Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
La plaza Salvador Allende, antesala a la Facultad de Medicina en la Universidad de El Salvador (UES), luce la mañana de este jueves desierta y cercada por la banda amarilla de la Policía Nacional Civil, que prohíbe el paso de los usuales transeúntes que utilizan ese espacio público, en el inicio de las actividades administrativas y académicas del año lectivo 2020.
El motivo -anunció el vicerrector Académico del Alma Mater, Raúl Azcúnaga- es en cumplimiento de la orden del Juzgado 11o de Paz, de San Salvador, el pasado 10 de enero, a fin de recuperar los restos de Raúl Hernández y Carlos Arias, estudiantes de Medicina quienes fallecieron el 6 de marzo de 1980 y fueron inhumados en la plaza.
“Este proceso fue iniciado por la familia Hernández, dando aviso de los cuerpos que estaban aquí, en la Plaza Salvador Allende, y fue así que se dio el procedimiento legal, que junto a la Fiscalía (General de la República) y Medicina Legal se realizará esta exhumación, así también con la cooperación del Ministerio de Obras Públicas, para la obra física (remoción de las placas de concreto) y el acompañamiento de la Universidad de El Salvador, porque la Universidad de El Salvador está comprometida con la Memoria Histórica”, confirmó Azcúnaga.
La hermana de Raúl Hernández de 80 años de edad, padece una osteoartritis que la obliga a llevar un bastón para movilizarse; sin embargo, ha llegado hasta la plaza acompañada de familiares y anuncian que no darán declaraciones; “hemos pedido que todo este proceso sea privado, no daremos declaraciones”, señala su acompañante, mientras ella asiente con su cabeza y las ráfagas de viento desordenan su cabello.
Los trabajadores del Ministerio de Obras Públicas inician su trabajo empujando un dispositivo electrónico que es un método geofísico para ubicar de manera concreta los indicios de los restos humanos en la zona de la plaza, que equivale a un “escaneo de suelo”, explicó William Roberto Guzmán, del MOP.
“Una vez finalizados los sondeos geofísicos, viene una parte de excavación controlada que se va a realizar de tal forma que no sea destructiva total de la plaza, aquí vamos a hacer un trabajo focalizado en coordinación con la unidad forense y fiscalía, para aplicar diferentes técnicas de excavación que se requieran, porque no es lo mismo meter una maquinaria o una excavación de este tipo. Sabemos que esto es un patrimonio y de igual forma vamos a cuidar todos los materiales que están en la zona para restaurarlo con el mismo material, estamos hablando de hacer cortes de cada uno de esos elementos y serán guardados, para posteriormente y terminado el proceso, se colocarán cada uno de los materiales en la plaza”, explicó Guzmán.
Mientras, el presidente de la Asamblea General Universitaria (AGU), Iván Hernández reseñó que el año pasado el rector Roger Arias presentó ante la Fiscalía General de la República un listado de casos de miembros de la comunidad universitaria que perdieron la vida en el período de la guerra y antes de los años ochenta, que sumando a estos dos casos se enmarcan en acciones luego de la derogación de la Ley de Amnistía de 1993.
“En estos dos casos fueron las familias las que decidieron poner las denuncias ante la Fiscalía General de la República y es así como inicia este proceso. La Universidad de El Salvador ha dado toda la información de estos dos casos y hemos trabajado de manera conjunta con la fiscalía, para que estos procesos se desarrollen con mayor facilidad.
Carlos Arias y Raúl Hernández…
Uno fue asesinado por cuerpos de seguridad, según información que tenemos de Santa Ana y, el otro tras una persecusión a las afueras de la Universidad de El Salvador”, reseñó el caso Hernández.
El procedimiento de búsqueda forense, aclaró Israel Ticas, del Instituto de Medicina Legal (IML) presenta un grado de dificultad por la misma disposición y diseño de la Plaza Salvador Allende; “teníamos dos técnicas a utilizar que no son invasivos, pero debemos ser muy cuidadosos”, reafirmó.
“Nuestra intención como investigador forense es evitar el daño colateral en la infraestructura de esta plaza; por ello presenté el método de catacumbas, para entrar de forma lateral para buscar la fosa por abajo, para preservar el lugar; y la otra es una excavación paralela pero no invasiva, la cual nos permitirá bajar en unas gradas de tierra de forma lateral y llegar donde fueron colocados hace cuarenta años, y ahora los señores del MOP nos están colaborando para verificar que no haya tuberías de agua potable o lluvias para no alterarlas, para luego pasar a los cortes en el cemento y sacar cada bloque con cuidado”, señaló Ticas.
Asimismo, anunció que algunos estudiantes de antropología de la Universidad de El Salvador les ayudarían en el proceso de exhumación, y aunque los tiempos para realizar este proceso judicial cuentan con un estimado de treinta días, Ticas indicó: “en arqueología solo tiene una fecha de inicio, pero no su cierre”.
Similar reacción fue la del fiscal del caso, Juan José Benavides, quien comentó que el proceso se va a desarrollando a partir de la denuncia de los familiares y esperan, al contar con los restos óseos de los estudiantes, poder continuar con las investigaciones hasta concluir con los casos.
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