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Las amenazas del señorito

Nelson López*

Estimado amigo

Antes que nada quiero aclararle que le digo amigo porque yo fui de los amigos de Mauricio Funes, view y desde ese entonces yo siento que todos somos amigos del ex presidente y de todos los que lo oímos en su programa “Sin censura”. Entiendo que usted y todos los salvadoreños cuerdos estamos pendientes todos los jueves a las seis de la tarde para sintonizar  “la chévere”. Bueno también le anticipo disculpas, porque tengo añales de no escribir una carta y dicen que solo un alemán que por cierto no es pastor sino que propietario de un expendio, es el único que se quedó escribiendo cartas, pero vaya usted a saber, yo antes leía “Cartas a María”. Ahora le escribo porque un señorito que tiene la voz bien clarita anda diciendo que la otrora ciudad de las colinas está amenazada porque ahí hay asaltos, hay asesinatos, hay gente insana y que merecemos más ¿será cierto? La verdad es que mete miedo. Espero me responda lo antes posible porque la ansiedad me está haciendo comer mas en el Paseo El Carmen.

El gordote

Querido gordote:

Yo comprendo su preocupación y para no causarle más ansiedad comienzo por lo primero. Ciertamente “sin censura” desde que salía en la televisión le sigo la pista, pero como lo censuraron ya no pude oirlo. Hoy no me lo pierdo ¡por supuesto! pero se nota que usted si es gran amigo del expresidente.

Con lo del cantinero, no crea que solo usted ha dejado de hacer cartas, sólo  algunos cipotes se han quedado haciéndolas para sus novios o novias y en papelitos, pero creo que nos ha hecho un gran daño el que haya gente experta en alcoholes, o sea tápis de guaro, a escribir cartas, porque desanimó a muchos a continuar con lo que pudo haber sido una tradición literaria preciosa ¡las cartas! Bueno ni modo, pero con lo del señorito que usted menciona, ahí si me agarró en curva porque no alcanzo a creer que alguien diga que la ciudad de las colinas es cuna de ladrones o asesinos. Yo le aclaro que esa ciudad tiene vida nocturna a tal grado que no falta más de algún sujeto que diga que le amargan la vida cuando en el paseo El Carmen oye tanta alegría y ve a la gente: jóvenes y viejos; gordotes y flacos; pastores evangélicos o curas; políticos más o políticos menos como Juan Valiente, todos disfrutando de los tres paseos El Carmen, Concepción y Cafetalón. Solo los egoístas que no pueden ver ojos alegres en cara ajena, son los que sufren, porque piensan únicamente en ellos y no en todos los que viven la alegría de la vida.  Esa gente egoísta, gordote amigo, está brava con todo lo bueno de esa ciudad de las colinas, que por cierto ya fue declarada ¡libre de analfabetismo! ¿qué más queremos? y hasta hoy es la segunda ciudad más segura de todo el país ¿qué le parece? Gordote amigo no le haga caso al señorito ese de la voz clarita porque él quizás no vive la realidad sino que solo sueños de violencia, de crímenes, de muertes, de maras, de narcos, y lo más que puede hacer es mandar a sus ladrones a que nos quiten las carteras o a que nos asusten, pero hasta ahí no más puede llegar.  Así que no se aflija gordote amigo y le sugiero que mejor ya no haga cartas, mejor envíe tuit, o comuníquese por Facebook, o si está muy atrasado tecnológicamente solo mande correos electrónicos, pero las cartas me parece justo que se las deje a los enamorados o a los cantineros.

Su ocurrente amigo.

  

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