Julio Blanco
Antropólogo infieri
«Cuando sea grande quisiera llegar a ser niño» Pablo Picasso
Lo salvadoreño, lo autóctono, lo criollo, lo nuestro, representan aspectos que evocan una identidad nacional. El ser salvadoreño se relaciona no solamente con la gastronomía, sino que también con los patrones culturales, con los estilos de vida, con la forma de hablar e inclusive los juegos de escuela de nuestra niñez.
Muchos adultos mayores contemporáneos recuerdan con añoranza aquellos juegos que eran parte del diario de vivir de sus existencias. El juego, como una muestra lúdica, donde la organización y el entretenimiento emergen como una unidad, permitía que esos niños, ya adultos, gozaran de una forma sana, libre y positiva su tiempo de recreación, tan necesaria para su desarrollo psicológico como social.
Estos adultos, incluyéndome también, han dado una vista al pasado para reflexionar qué ha pasado con tantos juegos tradicionales en el imaginario colectivo de los que gozamos de dichas formas de sano entretenimiento: arranca cebolla, mica, mica fruta, pecado, saltacuerda, jacks, hula hula, peregrina, agarralaayuda, escondelero, policías y ladrones, hule, rondas, muñecas, bachillerato stop, chibolas, trompos, piscuchas, esconde el anillo y capiruchos.
El propósito de este escrito se basa en crear conciencia colectiva a partir del rol de los juegos tradicionales infantiles con el propósito de promoverlos para crear un vínculo de socialización constante entre niños y adultos en ambientes escolares y familiares y la consolidación de nuestro salvadoreñismo.
Los juegos representan la oportunidad de los niños para interactuar, disfrutar, socializar y aprender. El recreo en la escuela y la urgente creación de espacios entre los miembros de familia en los fines de semana representan oportunidades de interacción social, a la broma, al juego, al gozo del vínculo de muchos compartires: en fin, un oasis y un respiro dentro de la escuela y el hogar.
Además, la temática a discutir trascenderá en dos diferentes ópticas: a partir de la cultura popular y la cultura de élite. Es decir que los escenarios estudiados se enfocan en una escuela pública y en un colegio privado.
La diferencia entre las actividades de los niños de la generación de finales del siglo XX y principios del XXI se ubica explícitamente en la naturaleza de los juegos desarrollados durante los recesos. Sin embargo, los niños actualmente viven entretenimiento individual de tipo electrónico lo que los hace ensanchar su aislamiento social, su individualismo y su curiosidad informática a niveles acelerados.
La ventaja innata de los juegos tradicionales en la vida de los niños es importante debido a que los niños necesitan desarrollar la consecución de valores no solamente en las aulas, sino que estos sean aplicados a través del juego.
JUSTIFICACION
Azajer cita a Russel (1970), define el juego como «una actividad generadora de placer que no se realiza con una finalidad exterior a ella si no por sí misma». Hablar de juego es hablar también de infancia, la etapa del ser humano donde todas las formas de entretenimiento convergen.
El juego es una de las actividades más primarias y significativas que desarrolla el ser humano y la cual está muy marcada en la etapa de la niñez. Además, el juego facilita las condiciones de convivencia y el manejo de decisiones o intereses del otro, su compañero o compañeros de juego.
En este sentido, el juego representa un punto sensible dentro del desarrollo integral del niño; la promoción de juegos que estimulen creatividad, originalidad, sociabilidad, negociación, actividad física y entretenimiento fortalece dicho desarrollo infantil. La justificación de este escrito se basa en la importancia de restablecer los juegos conocidos como criollamente tradicionales. Esto obedece a diferentes razones:
a) Las calidades de los juegos permitían a los niños a estar expuestos a la naturaleza.
b) Los juegos también empoderaban a más niños a socializar.
c) Los niños tenían un alto de contenido de actividad física.
d) Los niños estaban motivados por pertenecer a un grupo.
De acuerdo con la naturaleza del tema a investigar, el enfoque humanístico se adapta el tipo de investigación que se relaciona con los tipos de juego, los niños, le receso, la actividad física, y la sociabilidad. Lotzin (2008) define al humanismo como «un profundo conocimiento del ser humano, educado en valores, con características intelectuales que se pueden cultivar y acrecentar, con sentimientos, emociones, programas educativos acordes a una necesidad social y humana y necesidades físicas de espiritualidad y de sociabilidad.
El abordaje del tema en estudio se enriquece con los aportes de autores sobre temas claves que dimensionarán descriptivamente al juego y el humanismo como conceptos introductorios.
El juego, anteriormente citado, tiene un papel fundamental en la vida integral del niño. Esta percepción aúna que sean tomados en cuenta los juegos que permitan la sociabilidad, la libertad, la originalidad y el placer de divertirse sanamente.
¿Cómo los niños definen el juego? La mayoría de ellos lo relacionan simplemente con consolas de última tecnología, X-BOX, Nintendo o PSP, los cuales permiten una socialización virtual con personas que pueden ser reales o ficticias. Las niñas también consideran el juego con todo aquello que está relacionado con aparatos electrónicos modernos como las tabletas y las I-pads
Gómez en su artículo El juego infantil y su importancia en el desarrollo define el juego infantil como «una actividad placentera libre y espontánea sin un fin determinado, pero de gran utilidad en el desarrollo del niño»
Adicionalmente el mismo autor considera que el juego representa la mejor aplicación social y cultural que permite que las competencias se desarrollen efectivamente: el juego no conlleva perdedores y ganadores; el sentido del juego reside en disfrutarlo; su selección es libre y por lo tanto se aplican modelos democráticos en pequeña escala; la participación activa del niño complementa la exploración de la cultura local; tanto la creatividad como el desarrollo social se ven favorecidos a través del juego debido a que el niño cuenta con la libertad para innovar a través de la aplicación de nuevas variantes que el introduce; la parte social esta enriquecida con el constante diálogo, interacción y acuerdos que los niños experimentan. Finalmente, el espíritu del juego se encuentra en la cultura
Eagleton (2001) define cultura como el «conjunto de valores, costumbres, creencias y prácticas que constituyen la forma de vida de un grupo específico».
Un concepto vital que filtrara este estudio se basara en el enfoque humanista. Morales en su artículo La formación humanista y los desafíos ante la condición de vida posmoderna considera que la esencia de la educación consiste en el aumento de los horizontes significativos de la realidad; es básicamente comprender al otro y ser responsables de todos.
El enfoque humanista nos ayuda consecuentemente a entender al otro; es decir, su punto trasciende a comprender que los seres humanos se integran en espíritu, alma y cuerpo. La comprensión de interpretar estos aspectos, tomando al ser humano como el protagonista de su propia historia, será el paradigma que apoyará efectivamente el rol del juego tradicional en los niños y como este rol se configura en instituciones de carácter público y privado.
Continuara en la próxima entrega