JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO
En el Panel “¿La dictadura más “cool” del mundo? El declive de la democracia y la respuesta ciudadana en El Salvador”, administrado por José Miguel Cruz, director de Investigaciones del Latin American and Caribbean Center (LACC) de la Florida International University, aseveraban que desde la llegada de Nayib Bukele al gobierno, El Salvador ha experimentado la mayor erosión democrática1. Pero las destacadas protestas ciudadanas contra el gobierno, en la celebración del bicentenario de la independencia, pueden ser el camino cívico para frenar su bonapartismo2.
Nayib Bukele gobierna a partir de la centralidad del poder en su figura3. Alrededor de él hay un supra gabinete encabezado por sus hermanos y el segundo anillo de poder, son los asesores venezolanos4. Actualmente controla los tres poderes del Estado. Su proyecto es el de una facción burguesa emergente, que se apoya en la Fuerza Armada de El Salvador y en la Policía Nacional Civil. La destitución de los Magistrados de la Sala de lo Constitucional y del Fiscal General, la Reforma Judicial que jubiló a los jueces mayores de sesenta años o con más de treinta años de servicio, la aprobación del Bitcóin como moneda de curso legal para obtener fondos para su proyecto personal, la habilitación de la reelección inmediata del Presidente y las propuestas de reformas a la Constitución de mil novecientos ochenta y tres, son efecto y resultando del miedo que despierta la probable violencia policial y la killología de la Fuerza Armada sobre la población.
El artificial clima de seguridad se debe a pactos secretos con las pandillas5. Y el reordenamiento forzado del Poder Judicial, ha facilitado un lawfare contra miembros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Esta forma autoritaria de gobernar, ha generado tensiones diplomáticas, principalmente, con Estados Unidos. El Presidente Bukele ha ido consolidándose a través de una retórica cínica, que pretende ser simpática y encubridora de su autoritarismo.
LA PSEUDORREALIDAD
La manipulación del lenguaje por parte del Presidente Bukele, despreocupado por la verdad, ha creado una pseudorrealidad6. Ésta es una falsa construcción de la realidad. Es una ficción política que se mantiene, no porque sea verdadera, sino, porque una cantidad suficiente de personas la creen o niegan desafiarlas7. Esta pseudorrealidad cumple dos funciones: moldear el mundo y sustituir los análisis y motivaciones por el poder. Las pseudorrealidades al ser falsas e irreales, siempre generan tragedias y maldades. Muchos de los grandes horrores de la historia, se deben al establecimiento de una realidad falsa. La gente normal no acepta la pseudorrealidad. La gente que acepta la pseudorrealidad como si fueran “reales”, no son gente normal. Perciben la pseudorrealidad en lugar de la realidad. Y cuanto más profundamente asumen esta posición delirante, más psicopatía funcional exhiben. La adopción de la pseudorrealidad depende de la falta de capacidad o voluntad para cuestionar, dudar y rechazar la narrativa oficial.
El propósito final de crear una pseudorrealidad es el poder. Una persona delirante, suficientemente carismática y lingüísticamente inteligente, establece un culto en sus seguidores y creyentes de su pseudorrealidad. La pseudorrealidad es construida por manipuladores, lingüísticamente capaces, que desean controlar a las personas. Tienden a manipular a las personas en función de sus vulnerabilidades.
La pseudorrealidad no puede mantenerse sin paralógica y paramoralidad. La paralógica es el pathos que subvierte el logos. La paralógica se aplica al razonamiento o al argumento que ha sufrido una distorsión del sistema lógico o racional. La paramoralidad es el pathos que domina al ethos. Llamamos “paramoralidad” a la caricatura deforme e irreconocible de la moralidad universal -es una falsa moral inmoral-.
POLICIA Y FUERZA ARMADA
El pilar del régimen de Bukele está en la previsible violencia policial y en la homicidología de la Fuerza Armada contra la gente común y opositores políticos. Para convertir a un oficial de policía, solo se necesitan dieciséis semanas, por ejemplo, en Carolina del Norte8. En El Salvador, la formación de oficiales policiales se lleva a cabo en dos años. El primer año es presencial y el segundo año semipresencial y de formación “en el puesto” de trabajo. Aun así, los programas de entrenamiento están llenos de incoherencias y contradicciones. Por lo que muchos oficiales no están capacitados para manejar un sinnúmero de tareas asignadas. Los policías son entrenados en el arte de la homicidología. Por lo que algunos instructores creen que, si el policía potencial no puede matar a un ser humano, necesita encontrar otro trabajo. En consecuencia, muchos policías actúan como si estuvieran en guerra contra el ciudadano común. La policía esta armada hasta los dientes, por lo que deberían tener prudencia al tratar al ciudadano. Esta actitud puede ser animada por la jerarquía, al permitirles usar la violencia en forma impune.
En Estados Unidos hay una mala reputación de la policía por los casos de violencia. El sistema policial, con tradición esclavista, hace que los negros tengan más posibilidad de ser asesinados. Tan así que el Comité de la Naciones Unidas contra la tortura, condenó la violencia policial y el uso de la fuerza. De igual forma, siempre prometen reformas policiales, pero, nunca se implementan.
Además, las Fuerzas Armadas existen para la guerra. La historia de la guerra es la historia de mecanismos, cada vez más efectivos, para capacitar y condicionar a los hombres a superar sus resistencias a matar a sus semejantes. El éxito de las Fuerzas Armadas es el desarrollo de reflejos, a través de un condicionamiento casi pavloviano, de miles de horas de irrupción repetitiva, junto al incentivo de violencia física, como castigo por no actuar correctamente, consiguen que el soldado actúe bajo la autoridad militar. En la Segunda Guerra Mundial, el entrenamiento era en un campo de tiro cubierto de hierba, en el que el soldado disparaba a un blanco. Actualmente, el entrenamiento moderno es un simulador de las condiciones de combate, que proporciona una retroalimentación casi inmediata, cuando el objetivo es alcanzado.
El Teniente Coronel retirado del Ejército de los Estados Unidos, David Allen Grossman, escribió el libro “Sobre matar: El costo psicológico de aprender a matar en la guerra y la sociedad”9. En dicha obra, Grossman intenta un estudio científico del acto de matar dentro de la forma occidental de interpretar la guerra. Señala que el primer paso en el estudio de la matanza es comprender la resistencia del ser humano promedio a matar a su prójimo.
El General de Brigada de la Segunda Guerra Mundial, Samuel Lyman Altwood Marshall, advierte que se creía que el soldado promedio mataría en combate, porque su país y sus líderes le dijeron que lo hiciera, para defender su propia vida y la vida de sus amigos. Cuando llegó el momento, los soldados no hicieron eso. Marshall repara que solo un quince o un veinte por ciento de los fusileros estadounidenses dispararon al enemigo.
Grossman informa que un organismo en peligro luchará o huirá. Si elige mantenerse firme, atravesará una serie de posturas para intimidar. Si el postureo no logra disuadir al enemigo, sus opciones son lucha, huida o sumisión. Cuando un hombre es asustado, deja de pensar con su cerebro anterior y comienza a pensar con el mesencéfalo. Intenta intimidar al enemigo a través de medios no violentos. Disparar un rifle solo por disparar, es adoptar una postura. El entrenamiento o acondicionamiento, pueden superar la inclinación al postureo.
El Factor Centurión establece la necesidad de identificar al soldado con el mando oficial, para asegurar la voluntad de lucha. Hay relación entre el asesino potencial y la autoridad que influye en la decisión de matar. Igualmente, el soldado debe vincularse a su grupo, ya que hay una gran responsabilidad ante los camaradas en el campo de batalla. El individuo no es asesino, pero el grupo sí. Hay influencia de los grupos en la matanza.
Mecanismos que permiten deshumanizar a la víctima son la distancia cultural, moral, social y mecánica. Los métodos utilizados para un aumento en la matanza son la desensibilización, el condicionamiento clásico y operante, así como técnicas para lidiar con experiencias traumáticas. Es mucho más fácil matar, si la máquina de propaganda puede convencer a los soldados, que sus oponentes no son humanos. El odio facilita matar, y, puede perdurar a lo largo de décadas o siglos.
Grossman advierte de una epidemia de violencia en la sociedad estadounidense. Factores para ello son las pandillas, la disponibilidad de arnas, la pobreza y el racismo. Destaca sobre todo a los medios de comunicación que condicionan y enseñan la violencia. Y los videojuegos violentos, que preparan para disparar a humanos. Como puede apreciarse, los pilares que sostienen el régimen de Bukele, cuelgan sobre las cabezas de los salvadoreños, lo cual es una distorsión de la política y de la democracia.
(Endnotes)
1 Panel: ¿La dictadura más “cool” del mundo? El declive de la democracia y la respuesta ciudadana en El Salvador. En: https://lacc.fiu.edu/events/
2.PSOCA. EDITORIAL No. 337. Todavía estamos a tiempo de frenar una nueva dictadura cívico-militar en El Salvador. En: www.elsoca.org/pdf/2021/ESCA%
3.Chaves García, Nery. El Salvador y el cinismo autoritario de Bukele. En: https://www.celag.org/el-
4. Chaves García, Nery. Opus Citatum
5.PSOCA. EDITORIAL No. 337. Opus Citatum
6.Álvarez Primo, Luis. Abuso de poder, abuso del lenguaje. En: http: //www.ncsanjuanbautista.com.
7.Lindsay, James. La psicopatía y los orígenes del totalitarismo. En: https://es.sott.net/article/
8.Una policía violenta no es policía. En: https://lchi.pro/es/una-
9.Grossman, David (2009). Sobre Matar: Los costos psicológicos de aprender a matar en guerra y sociedad. Back Bay Books. Little, Brown and Company. Nueva York. Boston. En: toaz.info/doc-viewer