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La puesta en peligro de la estabilidad nacional

Los mismos cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional, tadalafil que sistemáticamente han venido sacando sentencias, resoluciones o avisos, que se les puede considerar de muy graves, por polémicas, y porque, contrarían la misma Constitución, pusieron una vez más en difícil situación la relativa tranquilidad política del país, al ordenar que solo 60 de los 84 diputados electos el uno de marzo, deberían juramentar hoy.

Cuando cualquier ciudadano que lea el artículo 124 de la Constitución, le queda claro que son todos los diputados electos, los que deben tomar posesión el uno de mayo del año en el que han sido electos.

Cuando la Sala de lo Constitucional resuelve que deben contarse nuevamente los votos de todo el departamento de San Salvador, porque considera que quienes desarrollaron esa labor lo hicieron de forma irregular y sin transparencia, sin embargo, en el mismo día que el Tribunal Supremo Electoral entregaba las credenciales de diputados electos , la Sala les dice que en el caso de San Salvador, esas credenciales son “provisionales”.

Al darles el carácter de provisionales, todos esperaban que, si el TSE no cumplía el conteo en el tiempo establecido por la Sala, porque era humanamente imposible, iba a sostener el carácter de provisional, sobre todo para los diputados electos por residuo, para no incumplir el artículo 124 de la Constitución.

No obstante, la Sala, en un nuevo comunicado elimina el carácter de provisional, y ordena que los 24 diputados electos por San Salvador tenían prohibido participar de la ceremonia, y mucho menos asumir en sus cargos de diputados. Además de que hace una serie de amenazas, con el más claro estilo de soberbia y prepotencia, con ánimos, sin lugar a dudas de generar una crisis institucional de pronósticos reservados.

Y si no fuera porque al día siguiente, los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa, con mente fría analizan la gravedad de la situación, pero que pese a ello, acuerdan someterse a los caprichos de los cuatro magistrados de la Sala, en El Salvador habría “ardido Troya”, como amenazó hace más de cinco años, el ex presidente Alfredo Cristiani.

Y si bien los partidos políticos en la Asamblea Legislativa, una vez más han decidido aceptar otra absurda decisión de los cuatro magistrados de Sala, y las humillaciones a quienes decide quitar de la vida pública, como el Presidente del Consejo Nacional de la Judicatura, ya es tiempo que académicos sensatos, abogados serios, inicien el estudio que culmine en un antejuicio para quitar a esos cuatro magistrados.

De igual forma, debe iniciarse una campaña de información, a escala internacional, para que conozcan de los graves problemas en que civiles endiosados y con poder pueden provocar en alguna nación.

El tiempo de aceptar todo lo que la Sala diga y haga, aún a sabiendas de que se ha cometido un atropello a la Constitución debe terminar ya, pues la institucionalidad del país, no debe ponerse más en peligro, por cuatro togados, convencidos que representan a los Dioses en la tierra.

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