Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
El Laboratorio de Toxinas Marinas (LABTOX), de la Universidad de El Salvador (UES) emitió un informe que establece que “el análisis de toxinas paralizantes resultó negativo en los moluscos casco de burro y almeja miona”, luego de aplicar una batería de pruebas a estos bibalvos encontrados muertos de forma masiva el recién pasado fin de semana en la costa de la Bahía de La Unión.
No obstante, las pruebas aplicadas establecieron la presencia de la cianobacteria (microalga) del género Geitlerinema, que se encuentra en abundancia en la Bahía de La Unión, aunque no representan un riesgo al humano, según estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con la denuncia de muertes masivas de moluscos hechas por pescadores artesanales que viven en las comunidades de la costa en el municipio de La Unión, miembros del LABTOX-UES procedieron a trasladarse a la isla Perico, para levantar un muestreo en la zona y analizar la causa de este fenómeno.
El jefe del laboratorio, Óscar Amaya señaló que el muestreo se realizó en isla Perico, en donde encontraron el mayor número de bibalvos muertos, que fue verificado en una distancia apróximada de 900 metros en línea recta y documentaron que la forma en que salen a la superficie no era la normal, pues demostraba que salieron en su etapa de fallecer, porque sus conchas estaban totalmente abiertas.
“Dado que el muestreo de fitoplancton se ha realizado varios días después del episodio de mortandad, no es posible determinar si las altas abundancias del Geitlerinema están vinculadas a la mortalidad de moluscos. Sin embargo, el incremento en la abundancia del fitoplancton en los ecosistemas suele responder a alteraciones en las propiedades físico-químicas del agua, por lo que la proliferación del Geitlerinema podría ser una respuestas a cambios físico-químicos ocurridos recientemente en la Bahía de La Unión”, señala el informe.
Sobre las toxinas, Amaya señaló que son producidas por microalgas, especies de fitoplancton de las que existe una amplia variedad, y que contienen venenos como la toxina paralizante, que según explicó bloquean los canales de sodio, que son membranas del cerebro, dificultándole las señales eléctricas que realiza, paralizando el cuerpo, generando desde adormecimiento en las extremidades, vómitos, diarreas, que pueden terminar en un paro respiratorio y generar la muerte, como lo ocurrido con la Marea Roja, en otros años.
Los afectados estiman la muerte de más de un millón de moluscos esparcidos en un área aproximada de siete kilómetros de costas del departamento de La Unión.