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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Los mártires siempre y todos han sido buenos seguidores de Jesús, son los testigos más fieles de Jesucristo, además de, caritativos, valientes, audaces, firmes al Evangelio y en medio de contradicciones y amenazas. Por esto la sangre de mártires es semilla de cristianos”, dijo el padre Freddy Sandoval, en la conmemoración del 44 aniversario luctuoso del martirio del sacerdote Ernesto Barrera.
El “Padre Neto” como lo conocía su comunidad en Ciudad Delgado, fue asesinado el 28 de noviembre de 1978, y cuando avisaron a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, pidió una investigación a profundidad por este hecho violento porque valoró en ese momento que “había una confusión de hechos” sobre la razón por lo que le quitaron la vida.
La situación en ese momento era convulso, el país se enfilaba a vivir el conflicto armado (1980-1992) , que cobró la vida de más de 70 mil personas, y generó otros miles de desaparecidos, sin que hasta el momento las víctimas, obtuvieran justicia y reparación.
Sobre el asesinato del “Padre Neto”, Monseñor Romero conoció que el padre Neto había sido asesinado y luego llevado a un pasaje de la colonia Divina Providencia, y más tarde dieron la noticia de un enfrentamiento de “cuerpos de seguridad con una célula guerrillera”.
No obstante, el resumen del médico forense dio cuenta que el cuerpo del padre Neto, de 30 años de edad, tenía varias horas de haber sido asesinado antes de trasladarlo al lugar del supuesto enfrentamiento, donde fue encontrado, y agregó que le cortaron su lengua, le sacaron sus ojos, le quebraron las costillas y el fémur, así como quemadas de cigarrillo en su piel, y después le tomaron fotos con una pistola en la mano.
De acuerdo con los testimonios de la comunidad ese día el padre Neto iba con Valentín a comprar madera para la construcción de pupitres para los niños de la comunidad. Y que un testigo que se dio cuenta de esos asesinatos y escribió su testimonio sin saber quienes eran ellos, fue asesinado horas más tarde por un disparo en la cabeza, por esto es que Monseñor Romero, reiteró que había muchas contradicciones en el informe de las autoridades.
La Comunidad de la Cripta de Catedral, junto a la comunidad de Ciudad Delgado, conmemoraron el primer domingo de adviento y el aniversario luctuoso de padre Ernesto Barrera, ofreciendo en la procesión de ofrendas las peticiones por la dignificación de la vida de hombres y mujeres que venden su fuerza de trabajo a diario, así como, inspirar a la población a no olvidar la fraternidad y la generosidad en la preparación del nacimiento de la Natividad de Jesucristo, y andar en los caminos de la luz, explicó el padre Freddy Sandoval.
El “Padre Ernesto Barrera, como todos los mártires, tuvieron un dinamismo de acción social que transforma a la sociedad desde sus raíces, y para que se busque la justicia, a la vida humana, a la justicia social con la participación de todos para construir una sociedad humana, justa y equitativa”, acotó.
“Podemos decir que el padre Ernesto Barrera, es un mártir que se dedicó a la clase obrera que los apoyó porque tuvieran una vida digna y es que en la iglesia hay muchas especificaciones pastorales como: de los enfermos, de las cárceles, de la salud, la de matrimonios, jóvenes, es decir, sectores específicos”, manifestó el padre Sandoval.
Asimismo, explicó que el padre Ernesto Barrera marcó su pastoral en los años 70s, cuando en Europa y América Latina se impulsó la “pastoral obrera”, que tenía como fin la dignificación de las personas trabajadoras y reivindicar sus derechos como un salario y trato digno, en los que estaban los sindicatos, gremios y trabajadores en general.
“El padre Barrera se alineó en esa pastoral cuando las organizaciones de derechos humanos y de gremios o sindicatos o cooperativas campesinas no tenían reconocimiento estatal. Porque el Estado impedía la organización legítima de estos sectores y el padre Barrera, frente a esa práctica, reaccionó apoyado desde el Evangelio que es sentir con los más vulnerables”, explicó.
“Actualmente, tenemos el problema que los sindicatos han sido ideologizados y politizados o comprados -algunos- por sectores con poder, porque son esos grupos quienes se dedican a comprar sindicatos y claro los partidos políticos generan a estos sindicatos para tenerlos a su servicio ideológico y no al servicio de reivindicaciones laborales justas de las personas que trabajan vendiendo su fuerza de trabajo en diferentes sectores de la vida nacional”, manifestó padre Sandoval.En su predica, el padre Sandoval reiteró que el testimonio de los mártires como el del padre Ernesto Barrera, deben retomarlas los cristianos, la iglesia o grupos sociales como la enseñanza a no ser indiferente a la necesidad de los pobres.
“No podemos ser indiferentes a las víctimas de la injusticia y la desigualdades que genera el Capital, la política, el militarismo, la violencia y la criminalidad. A esas víctimas deben ser atendidas, deben ser acompañadas en forma organizada para defender su propio derecho, dignidad y la vida”, acotó.
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