Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
En la procesión de ofrendas del segundo domingo del tiempo ordinario, integrantes de la Comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral Metropolitana ofrecieron la frase “La Paz es fruto de la Justicia” que simboliza la esperanza del pueblo salvadoreño tras la firma de los Acuerdos de Paz, en 1992, en la ciudad de Chapultepec, México.
María Teresa Alfaro, replicó algunos fragmentos de la Homilía de Monseñor Romero del 15 de enero de 1978, que se enmarcó en las romerías del Cristo Negro, como se realiza en Guatemala, y en donde el Obispo mártir habló de la unidad de los países centroamericanos.
“Que hermoso sería que estos países de Centroamérica, arrancando sus pecados de su historia, de su política, de su sociedad, de sus relaciones, nos presentáramos en el día del Señor de Esquipulas, como hermanos de Cristo”, reseñó.
“Y la razón de ser de una sociedad, de una comunidad política no es la seguridad del Estado, es el hombre desde Cristo dijo -No es hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre-”, al explicar Alfaro, que el hombre era el objetivo de todas las leyes e instituciones (Homilía 1978)
Mientras, el vicario de catedral metropolitana, Carlos Campos , que tuvo a cargo el oficio religioso, afirmó que la “cripta de catedral es el hogar del santo Oscar Romero” y todos los feligreses que llegaran a visitarlo o pedirle un favor.
“No solo es el centro de la memoria histórica que ya es grande, sino también, como proféticamente lo dijo el pueblo que era un -santo de América-, pero Romero no solo es santo de América, sino de toda la iglesia”, señaló.
Además recordó que el cardenal José Luis Lacunza (Panamá), el 24 de marzo de 2015 dijera que “Romero es de Dios”, y que las imágenes falsas que les vendieron a la población, que la iglesia se encargó, con el pasar de años, de purificarla y públicamente decir que es Santo.
En esa homilía también el cardenal Lacunza afirmó, que el actual pontífice habló de una iglesia “pobre y para los pobres”, y de pastores con olor a oveja mientras mira a Monseñor Romero, y dijo “pienso ahí está el paradigma hecho carne y hueso, el modelo de pastor y de iglesia que busca el papa Francisco”.
“Es un preciado tesoro de la iglesia que los obispos salvadoreños tienen el deber de custodiar y dar a conocer”, dijo cardenal Lacunza en la homilía de aquel 24 de marzo de 2015.
“Romero es santo y por eso la casa de san Romero, es la casa de cada peregrino que se acerca a rezar o pedirle un favor, y Romero es muy bueno y seguro que nos atiende a todos, independiente de donde vengamos”, puntualizó el vicario Campos.