Ramón D. Rivas*
@RamonDRivas
Ayer jueves, health en el Museo Nacional de Antropología “David J. Guzmán” ante un nutrido grupo de asistentes, se llevó a cabo lanzamiento de la revista Cultura 115, la cual surge en el marco de un esfuerzo gubernamental por posicionar el ejercicio del arte y el disfrute de la cultura como un derecho y como fundamento para la transformación de la nación. Y es que para ello, el Gobierno del presidente Sánchez Cerén contempla que el desarrollo cultural debe impulsarse en este país al más corto plazo, ya que esto permitirá avanzar en otros aspectos sociales que requieren la participación consciente de los salvadoreños. De ahí que el gobierno introdujo en el Plan Quinquenal de Desarrollo, ese objetivo, que involucra acciones conjuntas entre los sectores académico, social, político y cultural del país, es decir, entre quienes buscamos hacer de la cultura un pilar para el desarrollo. Pro entiéndase, desarrollo integral. Este país necesita de una cultura crítica e incluyente, y que sea más incisiva en el proceso de transformación social que se impulsa en nuestro país; y esto será posible lograrlo si existe el compromiso y voluntad de todos los sectores artísticos, sociales, políticos y económicos de El Salvador. ¡Y qué bueno que el presidente de la República, profesor Salvador Sánchez Cerén y su gabinete están conscientes de esta realidad! Por ello, estamos trabajando en crear políticas culturales incluyentes, equitativas y eficaces para impulsar ese proceso transformador en donde la cultura sea asumida como un derecho y en una herramienta para el desarrollo humano de todos los salvadoreños. Bajo esa perspectiva, surge la edición 115 de la revista Cultura con un especial dedicado a la cultura viva comunitaria, en la antesala del Segundo Congreso Latinoamericano que se realizará a finales de octubre en nuestro país. El especial consiste en un dossier con aportes teóricos sobre este fenómeno cultural, escrito por los actores de dicho movimiento, desde la praxis cultural en sus respectivos países. Por ejemplo, encontraremos el trabajo del llamado «padre» de la cultura viva comunitaria, el teórico brasileño Célio Turino, intitulado «Cultura para unir los pueblos», quien nos entrega un aleccionador recorrido por diferentes países latinoamericanos donde este movimiento ha cobrado presencia y se ha logrado insertar como un referente cultural de primer orden. En la revista también se recogen ricos aportes y experiencias mediante los ensayos de la costarricense Oriana Ortiz y de la argentina Inés Sanguinetti, que abordan la propuesta de una escuela alternativa basada en el arte como pedagogía, e integrándola con novedosas formas de comprensión de la escuela, desde una perspectiva crítica y política. También, este dossier sobre la cultura viva comunitaria incluye los trabajos de dos compatriotas: me refiero a Óscar Soles, quien titula su ensayo «Al encuentro del alma popular. Consejos comunitarios de arte y cultura», centrándose en la experiencia de un trabajo comunitario en una modalidad no tradicional, que busca impulsar la creatividad y las manifestaciones culturales y artísticas locales; y por otro lado hago mención del ensayo «El desarrollo humano, centro del movimiento de cultura viva comunitaria en Latinoamérica», escrito por el maestro César Pineda, actual director nacional de Casas de la Cultura para el Desarrollo de la Convivencia y el Buen Vivir, que abarca a las 155 Casas de la Cultura existentes en El Salvador. Pineda hace una buena reflexión sobre el tema de cultura viva comunitaria, y aborda las perspectivas y las posibilidades de desarrollo cultural a nivel local, departamental y regional, partiendo de las necesidades propias de cada comunidad y teniendo como base el poderoso potencial creativo y artístico de la población. En suma, lo que veremos en esta revista Cultura 115, es un paisaje teórico, escrito desde una praxis de muchos años, como el caso del brasileño Turino o del salvadoreño Pineda. Y con todos estos aportes, mostramos que estamos ante un nuevo fenómeno que trata de expresar en todas sus formas las diversidad y la heterogeneidad cultural de nuestros pueblos, riqueza que poseemos las naciones latinoamericanas y que son señales identitarias que nos sirven para afianzar nuestras raíces, para evaluar más sobriamente nuestro pasado y nuestro presente. Es así como este fenómeno de atención integral llamado «cultura viva comunitaria», se vuelve parte indisoluble de nuestra misión y visión, trazada en el Plan Quinquenal de Desarrollo. Todas estas reflexiones que nacen de la practicidad y del accionar cotidiano que se vive en las Casas de la Cultura, lo mostramos y hacemos para disputar el territorio de los antivalores y la alienación consumista que ha minado las mentes y vida de nuestros jóvenes; queremos responderle a esta juventud con un accionar cultural, con una propagación del amor al arte y a las expresiones artísticas, las cuales impulsaremos por medio de nuestras Casas de la Cultura en las comunidades más vulnerables del país. También, queremos responder a la necesidad de las personas adultas mayores, impulsado desde nuestras Casas de la Cultura proyectos como cine fórums, talleres de poesía y cuentacuentos, entre otras acciones culturales. Queremos que estos puntos de encuentro se conviertan en embajadas culturales, en espacios participativos y de convivencia ciudadana. Asimismo, en esta edición 115 de la revista Cultura encontrarán las apreciaciones críticas de monseñor Jesús Delgado, a la luz del número 114 de Cultura, publicada en honor a Monseñor Romero. El arte no puede faltar en nuestra revista, de manera que en éste número se reproduce poesía de Lya Ayala y Eleazar Rivera, así como un ensayo de Rhina Toruño sobre Elena Garro, a quien nos presenta como pionera del realismo mágico, activista política y defensora de los campesinos. En fin, es un documento lleno de reflexión académica y literaria. La revista está abierta a todos los sectores y actores que hacen cultura en nuestro país, y que quieren que la cultura se convierta en factor de desarrollo social para todos los salvadoreños. En resumen, tenemos una revista con planteamientos claros, científicos y reflexivos que nos ayudan a impulsar la transformación cultural crítica y creadora. Debemos partir que toda revolución parte de ideas, planteamientos, reflexiones y concepciones sociales. Por eso, vamos, junto al equipo de la Dirección de Publicaciones e Impresos y con todos los académicos y actores culturales de este país, a impulsar un pensamiento crítico que logre romper con los paradigmas de desarrollo hasta hoy vigentes; tenemos que empezar a construir nuevas ideas, conceptos y modos para relacionarnos con la naturaleza y nuestros congéneres, para generar y distribuir riqueza, para desarrollarnos y disfrutar de nuestro trabajo. En fin, tenemos que construir los fundamentos para alcanzar el Buen Vivir en El Salvador. Esa es la tarea.
*Secretario de Cultura de la Presidencia.