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La tiranía de la corrupción

Salvador Ventura

Con el triunfo del FMLN en las elecciones presidenciales del 2009, recipe seek El Salvador comenzó a liberarse del despojo a la nación, medical cialis del autoritarismo, sale el manejo patrimonial del Estado y de la escandalosa corrupción de los gobiernos de Arena.

Los asesores y dirigentes de este partido en su desesperación ante el irremediable fallo de la historia que dará al FMLN su segundo mandato al frente del gobierno, no tienen empacho alguno en regresar a su ya fallida estrategia de la propaganda sucia y la vinculación con otros países ajenos a nuestra realidad.

Sus testaferros y sicarios persisten en la necesidad de “recuperar El Salvador”, en mantener “nuestras libertades públicas” y en no permitir caer en el ejemplo de tiranías de países como Venezuela o Cuba, el mismo sonsonete repetido hasta el cansancio en esta y otras elecciones presidenciales del pasado.

No entienden nada, ni se dan por enterados del desprecio de la población por la propaganda sucia. Los resultados contundentes de la consulta electoral del pasado 2 de febrero  son una respuesta clara del soberano: no más mentiras, calumnias y ataques viscerales contra rivales políticos.

La dictadura de la corrupción se terminó en este país al salir Arena del gobierno. Aquí no se han implantado modelos económicos, políticos y sociales distintos a la idiosincrasia salvadoreña, no se han roto relaciones diplomáticas ni comerciales con Estados Unidos, ni con ningún otro país democrático del mundo.

No se ha cambiado la constitución ni se ha modificado el sistema económico, los salvadoreños trabajan, estudian y se divierten de acuerdo con sus posibilidades; la empresa privada desarrolla sus negocios, importa y exporta sus bienes y servicios, nada más pagando sus respectivos impuestos.

Ni en las escuelas ni en los institutos se adoctrina a los estudiantes, no se han expropiado haciendas ni centros de trabajo, se mantiene el dólar como moneda de curso legal a pesar del daño irreparable causado a la economía de la población, sobre todo a la de menor ingreso.

Los salvadoreños gozan de irrestricta libertad de pensamiento, de organización y movilización. Pueden entrar y salir del país sin ninguna restricción. Los padres de familia envían a sus hijos a los centros escolares de su predilección. Las amas de casa compran sus bienes donde mejor les plazca.

El primer gobierno del FMLN es capaz, eficiente, honesto y transparente. Sus obras han beneficiado directamente a millones de salvadoreños, desde el estudiante que recibe gratuitamente sus útiles, zapatos y uniformes, hasta el campesino más humilde que ha recibido paquetes agrícolas, créditos y asistencia técnica.

No se puede decir lo mismo del partido Arena, sus 20 años de perversos gobiernos estuvieron impregnados de escandalosos hechos de corrupción, como lo vamos a demostrar citando casos concretos de malversación de fondos, enriquecimiento ilícito, peculado, fraudes y robos a la economía pública.

En el saneamiento de la banca dado en 1990, con la aprobación por parte de la Asamblea Legislativa del Fondo de Saneamiento Financiero (FOSAFI), altos dirigentes y fundadores de Arena se quedaron con los bancos privatizados luego que el Banco Central de Reserva otorgó $705 millones para pagar las deudas acumuladas.

En 1991 se conoció de un faltante en la CEL por $9 millones; en 1994 se produjo una malversación de fondos en los ingenios azucareros por $15 millones; en julio de 1995 hubo un fraude en el ISSS por $2.4 millones; este mismo año se dio la malversación de fondos por $2.1 millones en el Fondo de Inversión Social (FIS).

Entre los años 1995 y 1999 hubo un fraude millonario en el Banco de Fomento Agropecuario (BFA) por $16 millones. Por el hecho fueron acusados el presidente del BFA, Raúl García Prieto y otros altos dirigentes de Arena, entre ellos, el primo de Alfredo Cristiani, Héctor Cristiani.

En 1997 se detectó una estafa millonaria de Crediclub. Esta empresa quebró y en julio de 1999, tomó $138 millones del BCR para cubrir el agujero financiero, al 1% anual y a dos años plazo. El periodo expiró y el BCR nunca recuperó el dinero de impuestos pagado por los salvadoreños.

Y podríamos seguir citando más de 167 hechos comprobados de corrupción de los gobiernos de Arena, nada más mencionamos la apropiación de más de $60 millones donados por el gobierno de Taiwán, por el presidente Francisco Flores Pérez. Actualmente es prófugo y está siendo investigado por la Fiscalía General de la República.

La tiranía de la corrupción de Arena se ha terminado, no son las campañas mediáticas, la propaganda sucia, las calumnias o el temor los que impedirán la decisión de los salvadoreños de votar con alegría y esperanza por la fórmula presidencial del FMLN. El fallo de la historia es inapelable.

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