Como ya es habitual, frente a las marchas irá ese grupo de muchachos cuyo objetivo es resguardar a los manifestantes de la violencia policial, además de unirse a la voz de miles de colombianos que protestan contra el gobierno de Iván Duque.
Los de la Primera Línea son considerados los héroes de estas jornadas de protestas, iniciadas el 28 de abril contra un paquetazo de medidas de carácter neoliberal, lesivas para la mayoría de la población de este país suramericano, de acuerdo con las denuncias.
Van protegidos con gafas, algunos con máscaras antigases o pañuelos, cascos de construcción o deportivos y escudos improvisados para evitar las lesiones que puedan ocasionar las acciones represivas del Escuadrón Antidisturbios (Esmad).
Dentro de sus normas está también auxiliar a los movilizados que quedan detrás afectados por los gases lacrimógenos, heridos o los que están en riesgo de ser embestidos por los miembros del Esmad.
Al mismo tiempo que se consideran contraparte de este grupo de élite policial, buscan evitar que las manifestaciones pacíficas sean infiltradas por vándalos, causantes de estragos en el país para justificar la represión de los uniformados, según diversas opiniones. ‘La sorpresa: todos estos muchachos tienen formación política. Unos pocos la adquirieron en los libros; los demás cursaron tres materias duras: el hambre, la injusticia y la exclusión’, el columnista del diario El Espectador Julio César Londoño.