que tener una militancia partidaria. Todo eso ha llevado a unas políticas económicas a unas relaciones con el imperio totalmente nuevas porque se ha producido el nuevo empoderamiento, todo eso ha llevado a una política económica, a unas relaciones con el Imperio totalmente nuevas, porque se ha producido ese empoderamiento. Y esa recuperación de la soberanía y en un determinado momento el Imperio dice hasta aquí hemos llegado, eso hay que frenarlo, y hay que controlarlo no dando golpes militares, el golpe de estado, al estilo clásico, con la toma del poder de los militares, sino, por otras vías, la supuesta destitución de todos estos presidentes por vía democrática a través del congreso, del senado.

Creo que esto empezó en el año 2002, después del intento de golpe de estado que se dio en Venezuela, y luego siguió en Honduras, contra Zelaya que fue destituido, y posteriormente en Paraguay, con Fernando Lugo, y ahora culmina con esta situación todavía más escandalosa porque es el país más numeroso de toda América Latina, y es que ha sido anular la voluntad popular del 53% de los ciudadanos que apoyaron a Dilma Rousseff.

– ¿Cómo se ve esto desde la teología de la liberación?

Pues se ve como un atentado contra la democracia popular y la democracia participativa, y no sólo representativa. Aparte creo que es un crimen de traición porque en realidad quién ha dado el golpe ha sido su vicepresidente. Desde el principio ya se sabía que tenía los colmillos retorcidos y se sabía que en cualquier momento le iba a pegar un mordisco que la iba a dejar totalmente mal herida.

Leonardo Boff, que es uno de los máximos representantes de la teología de la liberación, dice que lo más grave, desde el punto de vista religioso de la destitución de Dilma Rousseff es que ha contado con el apoyo de diputados religiosos, de movimientos, sobre todo evangélicos, que se han puesto de lado de la oligarquía, y ahí se ha hecho esa  alianza, es un cuadrilátero: es la oligarquía, el poder judicial, los grandes medios, y estas organizaciones que se han posicionado de lado de los sectores más conservadores y en contra de la democracia, eso es algo muy peligroso en América Latina.

– ¿Cuál debería de ser el antídoto para los países, la amenaza es latente en Bolivia, Ecuador. Venezuela está siendo acosada en este momento, cuál debe ser el antídoto?

Reforzar los movimientos de base, radicalizar la democracia participativa, facilitar que estas organizaciones que posibiliten una concientización política de la ciudadanía, por eso precisamente los momentos en que más éxito de la política de Hugo Chávez fue precisamente eso en que tenía unos movimientos populares muy consolidados y eran los que le servían de base para legitimar una política progresista, una política empoderada, eso es lo primero. Creo que desde abajo hay que fomentar todas estas organizaciones y todos estos movimientos porque de lo contrario la afirmación de que hay que pasar a una democracia participativa se queda en vacío si no hay una consolidación de los movimientos. Se sigue manteniendo la democracia representativa, que ya sabemos para lo que sirve. Actualmente la democracia representativa es para legitimar golpes de estado contra gobernantes que están en sintonía con el pueblo y, segundo, para mí, importante es el empoderamiento de los gobiernos frente al imperio de los Estados Unidos o de otros imperios que puedan existir, pero el más peligroso para ustedes es el Imperio norteamericano, no pueden bajar la guardia. Los dirigentes políticos,  tienen que seguir afirmando su independencia, su autonomía y el apoyo de autonomía depende la consistencia que tengan todos estos.

– Si un sacerdote llega donde usted y le dice mire lo que está pasando en Brasil, hay peligro en El Salvador, qué tengo que hacer, ¿que le aconsejaría a ese sacerdote?

Le aconsejaría que en sus predicaciones utilizara dos textos: en la mano izquierda la Biblia, la palabra de Dios que es subversiva y con la mano derecha el periódico correspondiente que le da la información de todas las patologías que se están produciendo en la sociedad en la que este hombre está radicando. El evangelio en la mano izquierda, siempre en la mano izquierda, atentos y escuchantes y tener el oído despierto, el oído izquierdo, y luego la palabra de Dios que es de izquierdas innegablemente, eso es una afirmación que no les parezca anacrónica, pero en la época de Jesús de Nazareno no sé si había izquierda o derecha, tal y como está formulada ahora, pero el movimiento de Jesús de Nazaret y la iglesia cristiana surge de los movimientos alternativos y de los movimientos antisistema de ese entonces en Israel.

Entonces, en la mano izquierda la Biblia, que contiene diseño de cuál es la opción ética de los cristianos y en la mano derecha el diario correspondiente para tener una información sobre todas las patologías que se dan en esa sociedad y hacerle chocar.

El evangelio condena todas estas patologías y cuanto más graves sean las patologías y más están generadas por los poderes más altos más tiene que ser la confrontación.

Lo que no puede hacer un sacerdote es pegarse al poder, el que fuere, tampoco al poder eclesiástico. Con la mano izquierda en la Biblia. El Predicador tiene que tener ese comportamiento de sospecha desde el punto de vista político, económico, desde el punto de vista social y tiene que romper definitivamente con las alianzas entre el trono y el altar, en el caso de España no es una metáfora, es real el trono es el rey y el altar es el poder que tiene la iglesia, no se puede aliar ningún sacerdote con el poder, sino que tiene que convertirse en un contrapoder. Además, si algo no debe temer la iglesia como comunidad cristiana es el poder dominante, el poder opresor.

– ¿Qué es lo que vendrá en Brasil después del golpe?

Se podría esperar una mayor legitimación de Dilma Rousseff, tal y como se ha hecho. La condena, que no es una condena por delito, sino una condena puramente política, su mayor adversario desde el primer momento que hizo el pacto estaba pensando en qué estrategia seguir para eliminarla, pues creo que primero va a contar con mayor apoyo de la ciudadanía que curiosamente la suspensión la va a legitimar y luego, desde el punto de vista religioso, creo que está más claro todavía que será mayor el número de adhesiones y apoyos que va a tener, fundamentalmente en el sector católico, porque ahí es donde más difundida se encuentra la teología de la liberación y, además, como tiene un cierto componente entre patriarcal, no renunciamos a tener en cuenta este análisis de género, es decir, esta mujer por ser mujer era considerada por estos sectores adversarios como más débil, y entonces era una presa más fácil de cazar, era una pieza más fácil de eliminar, y por eso creo que la reacción del movimiento feminista de las corrientes de mujeres organizadas va a ser de mayor adhesión. Si ella pudiera presentarse a las elecciones de 2018 creo que está todo preparado para que el 2018 triunfe de nuevo el PT, pero con mucho más apoyo popular que en estas pasadas elecciones.

Cuál es la cruz del PT, que ha tenido que hacer alianzas con partidos, organizaciones incluso de derecha y conservadores, y en la medida en que esto ha sido resultado de la corrupción, resultado de un mecanismo de imposibilitar al gobierno y además tenemos que entender más que nunca a Dilma Rousseff, independientemente de la política que haya podido hacer, ciertamente la política de Lula y Dilma Rousseff redujo la pobreza en Brasil en 40 millones de brasileños.

El más prestigioso teólogo (Boff) estuvo dirigiendo en el primer gobierno de Lula un programa que se llamaba “Hambre Cero”. Creo que esas conquistas están retrocediendo. Ahora mismo, una de las peticiones que ha tomado el presidente actual es facilitar la compra de terreno brasileño por parte de extranjeros a precios muy bajos, apelando a que las multinacionales tienen más capacidades debexplotación y más eficacia en sus terrenos que los propios nacidos, es un momento extraordinario de esperanza. Yo lo veo denunciando ese comportamiento, es un comportamiento puramente de intereses oligárquicos y de intereses económicos y financieros, tenemos que seguir el camino de la pedagogía del empoderamiento de Dilma Rousseff para ir cargando un clima de conciencia política que haga ver a la ciudadanía lo que ha supuesto este crimen actual y este golpe de estado para crecer en conciencia política transformadora.

Cualquier gobernante que llega al poder a través de la voluntad popular y que lleve a cabo una política progresista de izquierda en sintonía con los sectores populares más vulnerables, en cualquier momento puede ser destituido, porque a los gobernantes de derecha no los van a destituir, eso es seguro, entre otras cosas porque creo que la izquierda es más respetuosa con la democracia.

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