Margarita Durán/ Iván Escobar
Colaboradores
A tres décadas de la firma de los Acuerdos de Paz, que pusieron fin en El Salvador a una guerra sangrienta que cobró la vida de más de 70 mil salvadoreños, dejó más de 26 mil desaparecidos, y miles de familias desplazadas, así como una destrucción en infraestructura que ha costado millones de dólares al país, hay voces en contra de esta fecha, incluso, desde esferas del Estado y cargos de poder, que han dejado en el ambiente la idea de que “la guerra no sirvió para nada, y la paz fue una farsa”, así lo señaló el Presidente de la República, Nayib Bukele meses atrás.
Para este año, el gobierno y la bancada oficialista decidió derogar el decreto de conmemoración del 16 de enero como fecha del Día de la Paz en El Salvador, por el día de las víctimas del conflicto y continuó por tercer año con la política de tratar de invisibilizar la fecha, sin ningún acto oficial. Hablamos con el Pastor Miguel Tomás Castro, de la Iglesia Bautista Emmanuel, un hombre que ha conocido de cerca el proceso, y quien considera que la paz es algo que los salvadoreños deben resguardar como uno de sus principales tesoros, pero también hacer prevalecer la verdad y la conciliación para hacer efectivo ese ambiente de paz.
– Diario Co Latino (DCL)
Conocer su opinión respecto al 30 aniversario de la firma de la paz, y además nos comente ¿Cómo debemos vivir esta fecha los salvadoreños?
Miguel Tomás Castro (MTC)
Hay mucha crítica hacia los Acuerdos de Paz y una intención de restar valor a los mismos. Creo que hay que conmemorar, y por qué no celebrar que los Acuerdos pusieron fin a la confrontación armada, por supuesto que varios sectores, principalmente en la ciudad de San Salvador, y quizá en otras ciudades donde no se vivió con la intensidad como ocurrió en otras partes del país, nosotros que vimos sufrir a tanta gente y nuestros hermanos en aquellas poblaciones, lugares donde la guerra fue muy fuerte y causó mayores estragos, esa gente celebró el fin de la guerra con mucha alegría. Eso no se puede descalificar, no se puede ocultar.
Hay más de una razón, es importante la conmemoración y darle gracias a Dios por el fin de la confrontación armada, para decirles a nuestros niños y niñas que nosotros no creemos en el odio ni en la confrontación. Los Acuerdos de Paz dan lugar para decir a nuestras generaciones jóvenes, niños, niñas, que queremos la paz, una paz que alcance a todos y una paz de la mano de la justicia.
– DCL
¿Cuál cree usted que sea el interés de invisibilizar y querer borrar la historia reciente?
MTC
Hay una serie de hechos en nuestra historia que no se han referido, no se han estudiado con toda la amplitud que esto requiere desde la colonización, no olvido que el gran mentor y mártir, Ignacio Ellacuría, decía: “Será muy importante descubrir lo que el descubrimiento de América cubrió”. A lo largo de la historia de América Latina y de nuestro país hay hechos que no conocemos en su amplitud y no conocemos toda la verdad de estos, entre la colonización que implicó el despojo del pueblo nativo de Mesoamérica, y América Latina, eso hay que decirlo, pero no se dice, igual la misma independencia, después un hecho que ha rasgado la historia con sangre y muerte, es la matanza de campesinos en 1932 que dio lugar a la instalación de dictadura militar. Son hechos de los cuales no se habla con toda la honestidad, y qué pensar que entre esos hechos están los Acuerdos de Paz.
Como cristianos, como iglesia, en mi caso como pastor, creo que hemos desfigurado la verdad, creo que un pecado que se ha cometido en esta sociedad, y a lo largo de la historia de este país, es mentir. Porque cuando no decimos la verdad, no permitimos que se conozca la verdad estamos consintiendo que impere la mentira, y Dios rechaza, dice que es pecado la mentira, y la verdad aquí ha sufrido vejámenes, maltratos, desfiguración, entonces, es importante esto que hay una contradicción, porque no podemos seguir construyendo futuro sobre las sombras, no podemos abrir camino hacia el futuro partiendo de hechos oscuros. La verdad es una luz que alumbra, y la verdad nos advierte que podemos volver a equivocarnos si no hacemos cuenta de los errores cometidos o de los aciertos. Así que en hora buena que vamos a recordar el 30 aniversario de los Acuerdos de Paz, que lamentamos toda actitud que pretende negar el valor, la impunidad y la trascendencia de estos acuerdos.
– DCL
Declarar el día de las víctimas y no el día de la conmemoración de la paz, no es una forma superficial de ver nuestra historia.
MTC
Cuando decía que varios hechos históricos no conocemos a profundidad la verdad detrás de esos hechos y muchos de esos hechos, detrás de esos hechos están la violencia, la sangre y la muerte de compatriotas, hermanos y hermanas, es parte de…o sea, no se puede dar gracias por los Acuerdos de Paz, no se puede dar gracias por el fin de la guerra sin recordar aquellos que trabajaron, que lucharon porque sea posible la paz con justicia social en el país.
No se puede conmemorar una fecha olvidando lo que está detrás de esta, y por qué no se decirlo, y el sacrificio en vidas que el país ha pagado para tener una paz, una paz que todavía no llega en plenitud, que todavía no hemos logrado alcanzarla. Decir que cuando hemos sido incapaces como sociedad de lograr una paz con justicia, también faltamos a la memoria de aquellos que dieron sus vidas por un El Salvador de paz.
Cuando se firmaron los acuerdos se constituyeron diferentes comisiones para dar cumplimiento, comisiones para el cese de fuego, había una comisión para la distribución de la tierra, etc.; la Comisión de la Verdad pero hay que hacer una evaluación seria en honor a la misma verdad, porque todas estas comisiones tenían tiempos limitados, nuestra iglesia presentó siete casos documentados ante Naciones Unidas, y cuando se preguntamos por qué no se había dado respuesta…que tenían cientos, miles de casos en la mesa, hicieron una selección y tuvieron que decidir atender casos emblemáticos y otros, pero eso no niega que necesitamos retomar el tema de la verdad como país, como sociedad y la verdad no solamente es los hechos recientes, porque 30 años es la historia reciente, pero hay que ir más atrás. ¿Qué pasó con la dictadura militar? ¿Qué pasó el 32´? , etc.
No encontrar la verdad puede acusarnos de displicencia a la verdad, negligencia o cobardía, porque hay que decir lo que ocurrió, sino seguirá esta sociedad, este país cargando con una cantidad de sobras del pasado, que algunos expertos en el tema de justicia transicional han dicho, que la impunidad se repite. La impunidad como un hecho perverso se repite, la impunidad sobre los hechos de la guerra vuelven ahora como impunidad en la violencia que estamos viviendo de tantos compatriotas asesinados y desaparecidos.
La iglesia tenemos nuestra cuota de responsabilidad en esto, porque si alguien inspira a la verdad, a la búsqueda de la verdad, es nuestro maestro Jesús, él habla tan claramente que dice que la verdad nos hará libres, significa que si no hemos conocido la verdad sobre nuestra historia todavía hay ataduras.
DCL
Para concluir, ¿cuál sería su mensaje para la sociedad en este aniversario de paz?
MTC
Decíamos que hay dos cosas que no hemos podido trabajar desde los Acuerdos de Paz, como iglesia realmente nos tocan dos temas: sobre la verdad, porque no se puede cerrar el capítulo de los Acuerdos sin conocer los hechos detrás del conflicto, eso es importante, Naciones Unidas lo reconoció; lo segundo, es la reconciliación no se puede hablar de Acuerdos de Paz sin reconciliación, la iglesia en esto tiene una gran responsabilidad, pero también una deuda ética, moral, espiritual con este pueblo.
Se supone que íbamos a ir a la reconciliación, pero como había una agenda de prioridades y el tema de la reconstrucción ocupó el primer lugar, cuando debió ser la tarea principal, la reconciliación. Independientemente si vivimos un conflicto o no, el llamado de Dios es a mirarnos como hermanas y hermanos, construir un espíritu de familia nación, donde todas y todos nos esforcemos porque cada compatriota tenga una vida digna, es humillante que cada día se vayan del país porque no hay condiciones, algo anda mal.