Buenos Aires/AFP
La presidenta argentina, patient Cristina Kirchner, dijo este jueves estar convencida de que el fiscal Alberto Nisman, que la acusó de encubrir a Irán, no se suicidó y que fue «usado» para «una operación contra el gobierno».
«Los espías que no eran espías. Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio», dijo Kirchner del fiscal que investigaba el atentado contra la mutual judía AMIA en Buenos Aires en 1994 que dejó 85 muertos y fue hallado muerto el domingo en su apartamento de un tiro en la sien.
«Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible», agregó en una carta publicada en su perfil de Facebook.
Nisman acusó a la jefa de Estado, a su canciller Héctor Timerman y al diputado Andrés Larroque, líder de la agrupación kirchnerista La Cámpora, de «confabular» para encubrir a exfuncionarios iraníes imputados de haber ideado o llevado a cabo el atentado a la AMIA en Argentina.
«La acusación de Nisman no sólo se derrumba, sino que constituye un verdadero escándalo político y jurídico», agregó.
En una extensa carta, Kirchner insistió en que «la denuncia del Fiscal Nisman nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el Gobierno. Se derrumbaba a poco de andar. Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo nunca».
«La verdadera operación contra el Gobierno era la muerte del fiscal después de acusar a la Presidenta, a su canciller y al secretario general de La Cámpora de ser encubridores de los iraníes acusados por el atentado terrorista de la AMIA», afirmó.
La presidenta, quien no va a la Casa Rosada desde que se fracturó el tobillo el 27 de diciembre y realiza su actividad en la residencia de Olivos (periferia norte de Buenos Aires), sólo se ha expresado a través de la red social desde que Nisman dio a conocer su acusación la semana pasada, provocando un cimbronazo político en medio del verano austral.
Crecen especulaciones
El texto entero de la denuncia de Nisman fue hecho público por la justicia el martes.
La acusación del fiscal está basada en escuchas telefónicas y en informes de dos supuestos agentes de inteligencia, negados como propios por la Secretaría de Inteligencia, que los calificó de «vendedores de influencias».
El fiscal fue hallado muerto por su madre con un tiro en la sien en el baño de su apartamento en un lujoso edificio del barrio de Puerto Madero, horas antes de presentarse en el Congreso para explicar su denuncia.
El deceso, investigado en medio de una maraña de versiones y especulaciones, es por ahora calificado por la justicia como «muerte dudosa», y se investiga si fue suicidio, «suicidio inducido» o asesinato.
Hasta ahora voceros del gobierno se inclinaban por la hipótesis del suicidio y la oposición era la que sostenía la idea del homicidio, dando a entender que el gobierno habría querido callarlo, pero ya en una primera carta que publicó el martes, la mandataria se había referido al suicidio de Nisman poniendo la palabra entre signos de interrogación.