¿LA POLICÍA NACIONAL CIVIL O LA PANDILLA NACIONAL CIVIL?
Por: Waldemar Romero
“En las revoluciones la autoridad recae en los más sinvergüenzas y cobardes”
(Georges Jates Santos)
La autoridad como un eje primordial para mantener la seguridad y estabilidad social en un país que históricamente ha desbordado violencia. Desde comienzos de la post guerra hace años atrás, siempre se ha luchado por restablecer un orden mediante medidas que oprimen o reprimen más a la población. En los meses durante la emergencia se colocaron cercos sanitarios, se detuvo el libre tránsito, se maltrató y violentó a un sector de la población que desconocía de manera vivencial los abusos y atropellos cometidos por las mismas “autoridades” que mediáticamente la gestión actual trata de solventar con publicidad bajo el eslogan “nuestros héroes”, un concepto superfluo, somero y hasta cómico preestableciendo, que debería ser más importante difundir y radicalizar portar un arma que un libro.
Cuando un “policía” establece el poder y autoritarismo para detener a un joven en el Centro Histórico de San Salvador, —someterlo, detenerlo y desaparecerlo —bueno, esto último no está dispuesto como protocolo de una detención, pero si es sesgo social y judicial que pocas veces se habla a nivel social y periodístico, porque el abuso de autoridad es algo que se ha normalizado en los últimos años. “La PANDILLA Nacional Civil” como lo menciona un abogado, cuyo despacho está ubicado en el corazón del centro capitalino.
Por otra parte, un 75% de los policías cursan estudios universitarios, fundamentando la tesis sociológica que un título universitario hace mucho dejó de ser un consolidado para un verdadero profesional simplemente un prerrequisito más para ascender a una jefetarura más para un ser un verdadero “obtuso” más en el campo laboral. Ahora bien, porque la Policía Nacional Civil siendo la institución más denunciada en PDH y la más investigada por la Fiscalía General de la República, no establece un balance general de los abusos, de los atropellos, y violaciones cometidas durante los últimos años como informe de incidencias, siendo de esa forma, congruente como institución de prestigio. El prototipo de capacitación, instrucción y protocolo a los que son sometidos los procesos dentro de la Academia Nacional de Seguridad Pública, para tener un mejor equilibrio de imagen.
Policías que, con solo quitarles el uniforme y serían una réplica exacta de un pandillero común dentro de una comunidad de extrema vulnerabilidad. La falta de protocolos durante la emergencia pasada, el nivel psiquiátrico de algunos elementos de esta institución y las responsabilidades de parte de la Fiscalía para procesar e interceder en casos de desapariciones y abusos cometidos por empleados de esta institución, que a claras voces se mencionan.
Se debe establecer a nivel de fiscalización el proceso y los movimientos que debe tener tanto policías como militares, tal como se hace en países Sudamericanos, Colombia, Argentina, Chile, que mantienen una inspectoría fiscal en regiones y zonas como alta población estudiantil y así frenar el abuso de parte de las mismas autoridad.
Regresamos al proceso anterior, ¿qué protocolo y qué fundamento establece un policía para justificar un abuso de autoridad? Como ciudadano cuestionar, pero como autoridad establecer que al final es ¿POLICIA NACIONAL CIVIL O PANDILLA NACIONAL CIVIL?