Por Raziye Akkoc/Fulya Ozerkan
Ankara/Estambul/AFP
Miles de personas emprendieron este jueves en Ankara una larga marcha, convocada por el principal partido opositor, que las llevará a Estambul -a 400 km de distancia- para pedir justicia, al día siguiente de la encarcelación de un diputado
Enis Berberoglu, del Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata), fue condenado el miércoles a 25 años de prisión por haber filtrado informaciones confidenciales al periódico de la oposición Cumhuriyet.
Es la primera vez que un diputado del CHP, partido fundado por el padre de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Ataturk, es encarcelado desde que el año pasado se levantó la inmunidad parlamentaria.
El CHP se movilizó inmediatamente para protestar contra esta sentencia. Varios diputados la calificaron de «política».
El dirigente del partido, Kemal Kiliçdaroglu, decidió, a modo de protesta, recorrer a pie los más de 400 km que separan Ankara de Estambul, donde el diputado está encarcelado. Los medios afirman que esta marcha duraría entre 20 días y un mes.
«Si se debe pagar un precio, seré el primero en pagarlo», declaró Kiliçdaroglu. «Caminaré hasta Estambul. Y continuaremos nuestra marcha hasta que haya justicia en Turquía», dijo lanzando un llamado a apoyar la protesta.
También pidió apoyo a todos los que quieren defender la justicia. Las imágenes lo muestran caminando, con camisa blanca y pantalón negro.
‘Justicia’
Miles de personas lo siguieron desde el centro de Ankara con carteles en los que se podía leer: «Justicia», según constató la AFP.
Algunos enfrentamientos se produjeron mediada la jornada con opositores al CHP, pero los disturbios no pasaron a mayores.
«Hemos venido por la justicia» declaró a la AFP Funda Sakalioglu, una manifestante, que calificó la marcha de «advertencia». «Estamos frente a la dictadura.»
«Actualmente en Turquía, (…) las decisiones judiciales vienen de arriba», se lamentó Aylin Nazliaka, diputada independiente. «Estamos en la calle para protestar contra esto».
Varias manifestaciones de apoyo fueron organizadas en algunas ciudades del país, según medios locales. En Estambul, centenares de personas se congregaron al grito de «ganaremos con la resistencia», informó un periodista de AFP
Enis Barberoglu fue declarado culpable de haber proporcionado al diario opositor Cumhuriyet un video con las imágenes de unos presuntos camiones de los servicios secretos turcos (MIT) en la frontera siria en enero de 2014 que -según el periódico- transportaban armas a Siria.
El caso provocó un escándalo y la ira del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien prometió al redactor jefe del Cumhuriyet de aquel entonces, Can Dündar, que «lo pagaría caro».
Berberoglu, que compareció en libertad el miércoles, fue encarcelado inmediatamente después de que se pronunciara el fallo del tribunal. El abogado del diputado interpuso recurso contra la sentencia el jueves por la mañana, según la agencia privada Dogan.
Inéditas purgas
El gobierno turco es regularmente acusado por las ONG de defensa de derechos humanos de querer acallar cualquier voz crítica, especialmente desde la intentona de golpe de Estado del pasado 15 de julio, al que siguió una oleada de purgas de una magnitud sin precedentes.
El gobierno turco lanzó unas purgas sin precedentes tras el fallido golpe, que atribuyó a Fethullah Gülen, un predicador exiliado en Estados Unidos acusado de haber infiltrado las instituciones turcas con ayuda de una extensa red de fieles.
Gülen niega enérgicamente cualquier implicación en la intentona golpista.
Más de 100.000 personas han sido despedidas y otras más de 47.000 detenidas desde el verano boreal pasado. Las autoridades consideran estas medidas necesarias para limpiar las instituciones de cualquier elemento sedicioso.
Este jueves, un tribunal de Ankara condenó a cadena perpetua a 23 de esos detenidos, acusados de intentar acabar con el orden constitucional y de secuestro, según la agencia progubernamental Anadolu.
Según el fiscal, obligaron al secretario general de la presidencia, Fahri Kasirga, a entrar en una ambulancia y lo llevaron a una base aérea del ejército en Ankara, desde donde organizaron el intento de golpe.
El tribunal absolvió a otros dos acusados.
La oposición acusa a Erdogan de deriva autoritaria, sobre todo tras la adopción el 16 de abril de una reforma constitucional que le otorga al presidente poderes notablemente reforzados.