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Rafael Aguirre, médico y secretario general del Sindicato de Médicos Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, SIMETRISSS, manifestó en entrevista con YSUCA, que la salud en El Salvador ha sido manejada como una mercancía y no como un derecho.
Por lo anterior en el sistema actual de salud ha primado el interés económico y esto se evidencia en un presupuesto orientado a cumplir y satisfacer la demanda que se tiene, pero donde cada vez se dedica más dinero al gasto y no a la inversión en los pacientes, dijo. Aguirre agrega que el sistema de salud salvadoreño está enfermo.
En ese orden, el infectólogo Iván Solano, añade que en el país no se invierte en el aspecto socioeconómico para mejorar las condiciones de la población.
“De ahí que seguimos siendo un país subdesarrollado”, dice Solano, y agrega que el avance no ha sido posible, ya que en el tema de salud siempre ha habido un manejo político partidario.
El ISSS ha sido como la caja chica del gobierno y, además, se han implementado políticas partidarias sin tomar en cuenta el colapso del sistema del Seguro Social.
La crisis en el sistema de salud se evidencia en varios aspectos: citas extendidas, falta de medicamentos y la falta de un sistema de salud definido, añade el infectólogo.
Mientras, Aguirre cuestiona que hasta las compras se han complicado con la nueva ley. Y recuerda que con la LACAP se tenía cierto control de la licitación pública y una participación de varias empresas, sin embargo, hoy todo prácticamente se hace por compra directa y se acepta lo que el empresario vende.
“Por eso se puede decir que la salud del pueblo salvadoreño se ve como una mercancía”, dice Aguirre.
Para Solano, los datos matan la realidad que el gobierno maneja, donde el sistema de salud salvadoreño ha mejorado, pero esta mejora se debería demostrar con esos datos y no ocultándole la información al ciudadano.
“Hay una falta de transparencia en la información y no se permite que haya auditorías externas”, añade.
Según la OMS todo sistema para responder al derecho a la salud debe cumplir tres características: disponibilidad, accesibilidad y calidad. La pregunta es si esto se cumple en el país.
Aguirre se pregunta si será un derecho cuando los pacientes deben caminar varias horas o tomar varios buses para llegar al establecimiento de salud.
O si el sistema de salud será oportuno cuando las citas son tardías de más de seis meses algunas. O si es una atención de calidad cuando muchos especialistas están renunciando.
Según Aguirre, hay muy pocas subespecialistas, esto está sucediendo en cardiología, endocrinología, gastroenterología y otras áreas del ISSS.
La fuga de médicos especialistas se debe, entre otras cosas, a la incertidumbre de una posible fusión del MINSAL y el ISSS, y el riesgo del fondo de protección de los trabajadores, afirma Aguirre. Es por esta razón que los empleados han acelerado sus jubilaciones o se está yendo el personal administrativo, pues buscan retirarse y pedir su indemnización a través del fondo de protección.
Esta crisis en el sistema de salud llevó a los médicos del ISSS a denunciar más de 80 medicamentos que faltaban en febrero. “Había que cambiar hasta dos o tres veces la receta de algún medicamento que si existiera”, explica Aguirre.
Además, se presentó la documentación, hubo reuniones, pero finalmente las autoridades hicieron caso omiso a la denuncia.
En Radio YSUCA los usuarios del sistema de salud han denunciado la falta de medicamentos contra el cáncer y esto para Aguirre no se trata de cualquier medicamento, ya que los medicamentos oncológicos pueden afectar la calidad de vida de los pacientes.
Aguirre concluye que otro sistema de salud es posible, pero es necesario que las autoridades escuchen a los médicos.
El editorial de la UCA “Desprecio por la salud”, se plantea que los pacientes pasan a ser clientes y la salud ya no se entiende como un derecho, sino como una mercancía.
El editorial agrega que en la nueva coyuntura, en la que la ley es prescindible, en las que las órdenes de los jueces no valen nada ante los caprichos de quien detenta el poder, el gremio médico está sufriendo lo que ya padecían todos los sectores y personas que han cuestionado las medidas gubernamentales.
