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Lausana/Suiza/AFP
¿Una Liga de Campeones semicerrada a partir de 2024? La cuestión de la controvertida reforma de la Champions agitará la asamblea general de la Asociación Europea de Clubes (ECA) entre hoy y mañana en Ginebra.
La sede de la UEFA en la vecina Nyon iba a ser el escenario el 11 de septiembre de otra reunión, pero ese encuentro fue aplazado ‘sine die’.
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, dio sus explicaciones al respecto a mediados de agosto: su organización está “reuniendo las contribuciones” de las federaciones nacionales y una nueva discusión “sería prematura” ya que antes hay que analizar bien las propuestas.
Distintas voces consideran que esas palabras quieren decir realmente que el descontento es tan importante ante el proyecto de reforma presentado hace unos meses que el patrón esloveno de la UEFA ha decidido ganar tiempo.
El aplazamiento de la reunión que estaba prevista el miércoles “revela una fuerte oposición”, estima Bernard Caiazzo, presidente del Saint-Etienne francés, uno de los clubes más movilizados contra la reforma.
Para él, “es un primer signo oficial (del gran descontento) ya que era la reunión que aunque no iba a decidir la reforma de la Champions sí que iba a dar una orientación clara”.
El proyecto de la UEFA fue presentado en mayo y contempla que la Liga de Campeones, a partir de 2024, se juegue con cuatro grupos de ocho equipos, ofreciendo más partidos y con ello más ingresos a los participantes. 24 equipos de los 32 se clasificarían automáticamente de una temporada a la otra, lo que para los opositores al proyecto generaría una liga “cerrada”.
La Premier League inglesa también está en contra del proyecto. Según los detractores, la nueva Champions pensada por la UEFA disminuiría el interés de las ligas nacionales, ya que la clasificación de los clubes para la Liga de Campeones ya no dependería de esas competiciones domésticas.
“Cuando cierras en un 90% el torneo supremo, matas el sueño de un equipo mediano de acceder a él”, subraya Caiazzo.
Para apoyar sus palabras cita el ejemplo del Lille, subcampeón de la última liga francesa, que a partir de 2024 “no podría ya vivir el cuento de hadas que supone pasar del 17º puesto de la Ligue 1 a la Liga de Campeones en catorce meses”.
Según una fuente cercana a las negociaciones, el proyecto de reforma se debe especialmente al italiano Giorgio Marchetti, director de competiciones de la UEFA, en colaboración directa con su homólogo de la ECA, el belga Diederik Dewaele.
“Cinco o seis grandes clubes europeos influyentes en el seno de la ECA tienen un gran peso en la propuesta de reforma, pero cada uno intenta endosársela al otro para no perder credibilidad”, estima una fuente cercana al asunto.
Entre esos clubes estaría la Juventus de Turín, cuyo presidente es también el de la ECA, pero también otros nombres relevantes como el FC Barcelona y el Real Madrid, según la prensa.
La ECA continuó presentando en las últimas semanas el mismo esquema de salida (una Champions de 32 equipos con 28 clasificados directamente), pese a las numerosas reacciones hostiles. En un comunicado publicado el 16 de agosto, la asociación señala que “la estructura actual de las competiciones europeas de clubes no son del interés de la mayoría de clubes, especialmente los que no pertenecen a los grandes campeonatos”.
Varias federaciones han formulado sus contrapropuestas, que sugieren especialmente cuotas de clasificación no por países, sino en función del índice UEFA de un club, así como una mejor redistribución de los ingresos.
El tema estará presente el lunes y el martes en el encuentro de la ECA en Ginebra.
“La cuestión estará evidentemente en el orden del día, si no lo estuviera sería muy sorprendente”, afirma Caiazzo, que asegura que entre los 246 clubes miembros de la ECA “el porcentaje de clubes desfavorables al proyecto o indecisos es superior al porcentaje de clubes que son favorables”.
