Rosmeri Alfaro
@RosmeriAlfaro
El bono demográfico salvadoreño está compuesto por pocas personas adultas mayores y niños, pero cuenta con una gran proporción de personas en edades intermedias que pueden aportar y ser productivos, sin embargo, es una ventana de oportunidades que está siendo desaprovechada.
La Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (Fundaungo) estima que el bono demográfico empezará a cerrarse para el año 2043, por lo que es necesario hacer políticas agresivas para la cobertura de la seguridad social y contribuir en mayor medida al crecimiento económico.
Según la fundación, la informalidad, es decir, trabajos que no están regidos por un contrato que proteja los derechos del trabajador asciende al 70% del total disponible y solo el 30% tiene cobertura de seguridad social.
Simulaciones de Fundaungo demostraron que si es aumentada la cobertura del empleo con acceso a seguridad social de un 24%, en el que se está en la actualidad, a un 50%, la contribución del bono demográfico aumenta y contribuye por más tiempo en la economía.
“Es una ventana, pero se necesitan condiciones adecuadas, generación de empleo decente con acceso a seguridad social y sistemas adecuados de salud y educación que puedan brindar las condiciones para que este bono demográfico sea aprovechado”, expuso María Elena Rivera, de Fundaungo.
La coordinadora del Programa de Estudios sobre Políticas Públicas señaló que la transición demográfica está en una etapa en la que la tasa de mortalidad y fecundidad es baja, manteniendo estable la población, sin embargo, hubo generaciones donde nacieron varios niños, y son los que “ahorita están en edades potencialmente activas y pueden dedicarse a trabajar.
“El Salvador viene de altas tasas de mortalidad y altas tasas de fecundidad, luego con los avances y mayor cobertura en la salud se pasó al descenso de las primeras y las segundas seguían altas, pero poco a poco ha ido descendiendo, en los años 50 el número de hijos por mujer era de 6 hijos, pero de 2015 a 2020 de 1.8 hijos”, subrayó Rivera, en una entrevista para Diario Co Latino.
En 2015, el Programa de Estudios sobre Políticas Públicas de Fundaungo se planteó el reto de analizar a los jóvenes que no se encuentran trabajando ni acumulando capacidades y por lo tanto, muy probablemente, se está desaprovechando la etapa inicial de su vida productiva.
La investigación, denominada “Los jóvenes nini en El Salvador” profundizó en el conocimiento del grupo de jóvenes que ni estudia ni trabaja en el país y que son conocidos en la literatura como “nini”, a fin de orientar adecuadamente el diseño y decisiones de política pública para atender a este grupo de jóvenes.
“Una de las hipótesis es que había una gran heterogeneidad que no era simplemente que no querían trabajar o estudiar, sino que en su mayoría eran mujeres que se estaban dedicando a tareas reproductivas (trabajo del hogar y cuidado de personas mayores y menores de edad)”, manifestó.
El estudio permitió determinar que el 37% de “ninis” que no están disponibles para trabajar desarrolla tareas del hogar, cuidado de personas mayores y menores de edad y que el 31% desarrolla las mismas actividades, pero cuenta con una educación básica.
Cabe destacar que el 14% de los ninis busca activamente empleo y el 9.7% son ninis desalentados, es decir, que no están disponibles para trabajar, pero tampoco se dedican a tareas reproductivas ni a estudiar, pero no hay una causa aparente.
Sector Mujeres
De acuerdo con Rivera, de cada 10 ninis, ocho son mujeres, por lo que es imperativo atender la brecha de género existente en el país, priorizando reformas que permitan generar recursos para fortalecer los mecanismos de protección social y laboral actuales.
Dentro de la contribución del trabajo productivo no remunerado se encuentra que las mujeres producen una mayor cantidad de este tipo de labor con relación al consumo del mismo, en comparación con los hombres.
La especialista señaló la necesidad de fomentar la participación laboral de las mujeres y la corresponsabilidad entre hombres y mujeres y fortaleciendo los servicios de cuidados públicos.