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Redacción Nacionales
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“Estamos reunidos en el santo lugar en donde descansa el santo de nuestro país Monseñor Romero, y estar en esta eucaristía y leer la liturgia de este día, no es casualidad, es el Señor saliendo a nuestro encuentro, hablando a nuestro corazón, es el Señor llamándonos por nuestros nombres”, dijo el padre Alberto Chávez, Vicario de Catedral Metropolitana. La Comunidad de la Cripta de Catedral Metropolitana hizo un llamamiento este domingo en el oficio religioso a celebrar la fe para que ilumine al pueblo que busca la verdad y la justicia, cuidándose imitando la vida del “Buen Pastor”.
La homilía escogida fue del 5 de agosto de 1979, titulada: “El Divino Salvador, pan que baja del cielo y da la Vida al Mundo”, en la cual, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, hace una invitación a no limitarse con el “pan de la tierra, sino seguir el camino de Jesús, que es el pan de la vida”.
Sobre la solemnidad de las fiestas del patrono de San Salvador, Monseñor Romero, citó la frase “entre los consuelos de Dios y las persecuciones del mundo”, como reflexión sobre el contexto de represión estatal al pueblo salvadoreño, previo al conflicto armado que se extendió por 12 años.
“Hay muchos consuelos de Dios en las fiestas del Divino Salvador, pero hay también amargas pruebas de las persecuciones del mundo. Y esta misa de hoy quiere ser un gesto de solidaridad con la hermana diócesis de San Vicente que está de luto porque ayer por la mañana le asesinaron a su Padre Alirio Napoleón Macías” (texto Homilía/05/08/79).
El vicario de Catedral llamó en su prédica que si los cristianos creen, que Jesús vino a este mundo y se encarnó en la historia de la humanidad -estaban totalmente equivocados- sobre la misión que tuvo en la tierra con su pueblo.
“La verdadera enseñanza de Jesús y lo que quiere de nosotros es que, por nuestro corazón seamos solidarios. Y nos preguntamos ¿Qué fuentes utilizan para saciar su sed?, ¿Qué cisternas agrietadas buscamos y dejamos la fuente verdadera del agua de la vida que es Jesús estas aguas que nos dan la paz ?, a que somos afectos al poder, al dinero, al placer. Y nos damos cuenta que esto no sacia nunca en este mundo”, afirmó.
Asimismo, en las peticiones a Jesús la Comunidad de Cripta, pidió que el pueblo salvadoreño, que en los tiempos difíciles que se viven por la pandemia del Covid19, la crisis hídrica y el aumento de la pobreza, seguir en coherencia con la fe y ponerse en las manos de San Oscar Romero y buscar un sendero de vida de verdad y justicia.
Asimismo, pidieron por la juventud que es desaparecida o masacrada en un sin sentido de violencia por el Crimen Organizado y oscuros intereses que desvalorizan la vida e impacta al futuro de este país. Violencia que consideraron que va en aumento y que está siendo ocultada por las autoridades cuando su deber es investigar, juzgar y sancionar.
En cuanto a la “libertad de Expresión”, la Comunidad de la Cripta llamó al Estado salvadoreño a respetar los derechos de toda la población en especial al gremio periodístico y personas defensoras de derechos, que son violentados por no reproducir el discurso oficial o tener otra opinión sobre la realidad nacional.
