Por Clément Zampa/Toni Cerdà
Tallin/Bruselas/AFP
La Unión Europea advirtió este viernes que sólo un «milagro» podría lograr «progresos suficientes» en las negociaciones del Brexit en octubre y desbloquear así la próxima fase de discusión sobre las futuras relaciones, como espera Londres.
«Para finales de octubre no tendremos progresos suficientes (…) a menos que sucedan milagros», indicó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a su llegada a una cumbre informal de mandatarios en la capital de Estonia consagrada al sector digital.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, subrayó por su parte el «mejor ambiente» de las últimas negociaciones, si bien descartó poder confirmar todavía «que hay progresos suficientes», lo que les autorizaría «a hablar de la relación futura, del comercio».
Determinar un importante avance en la negociación es crucial para el objetivo de Reino Unido de empezar a discutir cuanto antes las futuras relaciones con el bloque europeo, que podrían incluir un tratado de libre comercio, e incluso un eventual período de transición de dos años tras la retirada efectiva de los británicos.
Los europeos se niegan a pasar a esta segunda fase mientras no haya «progresos suficientes» en las actuales prioridades de negociación: garantizar los derechos de los ciudadanos directamente afectados por la salida británica de la UE, el monto a pagar por Londres por su retirada y la cuestión irlandesa.
La primera ministra británica, Theresa May, apuntó en Tallin los avances en la cuestión de los derechos de los ciudadanos europeos en el Reino Unido, tras la retirada prevista para finales de marzo de 2019. «Eso ha sido parte de las negociaciones que hemos tenido, se han realizado muy buenos progresos», subrayó.
Los europeos se habían dado como fecha la cumbre europea del 19 y 20 de octubre en Bruselas para certificar la existencia de progresos suficientes en las negociaciones de divorcio iniciadas a mediados de junio, un objetivo que parece cada vez más lejano. La próxima ronda de negociación tendrá lugar una semana antes.
El jefe negociador de la UE, Michel Barnier, fue todavía más allá el jueves, al término de la cuarta sesión de negociaciones, al indicar que todavía quedan «varias semanas o varios meses». El monto a pagar por Londres por los compromisos financieros adquiridos como socios aparece como uno de los escollos, por el momento.
‘Amplio consenso’
Estonia, que ejerce la presidencia pro témpore del bloque, consagró la cumbre de este viernes al sector digital, una de sus prioridades que se ha visto eclipsada por los retos políticos que enfrenta el bloque como el Brexit o el futuro del bloque sin Reino Unido.
El porvenir de un proyecto europeo de seis décadas de antigüedad fue el centro de la discusión la víspera de una cena informal entre líderes, quienes escucharon especialmente las propuestas del presidente francés, Emmanuel Macron, para relanzar la UE.
«Mantuvimos una buena discusión», se felicitó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien espera proponer «en las dos próximas semanas» una «agenda política» sobre las reformas de la UE para 2017 y 2018.
Una Europa con «varias velocidades» de integración, alrededor de un motor franco-alemán consolidado, figura en el centro de la visión de Macron para el bloque y, además, suscita un «amplio consenso» con Alemania, en palabras de la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel.
En la UE, se esperaba especialmente la posición de Merkel respecto a estas propuestas, máxime cuando los aliados de su futuro gobierno podrían ser los liberales, opuestos a los planes de París para la Eurozona, y los Verdes.
Durante una reunión de media hora el jueves, Macron y Merkel discutieron sobre las propuestas francesas, pero sin entrar en los detalles, especialmente respecto a una zona euro con una mayor gobernanza, al considerarse asuntos sensibles para Berlín.
Gravar a los gigantes de internet
La cumbre contará durante la tarde con otra propuesta liderada por Francia, con el apoyo de otros nueve países como Alemania, España e Italia, para gravar a gigantes de internet como Google en base a su facturación en cada país, en lugar de calcular el impuesto en base a sus beneficios.
La imposición de las multinacionales está en el centro del debate en el mercado único europeo. Algunos países denuncian que compañías como Amazon, Apple o Facebook eluden pagar tributos instalándose en países de la UE con bajos regímenes fiscales, como Irlanda o Luxemburgo.
«Este tema será el más controvertido» de la cumbre digital, advirtió una fuente europea. La ciberseguridad y la libre circulación de datos completarán la cumbre, en la que no participa el mandatario español, Mariano Rajoy, quien prefirió permanecer en Madrid por el reto independentista en Cataluña.