@BautistaAstrid
Para Alexander Flores la Semana Santa no representa visitas a playas y turicentros. Músico de vocación, ed desde hace cinco años Alexander se dedica a la venta de flores debido a la falta de trabajo en el país, y es durante temporadas como ésta que su carga laboral incrementa.
“Me dedico a la venta de flores por la falta de empleo, y a veces uno lo hace también para entretenerse, la venta aumenta durante estas temporadas, sobre todo para el día de las madres, Semana Santa, fin de año, entre otros. A veces también me voy con una orquesta para sacar horas extras como músico, toco el saxofón desde los 15 años”, comentó Flores.
En cuanto a sus expectativas sobre la Semana Santa, Flores, a pesar de no tener más que dos días libres a lo largo de la semana, se muestra optimista.
“Mis expectativas para esta semana son estar en comunicación con Dios, con la familia y disfrutar las vacaciones, pasarla bien, aunque yo no tengo tiempo libre, espero disfrutar las vacaciones sanamente con mi familia en casa”, dijo Flores.
A diferencia de Alexander, Sonia López no enfrenta la época de Semana Santa con tanta ilusión. Sonia, que desde hace cuatro años vende productos acuícolas en la acera que rodea la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, expresa que este año las ventas han disminuido.
“Acá vendemos pescado que traemos del puerto de Acajutla. Esta semana la venta ha estado bien calmada, el producto está caro y es más escaso, casi no se vende, la gente busca lo más barato. Nosotros salimos todos los días de nuestra casa a las dos de la madrugada para estar aquí a las cinco de la madrugada, esta semana sólo vamos a descansar el viernes y sábado”, explicó López.
Asimismo, Sonia manifestó que la disminución en ventas no se debe a la baja demanda por parte de los consumidores, sino que al aumento en los precios de los productos y la crisis económica por la que atraviesa el país. “Nosotros con gusto le vendemos a la gente y sabemos que a veces quisieran venir a comprar, pero como no hay dinero. ¿Qué se va a hacer?, la economía está mal, el dinero no alcanza, trabajamos más que antes. Antes ganábamos más, vendíamos más, incluso tomábamos tiempo de vacaciones”, añadió López mientras envolvía en papel periódico media libra de pescado.
Juana López viste un chaleco que le acredita como ordenanza empleada por la Alcaldía Municipal de Lourdes, Colón. A sus 59 años, carga un depósito de basura durante la mañana y la tarde, realizando un recorrido de aproximadamente dos kilómetros cada día.
“A nosotros nos dan un día libre, yo trabajo en esto porque como siempre hay que trabajar para ganarnos la comida, yo tengo que mantener a mis hijos, sólo yo trabajo en mi familia. Para mí la Semana Santa se trata de conocer sobre la pasión de Cristo, y la conversión de las personas”, manifiesta López mientras continúa con su recorrido diario.
Tanto Alexander como Sonia y Juana, forman parte de un gran grupo de salvadoreños que debido a la necesidad se ven obligados a continuar trabajando a pesar de las festividades que se desenvuelven a su alrededor.