Rolando Alvarenga
@BachiBoxx55
La gran familia del ajedrez salvadoreño lamentó la muerte de Carlos Campos, de 64 años, hecho acontecido el pasado viernes, producto de una larga enfermedad que le ganó la partida crucial.
Desde los años setenta y hasta 2016, Campos Cisneros erigió su trayectoria y fue protagonista en varias categorías hasta llegar a la Superior, gracias a su constante estudio de los excampeones mundiales Boby Fischer y los soviéticos Anatoly Karpov y Viktor Korchnoi. Un jugador que en la victoria y en la derrota siempre fue un caballero para estrechar la mano.
Boris Pineda, histórico referente del “deporte ciencia”, se refirió a Carlos Campos como “compañero de tableros y de trabajos de toda la vida”.
El Gran Maestro Internacional, Carlos Burgos, admitió que está impactado por la noticia y pidió fortaleza para su familia.
El expresidente de la Federación, Nelson Castillo, posteó en redes sociales que lo recuerda “como un jugador muy limpio y disciplinado”.
El excampeón, Marlon Romero, manifestó que fue “una gran persona y amigo”, quien “añoraba mucho volver a jugar”.
En su funeral, en el Cementerio CampoAmor, de Cuscatancingo, salieron a relucir anécdotas para todos los gustos, como que constantemente madrugaba jugando ajedrez virtual hasta sus últimos días y en su casa tenía una silla rotulada “perdedor”, para sentar a los visitantes que llegaban a desafiarlo. Con su partida física, el juego ciencia salvadoreño pesa menos.