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Por Elder Gómez
Colaborador
«Laika», la perrita rusa callejera que se convirtió en el primer ser vivo en viajar al espacio, cuando Estados Unidos y la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se disputaban su conquista, murió horas después de haber sido lanzada en la nave Sputnik II.
Su cadáver orbitó la Tierra durante 163 días con la Sputnik II, desde el día en que la nave fue lanzada al espacio, el 3 de noviembre de 1957.
MURIÓ A HORAS DE SU VIAJE
«Murió entre las 5 y 7 horas tras el lanzamiento (de Sputnik II) por las altas temperaturas en su cabina. Se quedó sin oxígeno», ha revelado el científico, Dimitr Malashenko, uno de los que había preparado a «Laika» para el viaje al espacio.
El investigador reconoció, sin embargo, que el organismo de la perrita en los entrenamientos previos al lanzamiento de Sputnik II, «jamás se adaptó a las condiciones».
LÍDER DE LA URSS ORDENÓ EL VIAJE
«Laika» llevaba puesto un traje espacial, como el de cualquier astronauta moderno, cuando fue enviada al espacio exterior en una improvisada misión experimental, en la que la nave en que viajaba, aún no estaba concluida.
Fue enviada al espacio por orden del entonces líder de la URSS, Nikita Kruschey, a sabiendas que el satélite aún no estaba preparado para el vuelo orbital.
Pero Kruschey quería que su multiétnica nación, se agenciara el título de haber sido la primera en el mundo en lanzar al espacio a un ser vivo, que murió antes de orbitar la Tierra. Y lo logró…!!!
EL REMORDIMIENTO
«No debimos haberlo hecho (enviar a «Laika» al espacio, porque) ni siquiera aprendimos lo suficiente en esa misión como para justificar la pérdida del animal», reconoció otro científico ruso que participó en el experimento, Oleg Galensko.
Aceptó que «entre más tiempo pasa, más lamento lo sucedido».
«LAIKA» SE DESINTEGRÓ EN EL ESPACIO
Los restos de «Laika» jamás regresaron a la Tierra, porque se desintegraron junto a la Sputnik II, cuando ingresó a la atmósfera terrestre.
«Laika» fue escogida de entre tres perros callejeros, «Alginay» y «Mushka», por ser la más inteligente y amigable.
HOMENAJES MUNDIALES
Sin embargo, tras su muerte, «Laika» ha sido objeto de homenajes alrededor del mundo.
Su nombre ha sido colocado a otras mascotas en varios países del mundo, incluido El Salvador, y se han construido monumentos en honor a su memoria.
En Moscú, la capital de la ahora Rusia, han levantado una estatua de bronce para conmemorar el histórico viaje al espacio de «Laika», la perrita astronauta.
