Por Toni Cerdà
Bruselas/AFP
La Unión Europea adoptó este viernes un procedimiento inédito para ratificar rápidamente el Acuerdo de París sobre clima, como ya hicieron China y Estados Unidos, y poder influir así en las primeras negociaciones sobre su aplicación previstas en noviembre en Marruecos.
«Todos los Estados miembros dieron el visto bueno a una rápida ratificación del Acuerdo de París por la UE. Aquello que algunos pensaban que era imposible es ahora real», subrayó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en un tuit.
Los dirigentes europeos optaron por un procedimiento inédito, el de la ratificación por parte de las instituciones del bloque sin esperar a que finalicen los 28 procedimientos nacionales de ratificación.
Este procedimiento había generado reticencias entre varios países, al temer que la ratificación rápida siente un precedente para la adopción de otros acuerdos internacionales. Sin embargo, como indicó la ministra francesa Ségolène Royal en un tuit, todos sus homólogos lo aprobaron finalmente «por unanimidad».
Ahora la pelota está en el tejado del parlamento europeo que deberá dar el visto bueno inicialmente el 4 de octubre, antes de que el Consejo de la UE, que representa a los 28 países del bloque, ratifique a su vez el acuerdo.
El 12 de diciembre, 195 países y la UE se comprometieron en la conferencia del clima de París (COP21) a detener el alza de la temperatura del planeta «muy por debajo de los 2ºC» y ayudar económicamente a los países más vulnerables al calentamiento global.
Nació entonces el llamado Acuerdo de París, que reemplazará a partir de 2020 el actual Protocolo de Kioto. Para su entrada en vigor, 55 países que representen el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) deben ratificarlo.
La primera condición ya se cumplió y, tras el anuncio de India de ratificar el texto el próximo 2 de octubre, el objetivo del 55% está cada vez más cerca y la UE quiere ser el «detonante» de su entrada en vigor, en palabras de la ministra española Isabel García Tejerina.
«Esta etapa decisiva podría permitir superar el objetivo del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero necesario para la entrada en vigor del Acuerdo de París y de mantener el papel decisivo de la UE», aseguró Royal en un comunicado.
Objetivo Marrakech
Bruselas busca no descolgarse del grupo de países que negociarán en Marrakech (centro de Marruecos) cómo aplicar este acuerdo, el primero de carácter mundial, máxime cuando China y Estados Unidos ya tienen asegurada su silla.
Sólo las naciones que presentaron sus ratificaciones ante Naciones Unidas antes del 7 de octubre tendrán voz y voto en esa reunión. Pekín y Washington lo hicieron conjuntamente el pasado 3 de septiembre.
El bloque europeo representa en conjunto alrededor del 12% de las emisiones de GEI mundial. No obstante, sólo el porcentaje de los países cuyos parlamentos nacionales hayan ratificado el acuerdo entrará en el cómputo total, después que la UE también lo haya hecho.
Por ahora, sólo Alemania, Austria, Francia, Hungría, Malta y Eslovaquia han ratificado el acuerdo que busca frenar el calentamiento del planeta. España no podrá hacerlo en breve, al contar con un gobierno en funciones, reconoció la ministra.
A fecha 29 de septiembre, 61 países han presentado sus ratificaciones ante la ONU, entre ellos Argentina, Brasil, Honduras, México, Panamá y Perú.
Chile ya lo ratificó, aunque aún no figura en la lista de la ONU, y Costa Rica ya inició el debate legislativo. Nicaragua, que mostró su descontento en París con el resultado final del acuerdo, directamente no lo ha firmado.
El Acuerdo de París vincula la suerte de las grandes potencias emisoras de gases de efecto invernadero, como Estados Unidos y China, a la de las pequeñas islas del Pacífico amenazadas por la subida del nivel de los océanos.
La lucha contra el calentamiento global se hace cada vez más imperiosa, alertaron el jueves siete reconocidos climatólogos, para quienes «es necesario duplicar, incluso triplicar los esfuerzos» para limitar las emisiones de GEI.
El planeta está a punto romper su tercer récord anual consecutivo de calor desde que se miden las temperaturas, en 1880.