Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
Han pasado 28 años, cuando el filósofo e investigador holandés Ralph Sprenkels y el padre Jon Cortina fundaron la Asociación Pro Búsqueda, un 20 de agosto de 1994, con su compromiso de apoyar a un grupo de madres y padres de familia que buscaban a sus hijas e hijos desaparecidos durante el contexto del conflicto armado en los años ochenta, luego de la firma de los Acuerdos de Paz, en enero de 1992.
Eduardo García, actual director de la Asociación Pro Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos durante el Conflicto Armado, hizo un balance del trabajo de su organización, lamentando que varios “gobiernos tuvieran la oportunidad de saldar esa deuda, pero todos la desperdiciaron”, incluyendo la actual administración.
– ¿Cuál es su balance sobre el trabajo de ProBúsqueda?
Son 28 años de fundación y hemos logrado tres sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que incluyen a 13 personas entre niños y niñas que fueron desaparecidas en el conflicto armado. En donde la Fiscalía General de la República (FGR) con esas tres sentencias no hay aún sancionados ante la justicia por esas desapariciones pese a que se comprobó la participación de los perpetradores, o sea, sin ningún caso resuelto por parte del Estado.
– ¿Qué argumentos han dado las autoridades?
Creo que los reencuentros que se han hecho desde la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) y de la Asociación ProBúqueda, demuestran la veracidad de estos hechos, entonces, es la misma impunidad de los mismos de siempre -como dicen estos- . El actual gobierno afirma creer en la Memoria Histórica, pero no participan ni la promueven, entonces, es más un acto de querer inventar otra historia y son 28 años de una sociedad cansada.
Las madres están cada vez más cansadas, más entradas en años, algunas están muriendo y con eso se está cometiendo un doble delito, porque no es solo el atropello de aquél momento de la desaparición, sino la negación de justicia a la gente que ahora en términos de paz no obtiene ni justicia ni atención psicosocial, ni reparación por el daño causado y esas son competencias de los Estados en tiempos de paz.
– ¿Considera que es un balance negativo?
Es terrible porque todos tuvieron la oportunidad, pero todos la desperdiciaron. Puedo entender cuando tiempo atrás, las cosas en la Asamblea Legislativa, eran altamente polarizada donde unos combatieron de un lado y otro.
Ahora, lo tienen bien fácil, el presidente (Nayib Bukele) vetó una Ley de Justicia Transicional, aprobada en el 2019 y los argumentos que dio fueron muy buenos, porque dijo que era inconstitucional porque promovía la prescripción del delito, la no judicialización, que prevalecía el poder militar sobre el poder civil, pero el tiempo ha pasado y ha mostrado que él piensa igual que los anteriores presidentes.
– ¿Cuáles deberían ser las actuaciones del Ejecutivo y Legislativo?
Bueno, la -bancada Cyan- hubiese retomado esa ley que vetó el presidente Bukele, y resolver las observaciones que le hizo para entregar una Ley de Justicia Transcional a este país. Y tal vez no era la mejor pero habría una ley, más con esos argumentos que dio el presidente cuando la vetó. Entre las cuales, la más importante era que prevalecía el poder militar sobre el civil y no podía ser eso.
Y meses después, vemos al Juez Jorge Guzmán, pidiendo que lo dejen entrar para una diligencia judicial en varios destacamentos militares en la investigación de la masacre de El Mozote y lugares aledaños, y se lo impiden – y por orden de el presidente- y sumado a la falta de independencia de poderes que hay ahora, entonces, no hay excusa para no aplicar justicia y verdad.
Porque en su tiempo la excusa de ARENA era queremos reconstruir el país, que no era el momento de las víctimas, que había mucha polarización, que mucha sangre derramada podía revertir el acuerdo de paz. Y luego, los gobierno del FMLN, argumentó no tenemos los votos, nos van a pasar factura solo a nosotros, la derecha es poderosa.
– ¿Cree que no hay voluntad política de atender a las víctimas?
Es lamentable porque son gente que no tuvo que ver con ese pasado del conflicto armado y por el contrario -han dicho- que tienen toda la voluntad para con las víctimas y hasta aprobaron un día para reconocer a las víctimas, aunque deshicieron todo lo de los Acuerdos de Paz, y bueno tampoco han demostrado nada.
Y más preocupante que la bancada Cyan, de la comisión de Justicia y Derechos Humanos, supimos que invitaron a personas de Naciones Unidas (ONU) a reuniones privadas como comisión legislativa, pero no invitaron a los otros diputados de los otros partidos políticos. Es como si tuvieran algo que esconder, que pactar y son estas cosas que no se mueven con trasparencia o con justicia las que nos preocupan porque no son buenas.
– ¿Por qué tratan el derecho de justicia de las víctimas con complejidad?
Hablar de víctimas es hablar de minorías y también porque los vinculan a grupos marginales y es por lo mismo que no hacen nada por los pobres y coincide ahí lo de víctimas y pobres. Es por la misma razón que no se lucha por los derechos de las mujeres y ahí coinciden víctimas pobres y mujeres, es la misma dinámica que han aplicado desde el Estado.
Sabemos que si un Estado quiere el desarrollo de su pueblo, los presidentes del poder judicial o legislativo deberían priorizar lo que falta por hacer -por ejemplo- el derecho a la población LGBTI, las mujeres, la niñez , las víctimas o la población de la Tercera Edad. Y cuando no vemos que hagan algo, significa no hay interés social quizás están viendo el aspecto económico, o interesados en el aspecto de ocultación de información pública, o el interés de conservarse en el poder, la reelección. Y lamentablemente, no están viendo los problemas sentidos de la población.
– ¿Cuál es la situación de las víctimas en el actual contexto?
En todos estos años no ha cambiado el rostro de las víctimas, siguen siendo mujeres pobres que buscan a sus hijos e hijas sin ninguna respuesta. Y así como el rostro de los perpetradores antes fueron uniformados, que son los victimarios, porque en este país los cambios son muy lentos, que no se perciben.
Y no estamos mejorando con la inflación económica como está, tenemos más niños pidiendo en la calle, vemos más cocheras abiertas vendiendo pupusas u otras cosas porque no hay empleo. Esa no es una visión de país en camino al desarrollo, porque la población aún vive en las vulnerabilidades climatológica, no se ha terminado con los problemas del agua que es una realidad que golpea. Y que haya algunas calles bacheadas o tener un país con cuatro millones de celulares no es sinónimo de desarrollo.
– ¿Cómo se puede atender esta crisis generalizada y, claro, las víctimas?
El país necesita un viraje para no irse al despeñadero, porque el viraje que dieron ha sido tan profundo que hemos dado una vuelta de 360o por lo que estamos viendo al precipicio nuevamente por otros motivos. Se debe planificar, aprender como hacer las cosas para lograr los resultados que esperan obtener.
Lo más importante y debemos estar claros -no se puede desarrollar un país en ausencia de democracia- esa es la verdad. Tenemos una realidad difícil. Los estudiantes aún no han terminado de ingresar a las escuelas por el Covid, cuando se necesita una generación profesional con estudios completos, pero aún estamos en educación semipresencial, es decir, los centros educativos cerrados, pero el país está abierto desde hace más de un año para la inversión y turismo, eso no tiene ninguna lógica.
– ¿Cuál es su opinión con estigmatizar el trabajo de personas defensoras de derechos humanos, actualmente?
Se ha vuelto a cambiar el rostro. Antes los catequistas tenían que esconder la Biblia, porque lo tildaban de revolucionario por hablar la palabra de Dios, pese que en el Evangelio estaba escrito que todas las personas son iguales, que tienen derechos y no merecen pasar hambre y años atrás eso era interpretado como sinónimo de comunismo y acusaron a catequistas, sacerdotes que fueron asesinados. Incluso, hasta un santo mataron en este país por el odio a la fe.
Actualmente, eso es exactamente lo que ocurre con las personas defensoras de derechos humanos, ellas promueven valores que no son los de un régimen de excepción, de dictadura. Lo que resulta colocándote en la palestra de la oposición y que no quieren el bienestar y eso no es cierto. Los países más desarrollados son los que ponen al centro las personas -aclaro- personas y no los buenos y malos, porque todas las personas tienen derechos.
– ¿Cuál es a futuro el trabajo de Pro Búsqueda?
Si Probúsqueda hubiera surgido con otros fines que no fuera el reencuentro de madres y padres con sus hijas o hijos se hubiera perdido realmente el trasfondo. El símbolo de nuestra organización es una madre que encuentra y abraza a su hija o hijo. Y pese a que han querido callar esas voces o querer ocultar la verdad. Creo que de ProBúsqueda seguirá, sabemos que hay limitantes, que tiene sus problemas, sus crisis, pero también tiene sus 463 casos resueltos, tiene sus 3 sentencias de la Corte IDH y vamos por la cuarta. Contamos con una buena experiencia para determinar lo que es verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición, frente a un Estado que históricamente ha hecho acto de omisión con las víctimas.
También aportamos con investigaciones y peritajes propios, incluso, ha liberado informes militares que el gobierno no ha sido capaz de hacerlo. Creo que ProBúsqueda es una organización bien plantada en ese aspecto y con todas las limitantes porque en la esencia y lo que hace perder el miedo y lo que prevalece al final es el amor de esas madres y padres que buscan sus hijas e hijos desaparecidos.
– ¿Cuál es el concepto de justicia para las víctimas?
La justicia no es solo sanción, es dignificación de la víctima, es devolver la verdad, que se investiguen las razones que las mataban porque eran guerrilleras o que las mataron porque tal vez estaban involucradas en algo, como han dicho los perpetradores.
Porque la justicia pone en su lugar los hechos y como pasó eso en el conflicto y verán que eran niños que no tenían que ser asesinados o secuestrados; que eran ancianos que no podían correr y, sin embargo, les cayó encima la bota, entonces, hay que dignificar a las víctimas, no nos perdamos del horizonte que esto se trata solo de una sanción.
Si es fácil procurar la verdad, la justicia y la reparación porque tiene que ser gratificante para las víctimas a las que se le ha causado el daño, debe estar al centro de todo. Porque justicia no es decirle pobrecita la víctima, es preguntar cómo dignificaría la memoria de tu papá, mamá, hija, hijo, cómo reparamos el tormento que causamos.
Como ProBúsqueda queremos demostrar que se puede pelear contra la impunidad, que conocer la verdad es parte de la reparación y que la satisfacción del reencuentro del desaparecido esté vivo o muerto es dignificante para las víctimas, porque esa ha sido nuestra experiencia.
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