Por: Iván Escobar
Colaborador
La sincronía y armonía con la naturaleza y los seres humanos conlleva el escuchar y, sobre todo, aprender de los ancestros, hombres y mujeres, que nos heredaron grandes conocimientos a lo largo de muchas generaciones, que el sistema consumista actual no permite que se conozca, y lleva a los herederos a transitar por caminos ajenos, en los cuales se maltrata y desprecia a la madre tierra y toda sus bondades.
Las comunidades originarias del país reflexionaron este fin de semana en torno a estos temas, y también remarcaron la necesidad de cumplir la profecía ancestral, que reveló la necesidad de transitar por la unidad, aprovechando los diversos conocimientos y experiencias para enfrentar las diferentes problemáticas que sufren las mujeres y hombres con descendencia indígena.
En El Salvador se conmemoró este fin de semana, el Equinoccio de Otoño, con la realización de ceremonias ancestrales en agradecimiento a la madre tierra, por las bondades y los frutos que nos da cada día, por el agua, el aire, por el sol y la alimentación que sustenta la vida. “Sin embargo cada año, cada día, le dañamos y despreciamos nuestra casa común”, lamentó Margarita Durán, de la Federación de Pueblos Originarios del Sur (FEPO-Sur), una de las organizaciones que participó en los rituales celebrados en nuestro país.
Recordemos que “Equinoccio de Otoño, se celebra en el hemisferio norte, mientras que el de primavera en el hemisferio sur”, precisó Renato Sifonte, del Consejo de Principales Ajq´jab´ Mayas de El Salvador, que este domingo celebraron simultánea en los centros ceremoniales de Cihuatán (Sihutan), Aguilares; Casa Blanca, Chalchuapa; San Andrés, Sitio del Niño.
“Es necesario conectar con nuestra madre tierra, con las poblaciones originarias y las nuevas generaciones para que trascienda el conocimiento que por ahora es amenazado por la modernidad”, externó el tata Apantumac, de la Asociación de Consejos de Pueblos Originarios de Cuzcatán (ACOPOC), durante la celebración de la ceremonia en la isla “La Puntona”, del Lago de Shilopanku (Ilopango).
Ancestralidad y conocimiento
En el marco de estas conmemoraciones se contó con la participación de autoridades Mayas, provenientes del vecino país de Guatemala, que participaron y compartieron con representantes de organizaciones de pueblos originarios y población indígena de nuestro país, y también concluyeron que “la única forma de lograr que trascienda nuestra cultura, nuestras tradiciones, es avanzar en unidad”, precisó Eddy Ajxup.
“El fuego ha hablado en nuestros altares y sabemos que la profecía comienza a cumplirse, la raíz reverdece y el florece…es tiempo de unirnos, de trabajar en conjunto las poblaciones originarias, para defender a la madre tierra de toda amenaza y daño que le causamos diariamente”, remarcó el tata Manuel Fernández, de la FEPO-Sur quien remarcó que a lo largo de la “historia que escribió el vencedor, se ha dicho o hacer creer que los pueblos originarios no existen, y si los hay están concentrados en un solo espacio, para nosotros como Federación hay una deuda histórica, el no reconocer la multiculturalidad que tenemos”.
Una ceremonia en uno de los centros con gran energía
Sifonte comentó que en este Equinoccio de Otoño se decidió por parte del Consejo Mayas de El Salvador desarrollar simultáneamente tres ceremonias este domingo 24, para poder contar con la presencia de más personas, así como poblaciones aledañas a estos, y no solo sea vean los rituales de forma turística, “sino poder transmitir la enseñanza de nuestras abuelas y abuelos a través del fuego sagrado, y su energía ancestral”, acotó.
Por tanto, Cihuatán o Sihuatan para las poblaciones originarias, es un centro ceremonial muy emblemática, y que preserva la energía de resistencia de nuestra población ancestral, así como vestigios que de acuerdo a la investigación arqueológica dejan en claro el nivel de civilización de las pobladores ancestrales, en lugar cuenta con el campo de pelota, y es en este lugar donde también se descubre piezas ancestrales que revelan el nivel de avance científico y creación que poseían sus habitantes, como el ya contar con conocimiento y uso de la rueda, en tiempos previos a la conquista, entre otra gran importancia y valor para la comunidad indígena.
Una ceremonia en armonía con la naturaleza y los presentes se vivió, en este espacio donde se contó con presencia de diversas poblaciones, así como autoridades y delegados por sus organizaciones. Las personas que asistieron se mostraron optimistas y agradecieron el permitirles se parte de la ceremonia, que además contó con la presencia de danzantes ancestrales, que participan en armonía con el sonido de los caracoles, tambores y el canto de las aves, en medio de la cuenta de los nahuales, y la presencia de los regentes, y a través de la energía del gran padre fuego.
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