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La revelación y rebelión de las redes sociales

Gabriel Otero*

Para Grego Pineda

 

CADENAS NUESTRAS DE CADA DÍA

Siéntete rehén del Messenger y el correo electrónico, secuestrado entre las cadenas nuestras de cada día, atiborrado de mensajes no necesarios, es el poder del rumor y la falsedad, les dicen hoax y spam, son largas serpientes, comenzaron interminables hace diez años y nunca culminan porque siempre hay algún crédulo descubridor.

Bill Gates te regalará 50 mil dólares por enviar este mensaje sólo pruébalo y verás, San Judas Tadeo no intercederá por ti si rompes el eslabón.

Y en Semana Santa contempla la imagen de Jesucristo, caucásico y occidental, pide tres deseos y mándala a 150 de tus contactos, ten fe y esperanza y si no lo haces tu vida será un calvario, recuerda que Dios es omnipresente y observa tu actitud.

Hoy estás de suerte cambiarás de computadora, fuiste de los cien elegidos, eso sí, previo llenado de formularios con tus respectivos datos personales incluyendo números de tarjetas de crédito y códigos de seguridad.

Protesta porque tu voto no sirve, los políticos serán solo políticos, escríbele diez cartas anónimas a Nayib Bukele, el presi más cool, represivo y popular de Twitter, hoy X, y exígele que te saque de pobre y al Peje recuérdale su ineptitud y dile que ya basta de mañaneras. Sé ácido y fiero crítico en Facebook, vuélvete especialista del tema del día o la semana y miéntales la madre a todos por ignorantes, pero antes dale «me gusta» a la foto de Mujica y su Volkswagen como un gustito culposo para disfrazar tu falta de humildad.

Estás de plácemes porque Lula Da Silva volvió a la presidencia, tú eres un histórico izquierdista de corazón y por eso apoyas al exagente Putin aunque Rusia no sea lo mismo que la Unión Soviética, ni la Nicaragua de Ortega se parezca a la de Somoza, tú reenvía todas las fotos que puedas con los líderes alternativos y demuestra que odias el capitalismo.

Y a ti que te encanta comunicarte, no olvides de que pronto cobrarán el WhatsApp, tú eres cauto y precavido y sin que te lo indiquen ya enviaste el mensaje advirtiéndole esta tragedia a diez de tus contactos con emoticones preocupados y llorones.

Horrorízate por la caza de ballenas y conmuévete porque utilizan a los cánidos como conejillos de indias, vomita porque los asiáticos se los comen en brochetas y carnitas, siempre es posible tanta hambrienta crueldad, eres ciudadano casi ejemplar que nunca levantas la mierda estática de tu mascota de la vía pública, ésta espera llenarse de moscas o a embarrarse en suelas de quién sabe quién.

Únete a las causas nobles, sé solidario, dale forward cuando recibas fotos de niños secuestrados, y si puedes antes de morir dona también un riñón y tu corazón, sólo perderás tu dirección de internauta para integrar nuevos bancos de datos y generar más series de cadenas para que otros las lean.

Pero dejemos a un lado el sufrimiento global, hablemos de cosas amables como que a cada signo zodiacal corresponde una fruta, yo soy manzana y tú serás pera, kiwi o fresa o mejor nombra una fruta sin “a” y mientras contempla la foto en la que ella se abre de piernas, mamacita si por un ratito estuvieras aquí.

Y ya sabemos que odias a Bad Bunny y al reggaetón, pero ya abriste tu cuenta de Tik y Tok y de Instagram para fisgonear los reels de ellas cuando perrean.

Y no olvides mandar este artículo a todos tus contactos so pena de morir en el teclado fulminado por un rayo porque en la red también existen la justicia divina y los boomerangs.

MI AMIGO CHOMSKY

A Noam le sobran admiradores. A sus 95 años los rumores lo mataron en las redes sociales, pero él como buen judío revoltoso jamás siguió a la luz y regresó para tumbar a patadas la puerta de la vida y permanecer tan campante como sus ideas.

El 18 de junio de 2024 los muros de Facebook y los tuits de X parecían un obituario cibernético extendido, todos lamentaban la muerte de Chomsky y se fueron en la marejada de la noticia falsa, nadie verificó la veracidad del hecho y lo enterraron sin haber fallecido.

Ante el bombardeo de comentarios emitidos por analfabetas conocidos, de inicio me sentí abrumado ante tanto lingüista, pero después me percaté que la causa de tantas simpatías eran sus posturas políticas y sus críticas abiertas a los sistemas neoliberales.

Gran parte de la ola de lamentaciones se debió a poses intelectualoides y a la mímesis social obligada de que todos los habitantes consuetudinarios de las redes que consideraban a Chomsky como su amigo.

Por un momento, me sentí infame por vomitar de solo recordar la gramática generativa de su autoría. Tres materias seriadas de lingüística avanzada cursadas en la carrera, fueron motivo suficiente para aborrecer la obra de Ferdinand de Saussure, Noam Chomsky, Dámaso Alonso y Alarcos Llorach, entre otros filólogos y lingüistas distinguidos.

Yo respeto la figura de Chomsky, pero no, no es mi amigo.

ES HOMBRE, AUNQUE TENGA VAGINA

Los usuarios católicos de redes sociales se quedaron con ganas de confrontarse después de lo sucedido en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024.

Como una muestra de lo respetuosa que suele ser la religión, durante días reprodujeron imagotipos con figuras vomitando los colores del arcoíris con fondos de la Torre Eiffel y los aros alusivos a las olimpiadas.

Y en los umbrales de las puertas del paraíso hacían alusión a la presencia del maligno en las calles de París y despreciaban la transformación de la Ciudad Luz en Sodoma y Gomorra.

Y se alegraron cuando la empresa de telecomunicaciones C Sprite, cuya sede se encuentra en el estado de Mississippi, uno de los lugares más segregacionistas en los que hace décadas tuvo presencia el Ku Klux Klan, retiró su patrocinio de los juegos olímpicos, debido al performance  blasfemo de La última cena.

Pero el pretexto ideal lo proporcionó la boxeadora italiana Angela Carini cuando se retiró a los 46 segundos en una pelea contra la argelina Imane Khalif.

La italiana Carini declaró a la BBC que “podía haber sido el encuentro de mi vida, pero en ese momento también tenía que preservar mi vida”(1).

Y como pasa en estos casos, sospecharon por la apariencia física de la boxeadora argelina y revisaron algunos antecedentes del Comité Olímpico Internacional que no reconoce la legitimidad de la Asociación Internacional de Boxeo, cuyo presidente el ruso Umar Krenlev, insinuó que en ella prevalecían los genes XY y mucha testosterona y se desató el escándalo.

¿Cómo podía competir un hombre en la categoría de mujeres?   Y llegó un alud de condenas de gente que se lanzó al vacío sin el paracaídas de la información, y acusaban a Imane Khalif de ser travesti sin saber que en Argelia la homosexualidad está ampliamente reprimida y que inclusive existen castigos corporales.

Y el bulo difundido por cretinos sin fundamentos, como se divulgan los rumores, no se suspendió a pesar de las aclaraciones del Comité Olímpico Internacional y ni siquiera las explicaciones científicas sirvieron porque ella es hombre, aunque tenga vagina.

Pobre de la humanidad, tan cerca de la fe y tan lejos de la ciencia.

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1) https://www.bbc.com/mundo/articles/cyx56xqxrq1o

*Gabriel Otero. Fundador del Suplemento Tres mil. Escritor, editor y gestor cultural salvadoreño-mexicano, con amplia experiencia en administración cultural.

Ilustración del autor de Jonathan Juárez.

Fotografías de Gabriel Cruz Zamudio. ‘El gesto y la huella. Carmina’Carmina Hernández@munaemexico #carminahernández #grabado

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