Carlos Hurtado
Fotografo
La temporada de producción de sal inicia con el verano y finaliza al llegar el invierno.
En salinas a orilla del mar, el agua se recolecta en estanques donde, por la acción del sol y los vientos, ésta se evapora hasta la saturación y posterior cristalización de la sal marina.
En un primer paso, el agua de mar se vierte en estanques donde el líquido, por gravedad, gradualmente va pasando por varios estanques interconectados y mientras lo hace, va perdiendo agua e incrementando su concentración de sal, hasta llegar a la etapa final donde ésta, cristalizada, se recolecta y posteriormente se procesa de diferentes maneras dependiendo de su destino de uso.
Por lo intenso del sol de verano, la recolección de sal inicia alrededor de las 3 de la tarde; a cada recolector se le asigna una tarea de sal para recolectar durante la jornada laboral. El jornalero por lo general es ayudado por su familia o personas amigas, lo que les permite finalizar la jornada en pocas horas.
La sal, por su acción corrosiva sobre los metales ferrosos, se transporta en carretillas de madera. Cada recolector la va acumulando en plataformas también de madera, donde se deja escurriendo durante la noche. Al día siguiente la sal se recoge y trasladada en camiones a las zonas de procesamiento, donde es molida, yodada, procesada y empacada, según el tipo de sal comercial que se vaya a obtener.
Esta industria, que se desarrolla en la zona costera del país, permite a los habitantes del lugar obtener ingresos adicionales a los percibidos en su trabajo cotidiano, lo que les ayuda a mejorar su economía familiar.
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