Por Patricio Arana
Bruselas/AFP
Los 28 líderes de la Unión Europea (UE) se dieron diez días para hallar un acuerdo con Turquía para frenar el flujo migratorio, luego de una sorpresiva propuesta de Ankara de readmitir a los migrantes que llegan a Europa cruzando el Egeo, incluso a los refugiados sirios.
Los 28 líderes de la UE, reunidos en cumbre extraordinaria en Bruselas, recibieron con anuencia la inesperada propuesta del primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, por cuyo país, que acoge a 2,7 millones de refugiados sirios, pasan la mayoría de los migrantes que intentan llegar a Europa cruzando el mar Egeo.
Ankara propuso un «canje» de refugiados que consiste en que Turquía readmita a los refugiados sirios llegados a la UE ilegalmente y que los europeos admitan a su vez, por vías legales y seguras, la misma cantidad de refugiados sirios protegidos en Turquía.
Pero para ello pide que se adelante a junio la entrada en vigor de la acordada liberalización de visados para los turcos que viajan a la UE y la aceleración del estancado proceso de adhesión al bloque europeo.
Davutoglu pidió ademas una ayuda adicional de 3.000 millones de euros para los refugiados, el mismo monto que ya acordó con la UE en noviembre.
«Se lograron importantes avances (…) sobre la crisis migratoria», dijo a la prensa el presidente francés, François Hollande.
«Constituye un avance si se hace realidad», señaló en tanto la canciller alemana Angela Merkel precisando que aún se necesitaba discutir el tema.
Merkel, que endosó las propuestas turcas, consideró la propuesta turca de «canje» de refugiados como un «avance cualitativo».
La idea, señaló Hollande, «es que no haya más transportes irregulares de refugiados o de migrantes desde Turquía hasta Grecia» adonde cada semana llegan entre 15.000 y 20.000 personas, flujo que se puede disparar en la primavera.
En lo que va del año 120.000 personas llegaron a las costas griegas cruzando el Egeo. En 2015 fueron más de 850.000, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Un «cambio en la situación»
Este «cambio en la situación», según la expresión utilizada por Davutoglu, así como por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la canciller Merkel, tiene por objetivo desalentar la migración ilegal a Europa.
«Los días de la migración irregular a Europa terminaron», dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en conferencia de prensa al término de la cumbre.
Davutoglu estimó que tomaron una «audaz decisión» al aceptar a todo migrante ilegal «sin tener cuenta su origen».
«Los aceptaremos sobre la base de que cada sirio readmitido por Turquía que haya llegado a las islas griegas, otro sirio será reinstalado en Europa», dijo el primer ministro turco.
Tusk afirmó que la UE trabajará con los turcos sobre la base de que «todo migrante que llegue a las islas griegas será regresado [a Turquía], la liberalización de visados, el desembolso de ayuda financiera, la preparación de nuevos capítulos en el proceso de adhesión y finalmente la reinstalación de refugiados sobre la base de uno por uno».
Esperan llegar a un acuerdo para la próxima cumbre del 17 y 18 de marzo, a la que también asistiría Davutoglu.
Pero alcanzar un acuerdo no será fácil para la UE. Varios mandatarios expresaron reservas sobre la propuesta turca. El primer ministro húngaro,
Viktor Orban, adelantó que la vetaría según su portavoz.
Puntos por clarificar
«Plantea muchos interrogantes: jurídicos, pero también de lógica. ¿Por qué reenviar sirios a Turquía para readmitirlos luego?», preguntó una fuente diplomática de Europa occidental, añadiendo que quedaban «muchos puntos por clarificar».
«La decisión es legal», aseguró por su parte ante la prensa el presidente de la Comisión, descartando las eventuales dudas demandas ante la justicia europea en relación a la expulsión de solicitantes de asilo sirios hacia un país como Turquía.
Por su parte el presidente del Consejo italiano, Matteo Renzi, advirtió que sólo aceptaría firmar un nuevo acuerdo con Turquía con la condición de que se mencione explícitamente el respeto a la libertad de prensa, según otra fuente diplomática.
Los mandatarios europeos discutieron con Davutoglu «la situación de la prensa» en Turquía, luego de que un periódico de oposición fuera puesto bajo tutela judicial antes de la cumbre.
«No podemos quedar indiferentes a las inquietudes que fueron destacadas en este contexto», dijo Tusk.
La ‘ruta de los Balcanes’
Al margen de las discusiones con Ankara estalló entre lo 28 una nueva división sobre la situación migratoria en la llamada «ruta de los Balcanes», utilizada en 2015 por 850.000 solicitantes de asilo.
Un proyecto de declaración final destacaba que «esta ruta está cerrada», algo sobre lo que Alemania dio cuenta de sus reservas, por lo que se suprimió esta referencia.
Serbia y Macedonia, pero también Austria, Eslovenia y Croacia, miembros de la UE, restringen desde hace unas semanas el tránsito por sus territorios de los solicitantes de asilo, lo que la Comisión Europea calificó de incompatible con la legislación europea y la Convención de Ginebra.
Esta decisión dejó a más de 30.000 migrantes bloqueados en condiciones miserables en Grecia, unos 13.000 en la frontera con Macedonia.
La crisis migratoria provoca desde hace meses profundas divisiones en la UE y amenaza uno de sus pilares más emblemáticos de su construcción: la libre circulación en el espacio sin fronteras Schengen.