Madrid/dpa
El Sevilla está ante su semana más grande, viagra pues en apenas cinco días disputará las finales de la Liga Europa y de la Copa del Rey, buy cialis una constatación de que forma parte de la elite continental.
Nunca antes el equipo español jugó dos finales en tan corto espacio de tiempo. En 2007 ganó Liga Europa y Copa del Rey, malady una opción que ahora se le presenta de nuevo, pero entre aquellas finales hubo más de un mes de distancia.
El Sevilla lleva días preparando esta semana grande. Perdió los tres últimos encuentros de la Liga española porque simplemente no compitió. Hace tiempo que en su mente sólo están las dos inminentes finales.
«Somos parte de esa élite de elegidos que, campaña tras campaña, pelea por lo máximo», afirmó hoy José Castro, presidente del Sevilla, durante la presentación de la camiseta con la que su equipo jugará el miércoles la final de la Liga Europa ante el Liverpool.
Y añadió: «Todos trabajamos con esa ilusión (ganar dos títulos). En esta casa nadie sale de la autopista de las dos finales, es lo que nos hará ser grandes, seguir creciendo. Y llegar a dos finales ya tiene un mérito enorme. A ver si somos capaces de hacer sonreír a todos los sevillistas».
El Sevilla vuelve a jugar la final de su competición favorita. Es el gran dominador de la segunda competición europea al ganar cuatro títulos (2006, 2007, 2014 y 2015) en diez años y aspira a conquistar su tercer título consecutivo.
Habrá mucho en juego en la final de Basilea, pues para Sevilla y Liverpool aguarda otro premio mayor en caso de ganar: la clasificación directa para la próxima edición de la Liga de Campeones, algo que ninguno de los dos consiguió a través de su competición nacional.
Pero el Sevilla no tendrá tiempo de celebrar o lamentar el resultado de la final europea, pues el domingo jugará en Madrid la de la Copa española ante el Barcelona, que el sábado conquistó por segundo año consecutivo la Liga local.
Es todo un contraste: mientras el Barcelona descansaba hoy tras la resaca del título logrado, el Sevilla preparaba la final de la Liga Europa.
Pero eso no parece importarle al equipo andaluz, consciente de que está a las puertas de la historia.
«Ahora, llegado a este punto, nuestra ilusión, nuestra motivación y nuestro reto, no hay más que hablar de una semana bonita. Dos finales, pocas veces ocurrirá en la historia, hay que disfrutarlo. Es nuestra semana», explicó su entrenador, Unai Emery.
Para el Sevilla, será su primera final de la Copa desde 2010, cuando ganó 2-0 al Atlético de Madrid. Podría suponer la culminación de una temporada histórica para un equipo que sabe reinventarse cada temporada con fichajes válidos que suplen las ventas de sus estrellas.
Serán dos citas de enorme exigencia para el Sevilla. Emery deberá construir un equipo preparado -física y mentalmente- para aguantar la presión y la exigencia de dos finales ante rivales que son leyenda en el fútbol europeo.
«Jugaremos dos finales que tienen al equipo muy ilusionado y motivado», resumió Emery.