LA PASTORELA DE DOÑA JULIA
Por Marlon Chicas El Tecleño Memorioso
A la memoria de doña Julia Alas
“Campana sobre campana, y sobre campana una, asómate a la ventana, verás al niño en la cuna, Belén campanas de Belén, que los ángeles tocan, ¿qué nuevas me traéis?”, clásico villancico, que año con año, cobra vida, anunciando la llegada del nacimiento glorioso del Niño Jesús, en el portal de Belén de Judea, hace 2000 años, cumpliéndose así la promesa del Creador, a nuestros primeros padres.
Un cierto dejo de nostalgia embarga mí corazón, trayendo remembranzas de navidades pasadas, en la que el suscrito participó activamente de las tradicionales pastorelas, organizadas en la Parroquia El Carmen de Santa Tecla, en 1973, bajo la dirección de doña Julia Alas (+), la que durante años se desempeñó como catequista y encargada de tal labor. Dicha actividad teatral permitió que muchos infantes de la época pusieran a prueba sus capacidades histriónicas interpretando a la Sagrada Familia, a los ángeles, pastores, así como a personajes bíblicos, que marcaron el camino del Mesías.
Entre estos bisoños actores vienen a mi mente los nombres de: Víctor Manuel Colon, personificando al maligno, Alcira Caravantes al padre Abraham, mi hermano Jaime como Isaac, Juan Santos y Mario Gálvez como los pastorcitos, Juana Martínez como la Virgen María, su servidor al Arcángel San Miguel, quien, en compañía de otros niños, contribuimos a mantener viva tan bella tradición.
No puedo dejar escapar de la memoria, las extensas horas de ensayo, con el fin de lograr la perfección en cada una de las presentaciones, bajo la mirada y rigidez de doña Julia, producto de este esfuerzo y dedicación, los resultados eran evidentes en las puestas en escena en: ancianatos, orfanatos y parroquias de la ciudad, dicho proceso iniciaba en noviembre, con la convocatoria a ensayos, la autorización de los padres de familia a participar en ella, asignación de papeles en la pastorela, elaboración de vestuario, y los ensayos, en la que la disciplina estaba al orden del día.
Una bella reminiscencia de la época fue en las instalaciones del Hogar San Vicente de Paúl de Santa Tecla, en la que algunas de sus internas, se encomendaron a Dios, al ver aparecer al maligno en el escenario, dichas señoras se escudaban entre los niños vestidos de ángeles, recuerdo a una dulce ancianita que al verme ataviado como San Miguel Arcángel me decía “San Miguel Arcángel, defiéndeme con tu espada”, sujetándola fuertemente con su mano, sin caer en cuanta que esta era de juguete.
Otra inolvidable vivencia en las tablas fue en la navidad de 1974, en el extinto templo de la Inmaculada Concepción de Santa Tecla, en tiempos del padre Manuel Alvarenga, en la que ante un lleno total, logramos un apoteósico triunfo por nuestro desempeño, lo que motivó al párroco Alvarenga a solicitarnos una segunda aparición en escena, obteniendo siempre la aceptación del respetable, que quedó grabado en nuestros infantiles corazones.
En la actualidad, la tradición se continua realizando con mucho esfuerzo por personas de buen corazón, como en el caso de la familia del exalcalde licenciado José Domingo Chávez, en el histórico parqueo de la Urbanización Las Colinas, en el barrio Belén, así como por las parroquias tecleñas, sirva este significativo reconocimiento póstumo, a la vida y obra de doña Julia Alas, quien nunca supo llamarme por mi nombre, debido a lo complejo de su pronunciación, seguro estoy que desde el cielo, continua dirigiendo a los ángeles, serafines y querubines en la pastorela eterna dedicada a Nuestro Redentor. ¡Feliz navidad y próspero 2022, amigos lectores!
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