Carlos Girón S.
Entretanto el sacerdote daba el sermón en la Misa del Domingo de Resurrección, prescription en esta Semana Santa, view me ocupaba de pensar en el misterio de la victoria de Jesús sobre la muerte, doctor Su Resurrección al tercer día después de sepultado, como Él lo había anunciado cuando corrió a los mercaderes y cambistas del lugar donde les dijo que era templo de Dios.
La ciencia, que todo lo espulga para verificar su realidad o falsedad –incrédula hasta la médula, como el apóstol Pablo–, no deja piedra sobre piedra con toda clase de dogmas, volviéndose hasta cierto punto iconoclasta, al destruir algunas creencias religiosas que no pasan la prueba. Por eso resulta extraño que el contenido de los Evangelios se mantenga casi intacto, sin llegar a ser tocados por el escalpelo científico.
La Resurrección del Cristo es uno de los puntos sobre el que la ciencia podría abrigar recelos, como a ratos también con Sus milagros, el agua hecha vino; la curación del ciego, del paralítico, la resurrección de Lázaro y la hija de Jairo, etc. A pesar de todo, los Evangelios siguen campantes a través de las centurias, con tanta validez hoy en día como en los tiempos de los apóstoles. Como sea, así fuera por mera fe y sana credulidad, todo el mundo no pone en tela de juicio, no cuestiona, no discute ni niega lo que se dice: que los predicamentos de los Evangelios son inspiración, Palabras del propio Dios, inspiradas y reveladas a sus autores –que posiblemente no fueron hombres aislados, sino tal vez grupos o una sucesión de ellos, hombres santos, píos, de una gran espiritualidad y, seguramente, místicos Iniciados. Se sabe que estos escritos sagrados fueron hechos no en los meros días del Ministerio o despuesito de la Ascensión de Jesús, sino muchos años después. Los exégetas todavía no nos han aclarado apropiadamente este punto, si bien se acepta que Juan haya sido el autor del Evangelio que lleva su nombre, como así mismo el Apocalipsis o Libro de la Revelación.
Siguiendo con la ciencia y sus pesquisas, de una manera sorprendente, voceros de la entidad han declarado en más de una oportunidad: “La NASA confirma que la Biblia fue inspirada por Dios. DIOS es Real, su palabra no falla y todo lo que el mundo está viviendo y lo que le espera está plasmado en las escrituras, que es la Biblia la palabra de Dios.
Hace un par de años o un poco más, se dio la noticia de que la NASA había logrado comprobar un aserto de las Sagradas Escrituras, relativo a que el Sol había detenido su marcha por un día. Por lo curioso e interesante del caso, no describo yo lo sucedido, sino mejor lo transcribo:
El Dr. Harold Hill, presidente de la compañía automotora Curtis de Baltimore, Maryland, EE.UU. y consejero del programa espacial, relata el siguiente suceso:
“Una de las cosas más asombrosas que DIOS ha hecho entre nosotros sucedió con nuestros astronautas y científicos espaciales en Green Belt, Maryland. Estaban verificando la posición del Sol, la Luna y los planetas para saber dónde se encontrarían dentro de cien años y en los próximos mil años. Se hizo que la computadora corriera a través de los siglos y de repente se detuvo y empezó a dar una señal roja de alerta indicando que había algún error en la información con la que había sido alimentada. Decidieron llamar a la oficina de mantenimiento para revisarla; los técnicos encontraron que la computadora estaba en perfectas condiciones. El director de operaciones de IBM pregunto cuál era el problema y para su sorpresa la respuesta fue: “Hemos encontrado que falta un día en el universo del tiempo transcurrido en la historia.
“Empezaron a rascarse la cabeza… !No había respuesta!.
“En el equipo había un cristiano que dijo, “Una vez escuché en un estudio bíblico en la iglesia que el Sol se detuvo.” Ellos no le creyeron, pero como no tenían ninguna respuesta, le dijeron, “Muéstranos.” El entonces tomó su Biblia y leyó en el libro de Josué algo bastante “ridículo” para alguien con “sentido común.”. En ese pasaje, DIOS decía a Josué: “No tengas miedo, porque los he entregado en tus manos, ninguno de ellos te podrá resistir.”
“Josué estaba preocupado porque el enemigo los había rodeado y si oscurecía, el enemigo podría derrotarlos. Entonces Josué pidió al Señor que detuviera al Sol. Y así sucedió. “El Sol se detuvo y la Luna se paró… y no se apresuró a ponerse casi un día entero.”
“Los ingenieros del Programa Espacial dijeron: “¡Ese es el día que falta!.” Rápidamente verificaron en la computadora retrocediendo en el tiempo a la época descrita en la Biblia y descubrieron que se aproximaba, mas no era el lapso de tiempo exacto. El lapso que faltaba en la época de Josué era de 23 horas y 20 minutos, no era un día completo Leyeron nuevamente en la Biblia y allí decía: “CASI un día entero” (Josué 10:13). Estas “palabritas” en la Biblia son muy importantes. Parte del problema había sido solucionado. No obstante, faltaban 40 minutos. Esto ocasionaba un grande problema. Si no aparecían esos 40 minutos, había grandes discrepancias en los cálculos espaciales debido a que los minutos se multiplican muchas veces en órbitas. Este cristiano recordó que hay un lugar en la Biblia donde se menciona que el Sol RETROCEDIÓ.
“Sus compañeros le dijeron que estaba loco. Sin embargo, permitieron que les mostrara en el Segundo Libro de Reyes, capitulo 20: 8-10, donde la Biblia narra que Ezequías, quien estaba a punto de morir, fue visitado por el profeta Isaías, quien le dijo que no moriría.
“Ezequías no creyó y le pidió una señal diciendo: “¿Avanzará la sombra diez grados o retrocederá diez grados?… Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados pero no que la sombra vuelva diez grados. Diez grados son exactamente 40 minutos. 23 horas y 20 minutos en Josué, más 40 minutos en Segunda de Reyes completan las 24 horas que los hombres del Programa Espacial tuvieron que añadir a la historia como el día que faltaba en el Universo”…
Vemos así que la NASA ha comprobado la veracidad de las aseveraciones y profecías contenidas en la Biblia. Veremos en otro momento, que en vez de refutar lo relacionado con la Resurrección de Jesús el Cristo, la ciencia aporta pruebas de hechos rodeados con este milagroso prodigio, que tantas esperanzas significan para la Humanidad.