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Con frecuencia los médicos nos vemos ante la pregunta necesaria de cuándo introducir una dieta diferente para un niño que solo se alimenta de seno materno y agua o que solo toma leches artificiales o que practica una dieta mixta, es decir, seno materno y fórmulas artificiales como suplemento o complemento.
Para plantear cuándo introducir nuevos tipos de alimentos es necesario saber por qué hacerlo, cuándo hacerlo y para qué hacerlo.
LA HISTORIA
Es curioso cómo el conocimiento cambia con la experiencia, y cómo poco a poco se van abandonando los conceptos rígidos e inflexibles aprendidos en la Escuela de Medicina, sobre cuándo y a qué edad se debe introducir a un bebé a otro tipo de alimentos, ya sea por su sabor, olor, consistencia, su valor alimenticio y nutricional, de modo que le proporcione a su bebé un adecuado crecimiento y desarrollo y se mantenga sano.
Los conceptos sobre cuándo y qué dar a un niño han variado mucho y hay tantas opiniones como dietistas. Al final cada quien termina con una fórmula mágica: su propia forma de hacer dietas. Por supuesto de que quien más sabe sobre este tema son los pediatras, que en su práctica diaria se han atrevido a desafiar el conocimiento dictado sobre la materia por otras personas que, en el mejor de los casos, no practican la pediatría.
Recuerdo que cuando fui estudiante de Medicina, solamente se recomendaban las fórmulas preparadas para niños que estaban en la edad de la lactancia y a partir de la leche de animales, principalmente de los bovinos o vacas. Pocos se atrevían a recomendar y promover la Lactancia Materna. Era algo TABÚ. Estaba satanizado. El mercado y el comercio gigantesco de la leche preparada con fórmulas, había atrapado al personal médico y paramédico.
