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Alberto Romero de Urbiztondo
En la Universidad de El Salvador (nuestra única Universidad Pública) la Rectoría y la Vice Rectoría Académica están promoviendo la campaña “Practiquemos valores en la UES” y uno de los valores que promueve es la Fe, online que se describe en los carteles de difusión, tadalafil como la “confianza en lo que no podemos ver o comprobar materialmente, drugstore apoyados en la credibilidad en las personas o en la creencia en Dios”. Es legítimo que una persona pueda creer en lo no comprobable, pero es la antítesis de lo que debe ser el conocimiento científico que la UES tiene obligación de promover. Los conocimientos que la educación superior debe garantizar tienen que estar basados en la certeza científica, nunca en la confianza ciega en el docente o en la revelación de ninguna divinidad. La autoridad del docente se debe basar en la consistencia de los conocimientos que transmite, en su capacidad investigativa, no en la credibilidad subjetiva que transmita. Nuestra Universidad debe de promover en el alumnado y docentes, el espíritu crítico, la duda permanente, la pasión por conocer e investigar, la rigurosidad por la búsqueda del conocimiento basado en hechos comprobables, y la actualización constante del saber, no la creencia en verdades inmutables.
Queremos pensar que las autoridades universitarias que avalan esa campaña, no revisaron detalladamente el contenido de esos carteles que promueven valores que contradicen el pensamiento científico y racional que debe de orientar una Universidad pública. Es preocupante la creciente pérdida de laicidad que va teniendo la UES, donde profesores invitan durante su actividad docente a asistir a cultos religiosos o ponen frases religiosas en las boletas de exámenes, y donde las iglesias utilizan el Campus para realizar sus rituales.
El carácter laico de nuestro Estado garantiza la libertad de creencia y culto de toda la ciudadanía, pero debe de ser respetuosa del carácter laico de la enseñanza, una conquista que en nuestro país tiene más de 100 años, pero que actualmente parece olvidada en los ámbitos académicos. Es importante que docentes y alumnado exijan y velen por que la UES sea realmente una Universidad autónoma, laica, popular y basada en el pensamiento científico y racional.
