Por Alfons Luna
Londres/AFP
El partido de ultraderecha británico UKIP prometió un terremoto político y los primeros resultados de las elecciones locales en Inglaterra e Irlanda del Norte el viernes confirman su ingreso en el establishment político nacional.
El país ha entrado «en una era de cuatro partidos políticos», view sentenció el jefe de campaña laborista, illness Douglas Alexander.
A las 10H30 GMT, physician con la suerte decidida en la mitad aproximadamente de los 161 municipios en juego, el Partido por la Independencia del Reino Unido ganaba 93 concejales, 83 más que en las anteriores elecciones.
Aunque de momento no tenía el control de ningún municipio, la representatividad del partido de Nigel Farage aumenta considerablemente y lo hace a expensas de los tres partidos tradicionales.
Entre ellos reinaba un sentimiento de derrota y empezaban a pedirse cuentas, incluso entre los laboristas, que ganaban concejales y municipios pero que cedían influencia en su feudo tradicional del norte.
Los conservadores del primer ministro David Cameron ganaban en 20 municipios -ocho menos que en los anteriores comicios-, los laboristas de Ed Miliband en 33 (+4) y los liberales de Nick Clegg en 2 (-2).
Las elecciones locales se celebraron al mismo tiempo que las europeas, el jueves, con una tasa de participación del 36%. En juego estaban los gobiernos de los 32 municipios que integran Londres, los 36 del área metropolitana y varias alcaldías de Inglaterra e Irlanda del Norte, 161 concejos en total.
Nigel Farage, líder del UKIP, estimó que los primeros resultados son «un buen augurio» de cara a las elecciones legislativas europeas, cuyos resultados se conocerán el domingo, al mismo tiempo que en el resto de los países de la Unión Europea.
«Hay zonas del país en las que ahora tenemos gran influencia en el gobierno local», se congratuló.
El líder ultraderechista, cuyo ascenso se fundamenta en las críticas a los inmigrantes y a los dictados de Bruselas, consideró además que ya son «serios contendientes» en las elecciones legislativas de 2015, donde podrían conseguir su primer diputado.
La única mala noticia para el UKIP es que Londres sigue escapando a su influencia.
Examen de conciencia
Los partidos tracionales hicieron este viernes examen de conciencia pensando en los comicios del próximo 7 de mayo.
Entre los conservadores, que no logran beneficiarse del buen momento económico, se pedía al gobierno más dureza para quitar espacio al UKIP, contra la inmigración y contra la Unión Europea, mientras laboristas y liberales afilaban cuchillos contra sus líderes.
«Sabemos que una parte de la gente ha votado al UKIP para enviar un mensaje claro», dijo el ministro de Educación conservador, Michael Gove, en la televisión ITV.
«Quieren que el gobierno cumpla con la política de controlar la inmigración, asegurándonos de reformar el estado del bienestar, quieren que tengamos un referéndum de verdad sobre la permanencia en Europa. Y son instrucciones decididas y claras», dijo.
«Apreciamos y entendemos la razón por la que la gente votó UKIP, y en el gobierno nos aseguraremos de cumplir con las prioridades que la gente ha establecido claramente», concluyó.
En el bando laborista, el diputado Graham Stringer atacó a la dirección del partido y habló de una campaña «imperdonablemente poco profesional». Tanto por «la presentación de nuestras políticas como por la organización de la campaña», dijo.
Miliband se defendió y atribuyó la pujanza de la ultraderecha al descontento acumulado durante mucho tiempo.
«Creo que en algunas partes del país el descontento se fue acumulando durante décadas, por el modo en que se ha conducido al país, por como opera nuestra economía y porque la gente siente que el país no funciona para ellos», dijo Miliband.