Redacción YSUCA
Tras la decisión del Juzgado Segundo de Instrucción de San Salvador de enviar a juicio a los acusados por la masacre en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) en 1989, la institución subrayó la necesidad de centrar el proceso judicial en las víctimas y en una búsqueda genuina de la verdad.
“El conocimiento de la verdad es una condición imprescindible para que haya justicia y reparación en favor de las víctimas y sus familiares”, afirmó el padre Mario Cornejo, S.J., rector de la UCA.
Según el jesuita, sólo mediante la verdad se podrá esclarecer el nivel de responsabilidad de los implicados en el crimen, lo que permitirá una administración de justicia conforme a las leyes nacionales e internacionales.
La masacre del 16 de noviembre de 1989 dejó como víctimas a seis sacerdotes jesuitas, entre ellos Ignacio Ellacuría, así como a Elba y Celina Ramos, madre e hija que trabajaban en la institución.
El rector enfatizó que avanzar en el caso no solo honra su memoria, sino que también busca aliviar el sufrimiento de sus familiares, quienes durante décadas han cargado con el dolor y la incertidumbre.
Para la UCA, este juicio podría marcar un precedente significativo en la resolución de crímenes cometidos durante la guerra civil salvadoreña y en los años previos al conflicto.
El rector Mario Cornejo también hizo un llamado a reflexionar sobre el impacto de las injusticias históricas en el presente. Destacó que una verdadera reconciliación permitiría enfrentar mejor problemas actuales, como las consecuencias del accionar de las pandillas, las violaciones a los derechos humanos bajo el régimen de excepción y otras formas de violencia estructural.
La UCA reiteró su compromiso de contribuir a una sociedad reconciliada, donde conocer la verdad y llamar las cosas por su nombre sean pasos esenciales para evitar que el Estado repita crímenes similares en el futuro.
Este juicio no solo es un paso hacia la reparación de las víctimas directas de la masacre, sino también un avance necesario para sanar las heridas de una sociedad que aún busca justicia y reconciliación tras los estragos del conflicto armado.