BEIJING/Xinhua
La sesión anual del legislativo nacional de China concluyó el jueves, mostrando una firme determinación para alcanzar los hitos del desarrollo y lograr progresos clave en la protección de los derechos civiles y la salvaguardia de la seguridad nacional.
La sesión de una semana de la Asamblea Popular Nacional (APN) adoptó el histórico Código Civil y la decisión de formular las leyes de seguridad nacional de Hong Kong. Las “dos sesiones” anuales también incluyen la sesión del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), el máximo órgano asesor político nacional.
En un año de desafíos sin precedentes y significado crucial en el desarrollo de la nación, los principales acontecimientos políticos han construido consenso, aumentado la confianza y la solidaridad, y han acumulado la sabiduría para permitir que el país avance decididamente hacia sus metas establecidas y, al mismo tiempo, supere todas las dificultades y obstáculos.
A medida que el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh) dirige a la nación a través de estos tiempos más peligrosos, la vitalidad, la fuerza y la sabiduría de la democracia socialista china nunca han sido más evidentes.
Durante las dos sesiones, que son las principales plataformas para la democracia del pueblo chino y la democracia consultiva, el término “el pueblo primero” reverberó entre casi 3.000 legisladores nacionales y más de 2.000 asesores políticos.
La gente siempre ha significado lo más importante para el PCCh que sigue un enfoque centrado en las personas. A través de procedimientos legalmente establecidos, las posturas del PCCh toman la forma de la voluntad del país, y sus decisiones clave y las aspiraciones de las personas se transforman en planes y acciones concretas.
La reunión de la APN recibió 506 mociones y alrededor de 9.000 sugerencias de diputados, mientras que los miembros de la sesión del Comité Nacional de la CCPPCh plantearon 5.709 propuestas — un ejemplo vívido del reflejo de las voces del pueblo.
Como se muestra en los logros del país en contener la neumonía COVID-19 en poco tiempo a través de una guerra en la que intervino la gente y dar pleno juego a la fuerza institucional de movilizar recursos para lograr grandes causas, la democracia china ha dado un ejemplo de protección de vidas, salud, derechos e intereses del pueblo.
La epidemia estuvo detrás de la postergación de las dos sesiones, que normalmente se celebraba en marzo. El objetivo fue controlar la situación y salvar vidas del pueblo. Y la convocatoria de las sesiones también fue gracias al hecho de que el país había logrado cambiar el rumbo en la lucha contra el COVID-19 a través de arduos esfuerzos.
La milagrosa liberación de más de 90 millones de personas de la pobreza en los últimos siete años y la inminente eliminación de la pobreza absoluta este año son manifestaciones concretas de la fuerza y la eficacia de la democracia en China.
El sistema de cooperación multipartidaria y consulta política dirigido por el PCCh es un importante contribuyente a la toma de decisiones democráticas y a la resolución de problemas. El PCCh ha cooperado con partidos no comunistas que construyen consenso, formulan propuestas y participan en la discusión y el manejo de los asuntos de Estado.
Con la conformación de una voluntad común más fuerte, las dos sesiones han impulsado la moral nacional para cumplir los objetivos de desarrollo para satisfacer las aspiraciones del pueblo en pos de una vida mejor. Y China seguirá esforzándose por construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad a través de una cooperación más profunda con el resto del mundo.