Wilfredo Mármol Amaya
Psicólogo salvadoreño
Referente a la violencia social en El Salvador, illness es menester tener en consideración al menos tres dimensiones de ella: la violencia delincuencial, la violencia de los medios de comunicación con intereses marcadamente ideológicos y por supuesto la violencia política, ejercida por los partidos y sus aliados esenciales. Y en esto hay que ser justos, la derecha es mucho más impulsora de la violencia que las izquierdas, al menos en nuestro país.
Tan así es la cosa que los análisis sobre la violencia e incertidumbre tienden a centrarse en aspectos que están a la orillas de las verdaderas causas de la violencia social en El Salvador, y el efectos es discutir las ramas del árbol sin tocar el tronco del mismo. El libro de Acción e Ideología del padre jesuita y psicólogo Social publicado por UCAEDITORES en 1983, entre las páginas 359 a la 423 da luces, que siguen vigentes después de 30 años. Es el momento de ir a su encuentro y escudriñar alternativas viables y sobre todo nacionales.
En relación al aporte de la Psicología, como ciencia de la conducta humana en nuestro país, es altamente preocupante, ya que existen en este momento más de 5,000 profesionales de la Psicología formalmente registrados para el ejercicio en la Junta de Vigilancia de la Profesión, como parte del Consejo Superior de Salud Pública, y que no dicen “esta boca es mía” , no se escuchan contribuciones a posiciones sobre el quehacer psicológico que de luces a la problemática, o peor aun que aun un buen número de colegas continúan con la idea que les “enseñaron” en las universidades, y es el hecho que la Psicología era una ciencia aséptica y que por lo tanto no hay que hablar de cosas políticas. Hablar de la violencia social desde la Psicología es para muchos meterse en política. Error. La Psicología en la UES ni se mencione, por favor.
Señalo esto porque siendo uno de los países más violentos del mundo, da la impresión que no hay psicólogos y psicólogas. Uno que otro anda en grandes proyectos virtuales sacando provecho a nominaciones como “psicólogos del año” y haciéndose pasar como los representantes del país de la sonrisa con todo tipo de psicoengaños. Hay centros de salud mental con buenas intenciones, pero no trascienden de ello.
La violencia en El Salvador debe que ser abordada más allá de los ojos del ex alcalde neoyorkino Gulliani y compañía, es decir, más allá de simples abogados, cárceles, policías, tecnología de punta en los carros patrullas o cámaras de seguridad. Ante todo debe abordarse el problema de la pobreza y la falta de equidad, descuidada en los últimos 50 años con mayor intencionalidad. La separación de la familia para el “sueño americano” cumplió su papel.
Sin trabajo bien remunerado en El Salvador, habrá delincuencia cada vez en mayor escalada. Los años de los gobiernos anteriores abrieron miles de oportunidades para proyectos de viviendas de lujo, vendieron la banca con grandes ganancias, se quedaron con las pensiones y dolarizaron la economía, pero dejaron de lado el futuro de la juventud. Hoy se quejan de las pandillas que ellos produjeron al separar a la familia salvadoreña.
Caso contrario, mis queridos compatriotas, de la DIÁSPORA OPINA a quienes respeto y admiro, y sociedad salvadoreña en general nos quedaremos con análisis dictados en lo que yo hago en llamar el síndrome de “Pawel Kuczynski” (Kuczynski, un ilustrador Polaco, especializado en estilo gráfico) de gran reconocimiento, sintetizado por cierto en su pintura de los periodistas fotografiando a la gran bestia que come ratones.
Les provoco a meterle el diente al análisis y propuestas viables a la violencia social de nuestro querido país, irónicamente llamado El Salvador, de alguna manera ya Daniel Joya, el salvadoreño residente en los EEUU, el pasado 5 de enero de 2015, nos ha expuesto referente a la temática “Poniendo los datos en su real perspectiva” y marca un punto de inflexión para el análisis referente a la realidad de la violencia social salvadoreña, (tomando como base datos https://www.diariocolatino.com/es/20101022/articulos/85637/Epidemiología-de-los-homicidios-en-El-Salvador–período-2001-2008Un-aporte-fundamental-para-el-estudio-de-la-violencia.htm) encontramos que en 2014 el número de homicidios en El Salvador pasó de 3,800, pero ¿Sabía usted que en 2006 hubo 3.928 homicidios? y acá los números previos.
1999: 2,270
2000: 2,341
2001: 2,374
2002:2,346
2003: 2,388
2004: 2,933
2005: 3,812
2006:3,928
2007: 3,497
2008: 3,179
2009: 4,382
2014:3,800
Ya nos lo dijo el padre Martin Baró: (pág. 367) “la Violencia es precisamente una forma nociva de agresión. Así, por ejemplo, Hacker (1973, pag.95) define agresión como la disposición y energía humana inmanentes que se expresan en las más diversas formas individuales y colectivas de autoafirmación, aprendidas y transmitidas socialmente, y que pueden llegar a la crueldad, mientras que la violencia es la manifestación abierta, manifiesta, desnuda, casi siempre física de la agresión. De ahí se que se habla que el empresario exitoso tiene y debe ser agresivo; que la agresividad en el mundo moderno es la clave de oro, en fin que los ejecutivos deben ser agresivos para lograr que los subalternos sean eficientes. En El Salvador la agresividad la comemos en frijoles y en las pupusas todos los días y se expresa en la cachada, en pasar sobre el otro, pasar en rojos los semáforos, el pitar la vieja al vecino, en quitar la vida por cosas menores como un parqueo, el chofer del bus que pone la música y el volumen que quiere, se roban las tapas de los tragantes porque hay empresarios que las compran, en mentarle la madre a cualquier hijo de vecina; en fin, la violencia social es hoy por hoy la acumulación de décadas de impunidad manifiesta donde los empresarios y sus instrumentos, llámense partidos políticos y en el pasado el estamento militar les permitieron desarrollarse. La violencia es la herencia de un todo llamado país donde los pobres son los que ponen la sangre todos los días.
Para terminar, la problemática para el abordaje de la violencia social en el país requiere de la participación de todos y todas aquellas personas y sectores que deseen un país diferente, si empezamos en el 2015, les puedo asegurar que en una generación, es decir en el 2040, tendremos una sociedad armoniosa, competentes en mejores condiciones de convivencia social y a lo mejor feliz.
El día martes 6 de diciembre el joven político Nayib Bukele presentó a un importante empresario, el Señor Hill y al Señor Fabio Castillo como miembros de su futuro gobierno local, una señal clara que es posible comenzar ahora mismo.
La Policía Nacional Civil y el nuevo gobierno del Profesor Sánchez Cerén han emprendido una filosofía y práctica basada en la Policía Comunitaria con resultados esperanzadores, únicamente criticados por los medios de comunicación que reprochan todo lo bueno que pueda hacerse por mejorar. Ya lo ha dicho un analista “Si al país le va mal, Arena cree que le va bien”.
Pongamos de nuestra parte y en 25 años el país será diferente. Se los puedo asegurar. Manos a la obra.