Moscú/Rusia/AFP
¿Podrá Messi por fin romper el maleficio argentino y ganarle otra pulseada a Cristiano? ¿Alemania logrará el bicampeonato con un mix de generaciones? ¿Extenderá Brasil su impulso ganador a Rusia 2018? Algunas claves para un Mundial con muchos aspirantes.
1- Messi-Cristiano: la lucha continúa
Pocos jugadores develan su estado de ánimo tan nítidamente como Lionel Messi a través del lenguaje corporal. Y al argentino se lo ve enchufado, enfocado en su objetivo de levantar la Copa del Mundo que se le negó por poco en Brasil-2014.
‘El Pulga’ arrastra un karma de tres finales consecutivas perdidas (Copa América de 2015 y 2016 y Mundial-2014) y en Rusia, con 31 años, tendrá tal vez la última oportunidad de saldar una deuda que lo obsesiona. Aunque resulte increíble, Messi recién pudo lograr empatía total con los argentinos luego de haber sido el héroe de la clasificatoria y llega a Moscú arropado por el fervor de los simpatizantes que recién ahora lo reconocen a la altura de Diego Maradona.
Su enemigo íntimo en la pelea por derribar todos los récords, el portugués Cristiano Ronaldo aún disfruta las mieles de la tercera Champions consecutiva que ganó con el Real Madrid, aunque en el Mundial deberá extremarse para llevar de la mano un seleccionado como Portugal, que no figura entre los favoritos.
2- A la final, si juega mal…
“Los malos seleccionados de Alemania llegan a la final de un Mundial, los buenos las ganan”, dice uno de los tantos dichos que refieren a la Mannschaft como un seleccionado casi invencible.
¿De cuál Alemania hablamos de cara al Mundial? ¿De la que no gana hace cinco partidos amistosos? ¿O de la que completó con puntaje perfecto sus 10 partidos en eliminatorias? Los alemanes tienen en los mundiales su zona de confort, se sienten como en casa.
El entrenador Jochim Low, que ha logrado el 93,33% de los puntos en los dos últimos mundiales, combinó para Rusia a los campeones del mundo en 2014 (Müller, Boateng, Hummels, Kroos, Khedira, Özil) con los jóvenes ya exitosos que ganaron hace un año la Copa de las Confederaciones en Rusia (Draxler, Kimmich, Goretzka, Werner).
3- Confort
Cuando parecía que el morbo se extendía, apareció Tite y con Neymar, su mejor espada, puso las cosas en su lugar. Brasil estaba en 2016 fuera de toda opción de clasificación a Rusia cerca de quedarse sin Mundial por primera vez en su historia, profundizando el luto por la estrepitosa caída (7-1) ante Alemania en su cita máxima de 2014.
Pero Tite asumió que las crisis requieren de soluciones sencillas y no había otra a mano que la de volver a las fuentes, al jogo bonito, una marca de identidad que le dio a la seleçao cinco títulos mundiales.
Neymar, con sus regates indescifrables, lideró el ‘regreso a casa’ con una impresionante serie de triunfos que dejó a Brasil en lo alto de la clasificatoria sudamericana, muy lejos del resto.
La verdeamarilla perdió a un coronel como Dani Alves para el Mundial, pero tiene un cuerpo de oficiales de gran categoría como Casemiro, Paulinho, Coutinho y Gabriel Jesús, capaces de armar un desfile en la Plaza Roja el 15 de julio para celebrar el hexa que se les negó dos veces en casa.
4- Como diestro torero
Como un hábil torero, España hizo pasar de largo a una Argentina sin Messi con un paseo histórico que dejó marcas en Argentina y elevó la ilusión de los europeos.
Incluida la goleada 6-1 ante la albiceleste, el entrenador Julen Lopetegui extendió a 19 partidos una serie invicta y llegará a Rusia amenazante, con varias espadas afiladas para intentar derramar al seleccionado la supremacía europea de sus equipos.
Con la experiencia y categoría de Andrés Iniesta, Sergio Ramos y Gerard Piqué más los jóvenes herederos del ‘tiki taka’ como Isco, Asensio y Lucas Vázquez, España tiene casi todo como para solo redimirse de su fracaso en primera ronda en Brasil-2014.
5- Sorpresas te da la vida
Sin contar a Alemania, Brasil, Francia y España más otros que siempre se anotan sin estar en la mejor forma como Argentina, Rusia 2018 no puede ser una excepción a la regla con seleccionados que dan la nota y no estaban en los papeles.
Uruguay, con su letal pareja de ataque Suárez-Cavani y en un grupo A muy accesible, Bélgica apoyado en los peligrosos Romelu Lukaku y Eden Hazard, y Colombia, encabezado por hábiles futbolistas como James Rodríguez y Radamel Falcao, lideran el lote de seleccionados prestos a dar un zarpazo.
Pero además hay que reservarle un espacio a los que nunca nadie cita, como ocurrió con Costa Rica en Brasil-2014, cuando llegó a cuartos de final después de haber sido líder de su grupo eliminando a los excampeones del mundo Italia e Inglaterra.