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Las edades de los Presidentes: Salvador Sánchez Cerén es el mayor

Dr. Víctor M. Valle

Cuando comenzó el siglo XX, there case gobernaba El Salvador el General Tomás Regalado, quien había llegado a la presidencia de El Salvador a los 37 años,  siendo uno de los presidentes más jóvenes que ha tenido el país al momento de iniciar sus mandatos.

El más joven de los últimos 130 años,   ha sido el general Fernando Figueroa, quien asumió a los 36 años, en 1885, por renuncia forzada de Rafael Zaldívar, el famoso médico y terrateniente que abolió las propiedades comunales de la tierra. El general Figueroa se repitió de 1907 a 1911 y  es el abuelo del Dr. Fabio Castillo Figueroa, respetado educador, médico, científico y político izquierdista fallecido, nonagenario,  en noviembre de 2012.

Desde fines del siglo XIX hasta los tiempos actuales del 2014, y excluyendo gobiernos provisionales y colegiados, El Salvador ha tenido unas dos docenas de presidentes. Algunos de ellos se han repetido, como Fernando Figueroa, Alfonso Quiñónez, los hermanos Carlos y Jorge Meléndez, Andrés Ignacio Menéndez y Maximiliano Hernández Martínez,  aunque desde Hernández Martínez ningún ex presidente ha vuelto a ser presidente, sino más bien uno que lo intentó, Oscar Osorio,  terminó  esposado  y en exilio en 1961.

Salvador Sánchez Cerén es el presidente que llega de más edad a la presidencia del país, pues, de acuerdo a su biografía, tiene 69 años y por cumplir 70 en pocas semanas.

Desde el fin de la dictadura militar, los presidentes han llegado relativamente jóvenes, con una edad promedio de 44 años, desde Cristiani a Funes, pasando por Calderón Sol, Flores y Saca.

Duarte llegó, primero como presidente provisional, en 1980, a los 55 años. Álvaro Magaña quien  le “tuvo la peña” a Duarte por dos años, hasta 1984, llegó a la presidencia a los 58 años.

Los generales fundadores de la dictadura militar, desde Hernández Martínez en 1931 hasta Salvador Castaneda Castro,  en 1946, pasando por Andrés Ignacio Menéndez en 1935, para simular un cambio de guardia y tenerle  la guayaba a Hernández Martínez, y otra vez en 1944, y Osmín Aguirre y Salinas, en 1944,  tenían, cuando llegaron a la presidencia, una edad promedio  de más de 50  años.

Los primeros 11 años del siglo XX los presidentes fueron tres generales: Tomás Regalado, Pedro Escalón y Fernando Figueroa, acaudalados terratenientes que habían hecho sus primeras armas en los conflictos inter-estatales de fines del siglo XIX. Como se ha dicho, los generales Regalado y Figueroa llegaron  con menos de 40 años a la presidencia. Pedro Escalón ya tenía 56 años cuando asumió la presidencia en 1903.

 En las décadas de 1911 a 1931, los presidentes fueron civiles, Manuel Enrique Araujo,  Alfonso Quiñónez, Jorge y Carlos Meléndez, Pío Romero Boque y Arturo Araujo, pero el denominador común de ambos períodos, de 1900 a 1931,  es que los presidentes tenían fuertes vínculos con la oligarquía del poder.  La edad promedio de estos presidentes civiles de familias acaudaladas, cuando llegaron a la presidencia, era de 52 años.

La primera hornada de la dictadura militar, a cargo de los  generales fundadores, fue derrumbada en 1948, pues había vientos y brisas de cambio en el mundo por el fin de la segunda guerra mundial, la derrota de Alemania, Japón e  Italia y  la reciente alianza táctica de las potencias occidentales triunfantes con la Unión Soviética.

La dictadura militar de El Salvador se remozó y llegaron unos capitanes mayores al poder. Primero un Consejo de Gobierno, de 1948 a 1950, después Oscar Osorio quien asumió la presidencia a los 40 años, en 1950, y su sucesor puesto a dedo, como se acostumbraba, José María Lemus, llegó a la presidencia en 1956,  a los 45 años.

Lemus fue derrocado en octubre de 1960  y hubo un alegrón democratizador que duró bien poco, pues la dictadura  militar adquirió nuevos aires y comenzó la cadena de presidentes Rivera, Sánchez Hernández, Molina y Romero que gobernaron de 1961 a 1979. Cuando asumieron la presidencia, la edad promedio de esos cuatro presidentes militares, por cierto los últimos, fue de 47 años.

Quiere decir que el actual Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, es el que ha llegado a la presidencia de más edad. Tiene casi 70 años.

Hay muchos casos en la historia de presidentes que llegan con esa edad o mayores. Ronald Reagan tenía 69 años, a punto de cumplir 70, cuando llegó a la presidencia de los Estados Unidos en 1981. Ricardo Jiménez Oreamuno, llegó a su tercera presidencia en Costa Rica, en 1932, a los 73 años. Den Xiaoping, el asombroso líder transformador de la República Popular China llegó al más alto liderazgo político del estado en 1978, a los 74 años. Y en los tres casos, solo hay que revisar la historia, esos presidentes han dejado huellas en sus países y en el mundo. Claro que para mi gusto, el mundo sería mejor si Reagan no hubiese llegado a la presidencia.

Otro caso es el del presidente José Mujica, de Uruguay, quien llegó a la presidencia, en 2010, a los 75 años y ha hecho un gobierno notable y ejercido un liderazgo moral reconocido mundialmente.

Nuestras sociedades jóvenes tienden a no justipreciar a las personas de edad. Eso afortunadamente está cambiando. Otras sociedades ven en la vejez la sabiduría y la templanza necesarias para dirigir y tomar decisiones. En El Salvador ha habido un ejemplo reciente: La Dra. María Isabel Rodríguez fue Rectora de la Universidad de El Salvador a los 77 años y Ministra de Salud a los 87 años y en ambos cargos tuvo un desempeño sobresaliente.

Los relativamente jóvenes dictadores militares  de 1948 a 1979,  y los jóvenes presidentes civiles derechistas de 1989 a 2009 nos dejaron un país maltrecho: pobre, desigual, devastado y violento.  Es la hora de la experiencia y la sensatez.

Creo que, en la actual coyuntura del país, cuando se necesitan  mucha madurez y sosiego espiritual para tomar decisiones fundamentales, la edad de Salvador Sánchez Cerén es una garantía para buscar objetivos y lograr frutos. Hay sensatez, sutileza y experiencia que juntas pueden producir un respetable liderazgo transformador.

Sánchez  Cerén tiene 70 años de edad y  50 años de ser un luchador social. Ha jugado diversos papeles  de líder. Como Maestro de escuelas públicas ejerció el liderazgo natural que ejerce todo buen maestro.

Como dirigente gremial de los maestros de El Salvador, ejerció liderazgo propulsor de cambios sociales en ANDES-21 de Junio.

Como insurgente por la justicia y líder guerrillero de las FPL y del FMLN ejerció y pulió sus dotes de dirigente y tomador de decisiones.

Como miembro de la comisión negociadora del FMLN, para lograr los Acuerdos de Paz de 1990-1992,  adquirió experiencia en negociar y acordar medidas estratégicas para el país.

Como diputado, jefe de fracción legislativa, ministro de educación  y vicepresidente de la República  ha adquirido experiencia en dirigir los asuntos públicos y de Estado.

Son pues, 70 años de luchas, de siembra de esperanzas y de logros transformadores para el país. El Salvador está ahora en buenas manos. Si le va bien al presidente Sánchez Cerén, nos va bien a todos.

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