Pablo González
El 15 de febrero del 2024 fue creada la Comisión Especial de la Asamblea General Universitaria (AGU), denominada “la Universidad se niega a morir”, luego de casi 5 meses, notamos que todo tiende a la inanición, previa a la transición.
La comisión hizo un plan de trabajo que fue frenado por las autoridades, cuando alucinaron con el ofrecimiento, de palabra, de abonos a la deuda del presupuesto impagado, al concluir abril, mes del pago del impuesto de renta 2023. El ofrecimiento se redujo al pago de un pequeño abono a la deuda, un par de abonos semanales y todo volvió a la paz de los sepulcros.
La comisión hizo algunas actividades, como la colocación de mantas y banners en los accesos de la Universidad de El Salvador (UES), una marcha dentro de la UES y una serie de reuniones sin mayores acciones prácticas. La marcha dentro de la UES fue literalmente boicoteada, asistiendo solamente unos docentes y estudiantes comprometidos con su propia consciencia. Los trabajadores, decanos y demás autoridades brillaron por su ausencia.
Personas y agrupaciones ajenas a la UES, pero solidarias con la problemática, mas algunos docentes y estudiantes, hicieron una caravana desde la Minerva al Ministerio de Hacienda, el martes 23 de abril, para exigir el cumplimiento de la Ley del presupuesto general, en cuanto al pago de la asignación presupuestaria a la UES. La caravana fue boicoteada por las autoridades universitarias, quienes confiaron en los acuerdos verbales con el Ministerio de Hacienda.
Estamos conscientes que dentro de la UES existen autoridades, profesionales docentes, personal administrativo y estudiantes, que se han identificado como militantes o simpatizantes del actual gobierno corrupto, razón por la que, en vez de apoyar las actividades encomendadas a la Comisión Especial, la ignoran o boicotean.
Sin embargo, esa forma de actuar, no los exime de los resultados que derivaran de las decisiones erradas, que tome el actual gobierno inconstitucional. También ellos serán acreedores de los resultados de las políticas de ajuste económico, liquidación de segmentos del estado, disminución de asignaciones presupuestarias y re asignación de recursos.
En resumen, la UES esta paralizada, en coma, cada quien llega a fin de mes dando gracias al monarca, por haberles concedido otro lapso de tiempo de vida adicional, dentro del estado de excepción, mientras tanto esperan salir incólumes de la vorágine de sucesos que se avecinan. Creo que escucharemos la partitura de la Marcha Fúnebre de Chopin.