Rosmeri Alfaro
Alexandra Vaquerano
@DiarioCoLatino
La situación de violencia en El Salvador ha obligado a los que ejercen la labor periodística a cambiar su forma de trabajo. En el periodismo salvadoreño, no solo es víctima el periodista sino su familia y el entorno en el que vive, aseguró Edgar Romero, relator de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES).
Cada 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
El objetivo de este día es reflexionar cómo se está ejerciendo la profesión del periodista en los medios con respecto a la situación laboral, los mecanismos de protección a los periodistas, las agresiones contra la prensa y la impunidad de los asesinatos contra periodistas, ya que la vulnerabilidad a esta profesión cada día es más evidente.
El Informe de Libertad de Prensa de El Salvador 2016 -2017, incluye la pérdidas de tres periodistas y un familiar, como víctima de los daños colaterales, por los que se caracteriza el ejercicio periodístico en la realidad salvadoreña.
El documento se enfocó en cinco apartados basados en los derechos de los periodistas: el derecho a la vida, la protesta social, Libertad de expresión en Internet, las presiones políticas y la prevaricación laboral.
Romero señaló que las protestas sociales son otro de los aspectos que trasgreden a los periodistas salvadoreños.
“El derecho que las personas tienen, a expresarse libremente, no les da el derecho a violentar a los periodistas y al derecho a la información, y muchas veces eso pasa desapercibido”, expresó.
Asimismo, fue enfático en la presión que ejercen algunos políticos contra medios de comunicación social y en particular hacia algunos periodistas, a fin de evitar la publicación de determinada información, “alterando gravemente” el derecho de libertad de información, al intentar privar a la población de estar bien informada.
“Por eso hay medios de distinta tendencia política e ideológica que permiten que las personas tengan un balance y que sean ellas las que juzguen, si lo que está diciendo el medio es verdad”, subrayó.
Otro de los temas de investigación que promovió la APES es la situación laboral precaria con respecto a los salarios bajos, la anulación de días de descanso, los despidos injustificados sin pago de las prestaciones y la falta de compromiso en el pago de las horas extras.
“Los salarios de los periodistas en El Salvador oscilan entre los 300 y 2,000 dólares. Con esta diferencia salarial hay clases sociales en la labor periodística salvadoreña”, dijo.
El relator motivó a los periodistas a enfrentar esta precarización laboral y recomendó al Estado iniciar verdaderas investigaciones por las amenazas y atentados de las que han sido víctimas algunos periodistas, para evitar la impunidad.