Por Alex Pigman
Tallin/AFP
Los mandatarios europeos intercambiarán este jueves sus primeras impresiones sobre los planes del presidente francés, Emmanuel Macron, para la Unión Europa, durante una cena en Estonia consagrada al futuro de un bloque que se prepara para el divorcio con Reino Unido.
«El centro de la cena será el discurso de Macron» del martes en París, donde propuso una convergencia fiscal y social, una fuerza militar común y una Europa a varias velocidades, indicó un responsable europeo, que pidió el anonimato. «Ha robado el protagonismo», agregó.
El jefe de Estado galo será el primero en hablar ante sus pares. Sin embargo, la primera persona en escucharlo será la influyente jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, con quien mantendrá un encuentro horas antes, el primero tras su victoria en las legislativas germanas.
Aunque el menú de la cena será el futuro de una UE sin Reino Unido, cuya marcha está prevista a finales de marzo de 2019, la primera ministra británica, Theresa May, también estará allí, pero no así su homólogo español, Mariano Rajoy, que prefirió no viajar por la situación en Cataluña.
‘Franco e informal’
Los mandatarios tienen carta blanca para abordar cualquier asunto durante esta cena de tres horas en el Palacio Kadriorg de Tallin, una antigua residencia de verano de los zares rusos, y cuyo objetivo es mantener un «diálogo abierto, franco e informal», según la carta de invitación del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
«Existen todos los ingredientes para una verdadera discusión», avanzó el miércoles el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, quien celebró «las visionarias y detalladas propuestas» del jefe del Estado francés, de 39 años.
Entre sus numerosas propuestas figuran la creación de un gobierno económico de la zona euro, con un ministro, un parlamento y un presupuesto propios, así como una fuerza de intervención europea a partir de 2020.
En la UE, se espera especialmente la posición de Merkel, respecto a estas propuestas, si bien el resultado de las elecciones alemanas podrían minimizar una posición más europeísta, al verse abocada a formar gobierno con los liberales, opuestos a los planes de París para la Eurozona.
Las propuestas de Macron van además en la línea de la visión del titular del ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, salvo la idea de una Europa con «varias velocidades» de integración. En su discurso sobre el Estado de la Unión, el luxemburgués abogó a principios de septiembre por un bloque cada vez más unido.
Brexit, fuera de la carta
La celebración del ágape horas después del fin de la cuarta ronda de negociaciones del Brexit, que no condujo todavía a progresos suficientes para pasar a una nueva etapa de las discusiones según el negociador europeo Michel Barnier, podría dejar fuera del menú la retirada de Reino Unido.
Tras reunirse con May, Tusk, quien coordina los trabajos de los líderes europeos, indicó que todavía era pronto para empezar a discutir de las futuras relaciones a ambos lados del Canal de la Mancha. Barnier precisó este jueves que esto podría producirse en «varias semanas o meses».
La presencia de los líderes en esta capital báltica obedece no obstante a la celebración un día después de una cumbre digital, área que la presidencia pro témpore del bloque ejercida por Estonia ha convertido en su principal prioridad.
Y, sobre la mesa, estará de nuevo una propuesta liderada por Francia, con el apoyo de otros nueve países como Alemania, España e Italia, para gravar a gigantes de internet como Facebook en base a su facturación en cada país, en lugar de calcular el impuesto en base a sus beneficios.
La imposición de las multinacionales está en el centro del debate en el mercado único europeo. Algunos países denuncian que compañías como Amazon, Apple o Facebook eluden pagar tributos instalándose en países de la UE con bajos regímenes fiscales, como Irlanda o Luxemburgo.