Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
Un nuevo caso de violación a una menor de edad por parte de un militar se ha registrado en El Salvador; en esta ocasión, las autoridades gubernamentales no solo guardan silencio, sino que tratan de desmentirlo. Este caso se registró en Soyapango, el pasado 31 de octubre, según fuentes policiales y fiscales citadas por El Diario de Hoy que ha reconstruido parte del caso.
Ese día, justo cuando El Salvador y las autoridades prestaban atención a la tormenta tropical Pilar, en horas de la tarde, una menor de 13 años, en Bosques del Río, en Soyapango, salió de la vivienda de su tía a la casa de una compañera de escuela para que le prestara un cuaderno y copiar parte de las clases, ya que por problemas de salud se había atrasado en sus asignaturas. Sin embargo, en la vivienda no se encontraba nadie, por lo cual, se regresó a la vivienda.
Durante su regreso, la menor fue retenida por presuntamente tres militares, estos la llevaron a través de la cancha de fútbol de la colonia hasta unos matorrales. En ese lugar, uno de los tres militares la habría violado mientras los otros montaban guardia.
Tras sufrir la agresión y que los agentes se retiraron de la zona, la menor se fue del lugar para el pasaje donde vivían sus familiares; tocó la puerta, pero el ruido de la lluvia impedía que la escucharan, por lo que se fue a la casa de sus vecinos donde relató lo que había pasado.
Según informó EDH y de acuerdo con fuentes policiales (que hablaron a condición de anonimato), fue esa vecina quien llamó al 911 y a la tía de la menor para que conocieran lo sucedido. La menor presentaba señales de golpes en su cuerpo, por lo que los militares también la habían golpeado. Uno de sus familiares le levantó un poco la camisa y observaron que tenía marcas de golpes, de hecho, a un costado tenía marcado con lodo, la suela de una bota militar, contó el medio impreso.
En la casa de la vecina, llamaron a la PNC y esta llegó media hora después, ya que los policías más cercanos, los de la San José, tenían problemas para desplazarse, por lo que asignaron el caso a los de la Colonia Santa Eduviges.
De acuerdo con fuentes de El Diario De Hoy, la menor de edad, en sus primeras palabras con sus familiares, describió que el militar que la había violado tenía el rostro oculto con un gorro (navarone), llevaba camiseta negra, pantalón y botas de militar; sin embargo, no portaba fusil. Los otros, sí andaban uniformados y llevaban sus fusiles. Los tres, aparentemente portaban boinas ocres. Según fuentes militares del medio local, aseguraron que las boinas ocres son exclusivas del Batallón de Paracaidistas del Comando de Fuerzas Especiales.
En el momento que llegó la PNC, también se llamó a la Cruz Verde Salvadoreña para trasladar a la menor a un centro asistencial, los socorristas le dieron un tranquilizante debido a la presión arterial alterada.
Los agentes policiales que habían llegado a la zona querían llevar a la menor de edad a la base militar para que reconociera al soldado que la habría violado; sin embargo, una de las familiares se opuso, ya que la menor no estaba bien emocionalmente y podría causarle más daño si veía el agresor, argumentó.
Los familiares llevaron a la menor al Hospital de La Mujer, en San Salvador. En horas de la noche de ese día, el Movimiento de Trabajadores de la Policía (MTP) informó sobre la violación y publicó una fotografía de la menor cuando era trasladada.
Según comentó el rotativo, esa noche, los aproximadamente siete soldados asignados a la colonia Bosques del Río fueron formados en la cancha de basquetbol y los desarmaron. Pero se desconoce qué sucedió con ellos, tampoco se sabe del que habría violado a la menor.
Luego de unos minutos de la publicación del MTP en redes sociales, la cuenta de la PNC dijo que era falsa. El mismo ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, también, desmintió el hecho. Sin embargo, el caso sí ocurrió. De hecho, la menor estuvo ingresada siete días en el hospital, en ese tiempo, agentes policiales intentaban persuadir y manipular a la menor para que dijera que el soldado era su marido.
Al salir del nosocomio, la Fiscalía General de la República (FGR) obligó a la menor a realizar el mismo recorrido de ese 31 de octubre, día en que fue violada por un militar. La menor habría señalado el lugar y el cómo de su retención, señaló el lugar de su violación y el recorrido que hizo después hasta la casa de sus vecinos, según comentó el medio de acuerdo con fuentes fiscales y policiales cercanas al caso.
Para más, dichas fuentes informaron que “han recibido órdenes” de no avanzar en el caso. Días atrás, investigadores que presuntamente desconocían la diligencia, habrían llegado a la colonia para incautar cámaras de vigilancia ubicadas sobre el trayecto que hizo la menor.
Según concluyó el medio en su historia, la víctima y su madre huyeron de la colonia Bosques del Río, debido al miedo que tenían. La PNC, FGR y Defensa Nacional no se han pronunciado al respecto.
Este no es el único caso que se ha registrado, en septiembre de este mismo año, otra menor de 13 años fue violada por un soldado de la Fuerza Naval, en complicidad con otros 5, en Mizata, La Libertad. La menor fue amenazada con el régimen de excepción.