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De la Revista El Rosacruz, marzo de 19991
Efectos en el cuerpo humano
Los antiguos conocían bien los efectos que produce la música en el cuerpo humano. Hace algunos siglos se creía que su efecto era totalmente mental, pero recientes descubrimientos científicos revelaron que los antiguos comprendían cabalmente que la música afecta tanto en forma psíquica o espiritual, como emocional. Esa es la razón por la cual casi todos los cultos antiguos introdujeron música de varios géneros en sus rituales religiosos y espirituales.
El análisis de los efectos psicológicos de la música condujo al estudio de los efectos fisiológicos, y entonces se descubrió un mundo de nuevas posibilidades. Los investigadores comprendieron el por qué los místicos de antaño se valieron del sonido, en especial el rítmico, como un medio para afectar no solo las emociones sino también la salud y la armonía del cuerpo en general.
Cabe señalar brevemente que la música, tal como la conocemos hoy en día, es una combinación de sonido y ritmo. Cuando digo sonido me refiero a todos los sonidos que el oído humano es capaz de captar normalmente. El oído normal no puede captar muchos sonidos, aunque un oído muy desarrollado sí puede percibirlos. Los sonidos son producto natural o pueden ser producidos por el hombre, se accidental o deliberadamente. Cada sonido ocupa un lugar definido en la escala del sonido; teóricamente podríamos decir que esa es como el teclado de un piano que pudiera abarcar cientos de octavas. Muchas de estas octavas producen sonidos que el oído no puede percibir porque tienen un tono demasiado alto o demasiado bajo.
Los sonidos que se perciben normalmente pueden ser colocados en una escala no mucho mayor que la del teclado de un piano común. El giro de la rueda de una máquina, el soplo del viento, el bramido de las corrientes de aire cuando pasan a través de una casa o entre las ramas de un árbol, el golpeteo de la lluvia sobre el techo, el golpe de los cascos de los caballos sobre el suelo, el piar de los pájaros, la caída del agua sobre las rocas de un estanque, las palabras de la voz humana, el tum tum de una ceremonia tribal y cada uno y todos los sonidos que el oído humano es capaz de percibir, corresponde a cada una de las notas del teclado universal. Los músicos siempre han sabido esto, y en todas las obras maestras de la música tenemos una imitación de los sonidos de la Naturaleza, o una representación simbólica de ellos que transmite a nuestra mente la idea de estos aunque en realidad no se intente imitarlos.
Cómo las emociones inciden en la salud
Las emociones se relacionan muy estrechamente con la salud del cuerpo. El aspecto psíquico o psicológico está relacionado tan estrechamente con el funcionamiento de los órganos del cuerpo y con la actividad de los sistemas nerviosos simpático y espinal, que cualquier cosa que perturbe la armonía o el desequilibrio de la energía nerviosa y las emociones, con toda seguridad perturbará la armonía de la salud, y producirá malestar o enfermedad.
Los sistemas nerviosos espinal y simpático son dos canales separados por conducto de los cuales se expresa la energía vital y se distribuye por todas las partes del cuerpo. Cualquier cosa que altere el flujo apropiado y la actividad normal de la energía nerviosa, producirá en el cuerpo no solo un efecto nervioso, sino también físico y químico.
A lo largo de nuestro cuerpo se hallan distribuidos los centros nerviosos principales, conocidos como ganglios, y muchos centros más grandes llamados centros psíquicos o emocionales. El plexo solar es uno de los doce centros que controlan las reacciones emocionales que producen determinados efectos en las funciones nerviosas y físicas del cuerpo.
Los científicos que han analizado minuciosamente los principios involucrados, descubrieron que esos doce centros psíquicos están relacionados tan armoniosamente con los ganglios del sistema nervioso simpático y con los centros del sistema nervioso espinal, como lo están las notas de la escala musical.
