Página de inicio » Opiniones » La Semana Santa

La Semana Santa

Ética y Política

José M. Tojeira

Todos sabemos que en Semana Santa celebramos la muerte y la resurrección de Jesús, el Cristo, el Ungido-Elegido de Dios para mostrar el camino de la vida y alcanzar la vida plena del futuro de Dios. Sin embargo no tenemos tan claro el por qué de su muerte. Eso a pesar de que saber por qué murió nos ayuda a entender mejor la resurrección.

Muchas veces decimos que murió por nuestros pecados. Y no está mal la afirmación. Pero es demasiado general y nos deja en una especie de vaguedad a la hora de comprometernos en el seguimiento de Jesús. Incluso en ocasiones decimos esa frase pensando más en los pecados de otros que en los propios. Ya más en concreto hablamos del odio de los fariseos por la libertad que Jesús tenía frente a las leyes o de la incomodidad romana ante quien movilizaba personas con expectativas de cambio personal y social.

Son ciertamente causales de su muerte en cruz y elementos que se discutieron a lo largo del proceso que le llevó a la condena que leemos en Semana Santa en los relatos evangélicos de la Pasión. Pero todavía es necesario ir más a lo concreto del por qué de su crucifixión.

Al final tenemos que responder a la pregunta fijándonos en la acción y las palabras de Jesús. Jesús cura a marginados y olvidados, habla de los pobres y los mal tratados como queridos de Dios. Se atreve a comer con pecadores y afirma que hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por la bondad de los buenos.

En otra palabras, Jesús le da significado, sentido, valor de humanidad, a aquellas personas que carecían de significado en la sociedad en la que vivían. Y dar significado e importancia a quienes el poder margina y olvida siempre molesta a los poderosos. Dar importancia a los migrantes, significado de humanidad a los presos en el CECOT, molesta a los poderosos de nuestro tiempo.

Trump ya ha dicho que se le negará la visa de Estados Unidos a quien critique a dicho país, aunque la crítica vaya dirigida no tanto contra el país sino contra sus dirigentes. Criticar a Israel y defender a los niños maltratados y masacrados en Gaza, aunque se haya previamente condenado la brutalidad inicial de Hamás, indigna a los poderosos.

Para quienes dividen el mundo entre poderosos y débiles, importantes y sin importancia, que haya personas con valor y con liderazgo que se pongan del lado de quienes carecen de poder y de significado, despierta el odio y la cólera de quienes se creen más que los demás. Y esa es la causa de la muerte de Jesús. Le daba más importancia a curar en sábado que a cumplir leyes que perpetuaban el dolor de los pobres. Y la gente le seguía porque veía que les daba significado humano y esperanza de encontrarse con un Dios misericordioso que nos da siempre dignidad y libertad.

El papa Juan Pablo II decía que “hoy más que ayer, la guerra de los poderosos contra los débiles ha abierto profundas divisiones entre ricos y pobres”. Quienes hacen la guerra, como en tiempo de Jesús, son quienes tienen y gustan del poder. Jesús en su tiempo buscaba la paz dando dignidad y espíritu fraterno a todos. Construía la paz verdadera. Pero ese esfuerzo de dar significado, dignidad, libertad y sentido fraterno a quienes estaban sometidos tanto a la ley como al imperio sonaba subversivo y peligroso para quienes querían mantener el poder de unos pocos sobre aquellos muchos, condenados a ser siervos de los poderosos.

“Hay que obedecer antes a Dios que a los hombres” no les gusta a quienes se creen superiores a los demás. A Jesús le matan por amar, por ser libre, por ser coherente con el Padre Dios que ama a todos y da a todos la misma dignidad e importancia. Era y es Hijo de Dios. Pero en su condición humana se identificó tanto con el amor de Dios y con los seres humanos, creados y amados de Dios, que daba significado pleno a los pobres y a quienes carecían según el mundo de significatividad. Por eso mismo lo matan y por eso resucita y se convierte para nosotros en “camino verdad y vida”.

Ver también

PRESERVAR UNA AUTÉNTICA HUMANIDAD; COMO LO HIZO EL PAPA FRANCISCO

“El trabajo hecho con especial esmero y con generosidad, siempre es una creación original y …