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La sobrealimentación y la sobreestimulación de la leche materna

Continuación.

Una característica en las madres, es que la lactancia le produce ansiedad y angustia a causa del temor de no saber hacerlo correctamente. Cada vez que el niño manifiesta un disgusto lo único que hacen es ofrecerle la chiche sin saber por qué lo hacen y sin saber qué le pasa al niño. Para toda angustia el único consuelo que tienen para su hijo es la chiche. Con esto lo que ocurre es: 1) Sobrealimentan al niño y 2) Estimulan excesivamente la producción de leche. Como consecuencia hay un desgaste de su cuerpo hasta la desnutrición de la madre y la obesidad para el niño. Ver Fig. # 85

Hay que buscar el logro de un equilibrio entre la nutrición de la madre y el amamantamiento. Primero hay que averiguar por qué el niño molesto y si está enfermo, recuperar la Salud del niño es lo primero. La causa de una enfermedad puede ser por la sobrealimentación. Algunos niños los sobrealimentan tanto que cuando abren la boca se les observa la leche empozada en los carrillos. Eso hace que pase vomitando frecuentemente para desocupar espacio y el vómito lo lleva a aspiraciones pulmonares, otitis crónica y rinitis u obstrucción nasal.

La alimentación al seno materno es el mejor “chinchín” o sonaja que una madre posee y para todo se lo ofrece al niño, y así alivia ella su angustia e ignorancia de lo que pasa y el niño se calla aunque esté enfermo. El bebé nunca dice NO a su “sonaja”, pero terminará enfermándose. Lo correcto es tratar de conocer la causa del porqué un niño está molesto para encontrar su tratamiento. Como les digo con frecuencia: el niño se enferma por la sobre estimulación a la producción de la leche.

*EL FLUJO DE LECHE

A consecuencia de la ansiedad y angustia que surge en la madre lactante, agregada a la ignorancia de cómo hacer bien lo que debe hacerse, logra una alta producción de leche con alto flujo de salida de leche. La madre al sentir llenos, congestionados sus pechos, lo primero que hace para resolver esta situación que le incomoda es ofrecer al bebé su seno materno. En una buena cantidad de veces el niño no necesita comer porque está lleno, repleto, pero el niño no puede decir NO y solo obedece el mandato de la madre, la rogativa de la madre, el lenguaje y su sintaxis de la madre y se prende al chiche, aunque en esto pierda la salud y la vida.

El acto siguiente es que la madre ofrece al niño el pecho o la mama más llena y no la más vacía, pues a ella le molesta la chiche más llena y no la más vacía. Vienen los problemas, la chiche más llena suelta una gran cantidad de leche y el bebé se atora, se ahoga, se asfixia y aumenta el riesgo de enfermarse. Resulta entonces que ofrecer la chiche más llena como primera elección, es un error que hay que corregir de forma adecuada para tener al bebé sano.

* MANIOBRAS PARA REGULAR EL FLUJO DE LECHE

Hay madres que por costumbre, comodidad, rutina o hábito, o porque también gustan de cargar al niño, ya sea con el brazo derecho o con el brazo izquierdo, por ser derechas o izquierdas, tienden a producir más leche en la mama correspondiente con el brazo que cargan más al niño. Si el niño se le atora con una de los chiches, deberá alternar la chiche que le ofrece de primero al bebé ¿qué se quiere decir con esto? Antes de comenzar a dar de mamar debe palpar antes, tocarse las dos chiches y determinar con precisión cual está más llena. Una vez hecho esto, debe comenzar a amamantar al niño con la chiche más vacía y cuando su ansiedad y el apetito del niño se ha aplacado o calmado, solo hasta entonces, puede ofrecerle el seno que tiene más leche y así, con seguridad, del seno más lleno bajará la leche más despacio y el niño será capaz de controlar la leche con facilidad y sin atorarse.

Primero dele la chiche más vacía y luego la más llena. Sáquele el aire entre pecho y pecho. Debe eructar por lo menos una vez. Usualmente con esta maniobra es suficiente y el niño ya no se asfixiará. Si aun así con la maniobra anterior, todavía se ahoga agregue lo siguiente: con las manos bien limpias ordeñe manualmente hasta dejar ambos pechos medio vacíos. Puede guardar esa leche ordeñada en un frasco de biberón u otro utensilio.

Una vez se ha ordeñado un poco amamante al bebé con las chiches medio vacías y ya no se ahogará. Si el bebé después de amamantarlo directamente a las chiches demuestra que todavía tiene hambre y que puede tolerar más leche, entonces, ofrézcale la leche ordeñada previamente. Puede darla en biberón y siempre asistido o darla con cucharita o mejor con un vasito entrenador. Ver Foto #86

Sí el bebé es un niño mayor de tres meses puede también prepararle purés con la leche ordeñada sobrante. Así se adiestrará y probará otros manjares. Le puede preparar con su misma leche poleada de arroz o de harina de maíz o maicena como también se le conoce. También el puré de papa. Sí el niño es mayorcito de 4-5 meses, le puede dar arroz en leche con la leche materna. Recuerde que tiene que usar la miga de arroz o el arroz quebrado para prepararlo.

El introducir a su niño a estos preparados lo beneficiará y evitará el uso de los biberones, lo adiestrará en el uso de la cucharita, conocerá y saboreará otros olores y sabores, variará su dieta y cuando usted salga de casa y tenga que separarse de su hijo y dejarlo al cuidado de otra persona, no tendrá la necesidad de que le den biberón pues el niño ya estará entrenado para ingerir otros alimentos, y con seguridad comerá siempre sentado, en su porta bebé y estará feliz y sano.

El proporcionarle otros alimentos también contribuye a disminuir el estímulo de la producción de leche y la regula en cantidad disminuyendo así el chance de que el bebé se atore por mucha leche.

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