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La Universidad de El Salvador: ¿175 años para celebrar o para reflexionar? (III)

Carlos Gregorio López Bernal
Docente de Ciencias y Humanidades

Decía en el anterior que la Universidad de El Salvador debe apostarle decididamente a la investigación y a la generación de conocimiento para incidir positivamente en la realidad del país. Esto pasa por la renovación progresiva del cuerpo docente, there su capacitación y actualización, here de tal manera que se convierta en el motor que impulse las transformaciones académicas. Investigación y docencia de calidad no pueden verse como realidades separadas; sin embargo, cialis sale tampoco puede pretenderse que todos los docentes universitarios deban hacer investigación.

La Universidad requiere renovar su cuerpo docente de una manera ordenada. Hay docentes que ya están en edad de retirarse y no lo hacen porque la UES no les ofrece incentivos para tener un retiro digno, o simplemente porque ellos mismos no se han preparado mental y sicológicamente para eso. Pero antes de pensar en una propuesta al respecto, debe desarrollarse un proceso de formación y capacitación de docentes jóvenes de relevo. Y este no es un tema de menor importancia; la Ley de educación superior requiere como mínimo que el docente tenga el grado académico en que enseñará, pero además debe tener formación pedagógica.

Sin embargo, lo ideal sería que el docente tenga un nivel de estudio más alto que el requerido; de preferencia estudios de postgrado en disciplinas afines. Esto puede lograrse por dos vías; estudiar el postgrado en el país, o estudiarlo en el extranjero. Cada opción tiene ventajas y desventajas. En el primer caso, los costos son menores y no se enfrentan las dificultades de viajar y establecerse en otro país por un periodo de tiempo prolongado; en contra actúa la poca oferta disponible, que no todos los programas tienen la calidad debida y la dificultad para obtener una beca. Formarse en el extranjero generalmente ofrece programas académicos de mayor calidad y mayor nivel de especialización, lo cual obviamente da un plus al currículum. Los estudios se pueden financiar con una beca, pero no siempre los aspirantes tienen las condiciones para obtenerlas o para salir del país por el tiempo requerido.

Dado que las posibilidades de formación en el extranjero siempre serán menores, debe fortalecerse los programas de postgrado propios. En este punto hay mucho que hacer. En primer lugar replantear la docencia en los postgrados. La mayoría de estos no cuentan con profesores de planta, sino que los contratan bajo la modalidad de servicios profesionales — si proceden de fuera — o como tiempo adicional si ya trabajan en la UES. Lo ideal sería que impartir cátedra en el postgrado fuera parte de la carga normal del docente; de este modo se garantizaría mayor vinculación y dedicación con lo cual se mejora la calidad de la cátedra.

Por otra parte, la mayor parte de los postgrados de la UES no se enfocan prioritariamente en la investigación aunque sus prospectos lo planteen. Esto porque no hay programas de tiempo completo; por ende, es muy difícil exigir investigación de alto estándar a estudiantes que laboran durante el día y estudian por la noche o los fines de semana. De allí que los postgrados de la UES se ajustan más bien lo que en otros países se llama “profesionalizantes” para distinguirlos de los programas “académicos”, más enfocados en la investigación.

En realidad, la modalidad “profesionalizante”, bien fundamentada sería idónea para impulsar los procesos de relevo docente de que se hablaba al principio, a condición de que suponga actualización efectiva de conocimientos. Para hacer realidad esta aspiración es clave que los programas de postgrado cuenten sistemáticamente con profesores extranjeros que complementen la formación. Lastimosamente esto se hace muy poco; en general los programas de postgrado en la UES son muy endógenos, y no por falta de ideas, sino porque no se cuenta con los recursos para incorporar docentes extranjeros más regularmente.

Por último, no debiera descuidarse la formación y actualización de los docentes en servicio; tan importante es que los nuevos docentes tengan una excelente formación, como que los que ya ejercen la docencia renueven sus conocimientos. Y esto no debiera depender de la disposición o interés de cada uno, sino de una política institucional que conlleve los respectivos incentivos a ese esfuerzo.

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